DS5 BlueHDi180 aut Sport
" Miembro Destacado "
Aprovechando el “lavado de cara” que Citröen-DS ha hecho en recientes fechas a su modelo más grande y lujoso, hemos probado la versión más apetecible en términos generales: el diesel de 180 CV y cambio automático de 6 velocidades.
Realmente el DS5 no necesitaba de “restyling” alguno para mantenerse vigente. Su original estampa desde su mismo nacimiento mantenía la frescura y el atractivo, ayudada quizá por su profusión limitada en nuestras carreteras.
Pero el ciclo del producto manda y la competencia arrecia, con lo que al DS5 le “llegó su hora” y esta sirvió también para marcar la independencia de la “submarca” con respecto a la matriz gala.
Sí, donde en el anterior modelo se podía observar aún el doble chevron, en el actual esa referencia ha desaparecido. Es un coche 100% DS, como vemos en el nuevo morro, con una parrilla que resalta orgullosa su marca por partida doble, bueno, no exactamente, pero a dos dedos de dicho logo nos encontramos -en el capó- otra vez con la enseña de la marca. Muy al estilo Mercedes Benz.
En el nuevo frontal también destacan los nuevos grupos ópticos de tecnología LED combinados con faros principales de xenón. Quedan muy chulos y modernos -aunque los intermitentes de encendido progresivo (como en los actuales Audi) a mí se me antojen horteras- y dan una luz de día que ya quisieran algunos para sí de noche…
El perfil no ha variado (hemos echado de menos las grandes y bonitas llantas opcionales de 19” que montaba la anterior unidad de DS5 que probamos…) y la zaga también se ha mantenido, eso sí, prescindiendo al igual que en el morro de toda referencia a Citroën anteriormente presente.
El interior también sigue siendo el mismo, o sea, bueno y muy aparente, pero se ha simplificado –y falta le hacía- todo lo referente al equipo multimedia, que ahora se gobierna gracias a una pantalla táctil de 7” o por mandos vocales, dejando las teclas justas y precisas para acceder a las funciones más habituales.
El hecho de haber prescindido del mando satélite del equipo entre los asientos ha permitido abrir un hueco a modo de “vacía bolsillos” lo cuál se agradece, pero sigo echando en falta en este coche algún posavasos, pues los huecos de las puertas son demasiado grandes y el agujero al que acabo de aludir, excesivamente pequeño y no pensado para tal fin.
Parece que el público objetivo del DS5 es tan sofisticado y moderno que jamás se toma una coca cola o un café en el coche. Y este detalle a mí, prosaico y pueril como soy, me ha hecho un poco la puñeta.
Por otro lado, los asientos son muy buenos e inusitadamente duros para un coche francés y la postura al volante también. La instrumentación de puro completa da en redundante (velocímetro digital + velocímetro analógico + velocímetro en el Head Up Display…) y la ergonomía está muy lograda manteniendo un diseño de salpicadero cuanto menos peculiar.
El techo tipo “cockpit” es realmente gradecido, con sus tres paneles de cristal independientes (pero que no se abre ninguno) y la botonera sobre nuestras cabezas, pero cuesta aclimatarse y más de una vez equivocaremos el mando a pulsar.
Las plazas traseras son algo justas en lo tocante a su cota longitudinal (la que marca el espacio para las piernas) mientras que a lo ancho y a lo alto no habrá problema para acomodar a tres adultos. Mención aparte merece la colocación de algunos de sus mandos, como los elevalunas, que no están en las puertas, sino en el centro tras el apoyabrazos delantero. Un poquito incómodo.
El maletero, con sus 450 litros largos de capacidad, está en la media, y un poco limitado por la inclusión en su espacio del enorme subwoofer del sistema de sonido.
Nos disponemos ya a pasar al apartado dinámico y para ello arrancamos el coche (lógicamente). El rumor que surge del bloque Hdi y se cuela al interior es claramente audible en frío y al ralentí y no tanto una vez en marcha. Pero se sigue oyendo.
El rendimiento del motor es sobresaliente en toda la gama de revoluciones, permitiendo al DS5 moverse tanto deprisa como despacio con suavidad y premura. No puedo comparar la mejora con respecto al DS5 Hdi de 150 CV porque no lo he probado, pero si lo analizamos en relación con el THP de gasolina y 200CV –211 ahora- puedo decir que ambos resultan igualmente satisfactorios. Aunque el gasolina va más suave, obviamente.
El consumo medio durante nuestra prueba ha sido de 7,5 litros a los 100 kilómetros recorridos en uso mixto. En ciudad, su gran sistema start&stop es definitivo. Lo que en el mismo ámbito no ayuda tanto es su visibilidad comprometida hacia atrás y en el tres cuartos delantero (a pesar de esa ventanilla extra que más parece una saetera medieval).
El cambio de marchas automático convencional por convertidor de par de 6 velocidades sí que es una gozada. No es muy rápido, pero sabe siempre qué marcha poner y no se vuelve loco buscando la relación más larga para aquilatar el consumo.
Tiene carril secuencial, programa sport y uno para nieve, en el que sí que juega con las marchas más largas para evitar feos patinazos.
El aplomo en vías rápidas del coche es elevadísimo, con un confort de suspensión superlativo sin aislar en exceso y una dirección suave y aún así suficientemente comunicativa. Los frenos cumplen con nota y resistencia al cansancio en un uso racional.
En carreteras secundarias el DS5 conserva una buena dosis de agilidad al no ser un coche excesivamente grande ni pesado, y sólo yendo mucho más allá de los límites que marca el sentido común encontraremos un subviraje claro que hasta se le atraganta al ESP, cortando de manera dubitativa la entrega de fuerza a las ruedas del eje delantero.
Rematamos ya con el equipamiento y precio. De lo primero el DS5 en este acabado va sobrado y de lo segundo… me temo que también. 40 mil euros que nos piden por el coche que ves en las fotos son muchos euros. Es un producto tan Premium como aquellos que inventaron la acepción (o más), pero aún no se percibe como tal. Sin embargo creo que poco a poco, con este motor, este cambio, este acabado y algún puntual descuento a pie de concesionario, este miembro de la familia DS va a irse “DStacando” entre aquellos que busquen un coche de lujo, asequible, bien motorizado, original y ahora, de una marca exclusiva.
NUESTRA NOTA: 8.5
Cosas a favor
Gran rodador
Calidad real y percibida
Tándem motor/cambio
Cosas en contra
¿Posavasos?
Ruido al ralentí
Plazas traseras algo justas
MOTOR
- Cilindrada: 1.997 c.c.
- Potencia: 180 CV CEE
- Par: 400 NM
- Tracción: delantera
- Caja de cambios: automática 6 velocidades
Dimensiones
- Largo/ancho/alto: 453/187/150 cms
- Peso: 1.540 kgs
- Ruedas: 235/45ZR18
- Maletero: 468 l
- Cap. Depósito: 60 l
Prestaciones
- Velocidad máxima: 220 km/h
- Aceleración 0-100km/h: 9,2 seg
- Consumo medio oficial: 4,4 l/100kms
Equipamiento
- Equipamiento: ABS, BAS, EDB, ESP, Hill Holder, 6 airbags, control y limitador de velocidad, climatizador bizona, cristales traseros tintados, luces dirunas LED, faros de xenon, sensor de luces y limpias, bluetooth, navegador, techo panorámico, tapicería de cuero, head up display, parktronic delantero y trasero, cámara de visión trasera, asientos delanteros eléctricos…