by AUTODOMINIS

Prueba del Lexus RC300h Luxury

Lexus RC300h Luxury

" Sentido y Sensibilidad "

La marca japonesa Lexus ofrece con el RC un cupé de impactante estampa, lujoso interior y, en esta versión híbrida, una mecánica para moverse limpia y eficientemente sin perder un ápice de estilo.




Para los que os guste el coche que veis en las fotos, os tengo que decir que en directo, es todavía mejor.
Durante el tiempo que este RC color manzana de caramelo ha estado con nosotros, no ha habido día que circulando volteara dos o tres cabezas o aparcado generara un pequeño corro a su alrededor.
Porque en las imágenes no se aprecia realmente lo baja, ancha y afilada que es su carrocería y todos los pliegues, aristas, vértices y detalles que jalonan su chapa.
Es un automóvil bonito, elegante y con ciertos aires de superdeportivo cosa que, como veremos más adelante, no tiene mucho que ver “exactamente” con lo que es el espíritu del Lexus. Al menos, en esta versión, porque el RC-F V8 ya es otro cantar…



El morro es muy largo y abombado por el centro, con unos pasos de rueda bien marcados y unos grupos ópticos encastrados que resultan tan agresivos como futuristas. La parrilla es enorme y forma parte de una sola pieza con el paragolpes delantero, que también se adorna con una gran toma de aire frontal y dos a los lados para refrigerar los frenos.

El perfil del coche es realmente precioso, perfectamente proporcionado y con los adornos justos. Las llantas de 19 pulgadas de esta versión Luxury redondean la visión de un deportivo que parece capaz de cubrir los 1.000 metros con salida parada en menos de 25 segundos… ni siquiera la chapita “Hybrid” nos hace sospechar de otra cosa, pues al fin y al cabo, los últimos ganadores de las 24 horas de Le Mans también han sido híbridos…



La trasera, a pesar de su lugar, no le va a la zaga al resto del diseño. Luneta muy tirada, alerón integrado, luces de diseño moderno, doble salida de escape trapezoidal, deflector en los bajos, aletines en los extremos del paragolpes… muy deportivo, pero sin llegar a ser radical ni caer en “macarradas tuneras”.
Desde esta perspectiva sí que hay un detalle que anticipa o desvela las aspiraciones reales del coche. Hablo de la placa “300h”, la misma que exhibe la berlina IS de la marca.

Hablando del IS, al abrir una de la grandes puertas sin montante de este RC accedemos a un interior que es, básicamente, el mismo que el del mencionado modelo. Cambian los asientos, con más agarre pero igual de cómodos y sobre todo, la postura de conducción. Vas sentado bastante más bajito y con las piernas más estiradas. Como debe ser.



Volante, instrumentación, consola, pantalla central… es todo exactamente igual. Es decir, es bueno, es moderno, es vistoso y está bien pensado. Sí que echo de menos en un coche tan tecnológico como este un “Head Up Display”, no disponible ni en opción, y no acabo de coger el punto al mando táctil entre los asientos del equipo multimedia. Pero sólo son detalles, pues es tal la calidad de realización que me ha costado lo mío sacarle defectos.
Incluso la visibilidad no es mala del todo a pesar de ser un cupé de morro largo y techo bajito. Los sensores de parking, la cámara trasera y unos retrovisores laterales bien dimensionados y bien colocados muestran lo que a simple vista y, por más torsiones de cuello que hagamos, no somos capaces de ver.



Las plazas traseras son sólo para dos ocupantes y pueden ser aprovechadas por adultos que se acomodarán –casi- sin problemas de espacio a lo largo y a lo ancho, pero con la luna trasera a menos de un dedo de su coronilla.
Pero que den gracias, pues el hecho de tener tan cerca tan gran cristal hace que su espacio no resulte claustrofóbico, porque si de las ventanillas laterales –por cierto, muy de Mustang- dependiera… más de uno y más de dos se iban a agobiar.



Añadir que el acceso hasta esta zona es bueno gracias a que el respaldo de los asientos delanteros bascula bastante y la banqueta se desplaza, recuperando después la butaca su posición predefinida. El principal inconveniente a la hora de entrar atrás es la altura de techo. Habrás de inclinar la cabeza y levantar la rodilla para salvar el escalón a la vez, con lo que puede ser que en alguna ocasión te golpees la barbilla con tu propia pierna, pero oye, esto también es parte del encanto de los verdaderos cupés.
El maletero está bien. Su boca de carga es ancha y es profundo. Como las baterías van bajo el piso, los respaldos de los asientos traseros son abatibles. No hay rueda de repuesto.



Nos ponemos ya a sus mandos y pulsamos el botón “start”. Nada. Un pitido y una luz nos dice que hemos arrancado, pero no hay otro signo más allá. Igualito que su hermano RC-F y su bramido de motor…
Seleccionamos la D en su palanca de cambios y poco cambia la cosa. Avanzamos en silencio total. No hay ruido de motor, no hay crujidos, no hay golpes, no hay traqueteo y parece que ni tan siquiera hay viento a nuestro alrededor, ni asfalto bajo nuestras ruedas hasta que empezamos a subir el ritmo.
Superado el arranque y los primeros metros, exigimos algo más al acelerador con lo que el sistema hace al motor térmico despertar.

