Mercedes Benz W123

Lo sé, si te digo Mercedes W123 lo más probable es que no lo reconozcas o pienses no haber oído hablar de él, pero si te hablo de la primera Clase E de la marca alemana o del celebérrimo 300D seguro que la cosa te empieza a sonar.

El Mercedes Benz Tipo W123 comienza su andadura en 1975, aunque no sería hasta el dos de enero de 1976 cuando hiciera su debut mundial en Bandol, bella localidad turística de la Riviera Francesa. Gustó mucho pues se valoró la notable evolución en todos los aspectos con respecto a su predecesor, el Mercedes W114/115, el cual ya era un modelo excelente pero cuyo origen se situaba en 1967.
Para la marca este segmento era muy importante, pues entonces básicamente sólo había dos tipos de berlinas: las grandes y las pequeñas; y estas últimas aglutinaban un buen número de ventas.



Este "pequeño" W123 (472/178/143 cms eran sus dimensiones) trajo consigo infinidad de novedades, siendo todas ellas aplaudidas por igual. Y es que en materia de seguridad, por ejemplo, el "Merc" estableció estándares totalmente nuevos para la época creando una inusitada combinación de seguridad activa con seguridad pasiva (siendo Mercedes-Benz pionera en ambos campos). El Mercedes-Benz W123 incluía como seguridad activa frenos de disco con ABS. Y en cuanto a seguridad pasiva, airbag, carrocería reforzada con zonas de deformación programada y tanque de combustible dentro de la estructura del vehículo para protegerlo de golpes. Además, incluía parabrisas de doble capa y columna de dirección deformable.

Por supuesto, el confort no podía fallar, pues al fin y al cabo era un Mercedes, por ello el W123 se podía solicitar con todos los extras que un automóvil nuevo y moderno posee, como ventanillas eléctricas, techo corredizo, aire acondicionado climatizador, Tempomat (Control de velocidad crucero), faros delanteros ajustables, transmisión automática, llantas de aleación ligera, techo solar, faros antiniebla y muchos extras mas, que formaban parte de listas interminables de opciones que, por su elevado precio, y de por sí, escasos elementos de serie, no era difícil que pudieran casi duplicar el valor del coche si el cliente era un poco "caprichoso". Eso sí, con una calidad de manufactura sobresaliente en todos sus componentes.Todo esto, hace que sea casi imposible encontrar dos modelos exactamente iguales.



Y queda lo mejor, los motores, que al fin y al cabo, son los que le han dado justa y merecida fama.
La gama también era muy variada, y heredan en su mayor parte, mecánicas de su antecesor de probada eficacia y fiabilidad, tanto de gasolina como diésel, pero muy-muy mejorados rendimiento y eficiencia.
En motores gasolina se presenta como motor inédito proveniente del W115 el 250 (M123), con un motor de 6 cilindros en línea de 2550 cm3 y 140 CV. También se presentaron motores de inyección como el 280E de 185 CV (M110), y a partir de 1980, el 230E de 136 CV (M102), con el que se mejoran bastante las prestaciones y sobre todo el consumo, lo que hace a esta versión de motorización de gasolina con mejor relación y por lo tanto mejor consumo.
En lo referente a motores de diésel, Mercedes sigue siendo pionera con marcada diferencia e innovación, y es capaz de ofrecer en el W123 una muy rica variedad de potencias que van desde los motores tipo OM 621 de 55 CV (200D) hasta los 125 CV (300D turbodiesel).
El sobresaliente 300D de cinco cilindros (proveniente de su antecesor W114), es un motor de 3 litros (OM 617) que generaba una potencia de 87 CV y 169 N-m.



Este fue sin duda el auténtico best-seller de la gama. Y es que con esta configuración mecánica el coche disfrutaba de unas prestaciones más que encomiables con un consumo manifiestamente discreto. Se hablaba de sólo 6 litros a los 100kms recorridos según el ciclo de homologación de la época (mucho más fiable que el actual). Además, era un "prodigio" de suavidad y de fiabilidad. De hecho, a pesar de disponer de modelos diésel más económicos en la gama como el 200D, los profesionales del volante siempre escogieron el 300D. Los más pudientes, de nuevo, otros… 30 años después. Y es que en determinados países los taxistas alucinan con estos coches, y los verás circulando por sus calles y caminos en el año 2015 como si tal cosa. Y sus orgullosos dueños te enseñarán su cuentakilómetros con una sonrisa en la cara al ver tu mirada ojiplática al descubrir los 700.000, 800.000 ó 900.000 kms que marca. La risa es cuando, como a mí me pasó, te dicen que son 800.000 kilómetros… ¡de la segunda vuelta!

Lo sorprendente es que todo les funciona, aunque a todos les han cambiado el volante -el original era enorme- y la radio -por una más moderna y con "blu-tus"-.

Pero con el 300D no acababa la gama, y es que por encima se situaba el 300D Turbo, el auténtico Fórmula 1 de los diésel de la época. La primera producción de un Mercedes «turbodiesel» W123 apareció en septiembre de 1979 a base del motor tipo OM 617. Este fue el 300D... TD, disponible con transmisión automática sólamente y con sorprendentes 125 CV y 245 Nm; los cuales producían un nivel de manejo totalmente superior comparado a las versiones de 4 cilindros. Este poderoso motor fue desarrollado especialmente para hacer pruebas en motores diésel y fue galardonado con records mundiales por velocidad y eficiencia a bordo del prototipo C 111, el cual en 1978 llegó a superar la velocidad de… ¡320Km/h! . Esta versión junto al mencionado 300D y su primo 240D, serán (y siguen siendo) referencias mundiales en cuanto a durabilidad y fiabilidad, y son clasificados como los mejores motores Diesel que ha producido Mercedes Benz hasta la fecha. El "300D turbodiesel" estuvo disponible en la mayoría de los mercados en carrocería familiar, mientras que en América del Norte también estaba disponible en berlina y cupé. Este modelo no se debe confundir con el "TD", que es el 300D con carrocería familiar. El 300D acompañaba su conocida denominación con la leyenda "turbodiesel" al otro lado del maletero.



Hablando de carrocerías, tres tuvo disponibles el W123: berlina de 4 puertas y 5 plazas, familiar (denominado T, de Touring) de 5 o 7 plazas y coupé, llamado C y que era 8 centímetros más corto que la berlina. En Estados Unidos el dos puertas pudo montar las mecánicas D y TD, siendo el primer coupé del mundo de un gran fabricante en incorporar este tipo de mecánicas. Por cierto y como siempre, allende los mares los coches eran "full equip" de serie.
Algunos carroceros ofrecieron también distintas variantes, como las limusinas de 6 puertas, los cabrio, ambulancias y coches de servicio en general.

En España cierto es que el W123 gozó de una difusión discreta, y es que su precio de partida, de 2.534.816 pesetas (15.114 euros) era un auténtico "pastizal", teniendo en cuenta que un Chrysler - Talbot 150 salía por unas 511.458 pesetas (4.074 euros). El 300TD Turbodiesel, por cierto, costaba la friolera de 3.911.132 pesetas (23.506 euros). ¡Es caro hasta para nuestros días! Tuvo mucho mejor mercado como coche de segunda mano pasados los años.

En primavera de 1984, y tras 2.700.000 unidades vendidas, se presenta su sucesor, el W124, que al final de su andadura consolidará para la marca, la denominación de la Clase E.