Éste entra en acción con discreción, sin drama y sin prisa. El coche empieza a “tirar” sin mucho brío ni deportividad, pero con unas dosis de suavidad y elegancia dignas de encomiar. Los 223CV que eroga combinando su motor de 4 cilindros 2.5l atmosférico con el eléctrico son de pura seda.
La suspensión lo filtra prácticamente todo, igual que su dirección, al menos en el programa “normal” de conducción. Los frenos tienen ese tacto de coche híbrido al que cada vez cuesta menos acostumbrarse.



Lo que queda claro, es que de deportivo, este Lexus tiene sólo la piel.
Las aceleraciones son pobres, las recuperaciones, otro tanto, y el tacto general… es más de coche de representación que de otra cosa. Bueno, eso hasta que pasamos al modo “sport”, cuando el asunto empeora.
Y es que el RC 300h sigue sin ser un coche rápido, pero la gestión de la caja-no-caja CVT hace que el motor se sobre revolucione una y otra vez metiendo ruido y echando a perder el consumo medio. En serio, no hay beneficio más allá de que aparezca el cuenta revoluciones en el cuadro y se endurezca algo la dirección.
El modo “normal” por defecto, va muchísimo mejor pues casa a la perfección con el sentido y la sensibilidad de este coche.
Entre el modo Eco y el EV (eléctrico puro) hay poca diferencia, ya que el primero activa el modo eléctrico a la que puede, y el segundo, se desconecta a nada que pisemos un milímetro de mas el acelerador.



El comportamiento del RC en carretera está al nivel de sus prestaciones. Tiene cintura, pero le condiciona el peso, el sistema de propulsión y el cambio por variador continuo. El placer con él en carreteras de curvas está en disfrutar con categoría, parsimonia y confort el camino.
En autopista el aplomo es elevado, pero lo que se estropea aquí es el consumo medio, talón de Aquiles de los híbridos, aunque bien es verdad, que sacan pecho en tráfico urbano, donde es una gozada conducir este Lexus, aunque parezca mentira.
Nuestro coche ha marcado una media de 6,7 litros a los 100 kms de recorrido mixto. No es una medida de TDi, pero casi.



Llegamos al factor precio y nos encontramos con un tarifa de 58.200 euros. Un pastón, pero que en el caso de una unidad con este acabado no hay opciones que contemplar pues todo-todito es de serie. A ello también hay que sumar, como valor del coche, la calidad de materiales, su calidad a la hora de rodar tranquilo y su eficiencia energética dada su hibridación mecánica. Por no hablar de su acertada estética y de la exclusividad que otorga el conducir un coche de una marca “minoritaria”. Por todo eso sé que no le faltarán partidarios a pesar de su “flojera dinámica” y, para los que quieran lo mismo pero más bajo el capó… hay un RC-F que, de la misma manera que les vaciará el bolsillo, les llenará el corazón.


NUESTRA NOTA: 8
Valoracion prueba 8
Cosas a favor

Estética
Calidad real y percibida
Calidad de rodadura

Cosas en contra

Sonido motor en modo Sport
Prestaciones pobres
Consumo en autopista

motor
MOTOR
  • Cilindrada: 2.494 c.c.
  • Potencia: 223 CV CEE
  • Par: -
  • Tracción: trasera
  • Caja de cambios: automática 6 velocidades… más o menos
dimensiones
Dimensiones
  • Largo/ancho/alto: 470/184/139 cms
  • Peso: 1.775 kgs.
  • Ruedas: 235/40-265/35R19
  • Maletero: 366 l
  • Cap. Depósito: 66 l
prestaciones
Prestaciones
  • Velocidad máxima: 190 km/h
  • Aceleración 0-100km/h: 8,6 seg
  • Consumo medio oficial: 5 l/100kms
equipamiento
Equipamiento
  • Equipamiento: ABS, BAS, EDB, ESP, TCS, 6 airbags + de rodillas delanteros, alarma, cámara de visión trasera, tapicería de cuero, asientos eléctricos calfactables y ventilados, control de velocidad activo, faros LED, climatizador bizona, navegador, control y limitador de velocidad, instrumentación "black panel", bluetooth, cargador de CDs, sintonizador de radio digital, techo solar…

"Bonus Gallery"
Fotografías del Lexus RC300h Luxury

  • Ver este morro en tu espejo retrovisor resulta intimidante, sin embargo, tampoco tengas mucha prisa en apartarte…

    Ver este morro en tu espejo retrovisor resulta intimidante, sin embargo, tampoco tengas mucha prisa en apartarte…
  • Los asientos delanteros facilitan bastante el acceso a las plazas traseras

    Los asientos delanteros facilitan bastante el acceso a las plazas traseras
  • El equipo multimedia se puede controlar pasando el dedo por esta especie de mando táctil

    El equipo multimedia se puede controlar pasando el dedo por esta especie de mando táctil
  • No es nada fácil arrancar quemando rueda en este coche...

    No es nada fácil arrancar quemando rueda en este coche...
  • Al activar el modo Sport, surge un cuenta revoluciones donde habitualmente se halla un económetro-potenciómetro

    Al activar el modo Sport, surge un cuenta revoluciones donde habitualmente se halla un económetro-potenciómetro
  • La trasera es espectacular. De deportivo pata negra…

    La trasera es espectacular. De deportivo pata negra…
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