Toyota Prius 1.5 16v Hybrid
" Eco-ecoooo! "
Los híbridos son el futuro, no lo voy a negar. Y este Toyota es su piedra de toque, también es cierto. El Prius lleva ya varios años demostrando su valía, pero… ¿de verdad vale la pena?
Este peculiar modelo japonés de mecánica híbrida ha tenido sus detractores y partidarios desde su lanzamiento allá por el año 2004. Reconozco que al principio fui de los primeros para luego irme desplazando más hacia la posición de los segundos para acabar hoy en día, en un virtuoso término medio.
Explico mi proceso al hilo de este test.
Lo primero que llama la atención del Prius es su diseño poco agraciado en el que ha vencido la función a la forma con un resultado no muy estético. Pero para gustos, los colores.
Luego está el precio: 25.000 euros con pintura metalizada no es moco de pavo. Consume poco pero son 4 millones de las antiguas pesetas por un coche “raro”.
Por otro lado, hay que añadir lo extraño de su funcionamiento. Arrancamos en eléctrico sin ruido alguno, pisamos a fondo y entra el motor de gasolina con un sonido uniforme a medida que va ganando velocidad acompañado por una “no-caja-de-cambios” que en su uso más parece el variador continuo de una Vespino. En urbano muy bien, suave, silencioso y económico, pero una vez que lo sacas a carretera… Echas de menos un buen Tdi bajo el capó. La pantalla táctil multifunción (muy estética) me pareció un galimatías, por otro lado.
Hasta ahí los contras que hace años le encontré.
Mas tarde recapacité (a bordo de un taxi-Prius) y me pareció una extraordinaria alternativa para las ciudades y vías colapsadas. Todo suavidad y todo ahorro, por no hablar de la polución que le estaba ahorrando al medio ambiente. Sus defectos en amplias carreteras quedaban ensombrecidos por su buen hacer en ciudad y la reputada fiabilidad de la que estaba haciendo gala su compleja planta motriz. También he de añadir que se han ido poco a poco materializando las ayudas de diversas comunidades autónomas para hacer frente a un precio que ya había experimentado una pequeña rebaja de por sí tras la implantación del nuevo impuesto del CO2.
Y ahora me vuelvo a encontrar con él en mi garaje.
Sigue siendo el coche feo por fuera y feo por dentro que recordaba, sigue siendo bueno en ciudad y malo en carretera, pero matizado.
Una vez que nos acostumbramos a su peculiar proceder, los que busquen suavidad en los desplazamientos más allá de las prestaciones fulgurantes encontrarán sus deseos colmados con este coche. Sus 111 cv en ciclo combinado le otorgan unas prestaciones aceptables y su consumo rara vez superará los 5 litros y medio de gasolina a los 100 kilómetros. Las cinco plazas son generosas y los 400 litros que cubica el maletero lo hacen tan capaz como su competencia. Además, el equipamiento de serie es bastante generoso tanto en materia de confort como en seguridad. Tiene tres años de garantía, las revisiones no son muy caras (160 euros de media) y está resultando un buen producto.
Quizá, lo único que pueda molestar un poco es la dureza de su suspensión, poco acorde con la filosofía del vehículo pero que le hace circular bastante aplomado.
En el otro lado de la balanza nos encontramos con los que buscan un coche para devorar centenares de kilómetros en autopista a buen ritmo. Bueno, este Prius también es capaz de hacerlo, lo que pasa que no lo hace muy bien.
Si eres abonado a las largas distancias y realmente te gusta conducir más que meramente circular, este no es tu coche. Su tacto de seda te llegará a aburrir y el motor eléctrico funcionará tan sólo para sacarlo del garaje, pues a nada que corras el propulsor gasolina despertará de su letargo. Mejor compra un turbodiesel que te saldrá más a cuenta.
Pero entre estos dos tipos de uso caben otros ejemplos, y en esa “tierra media” el Prius también puede sacar la cabeza. Aunque decepcione al conductor de autopistas, agradará al de uso mixto y satisfará plenamente al urbanita: son dos de tres, y eso, es un balance positivo.
Eso sí, no lo compres por su bajo nivel de contaminación, pues su marca con sus fábricas y todoterrenos tiene el dudoso honor de ser una de las que más polución genera en nuestra atmósfera. Quizá el Prius, además de un coche, sea una compensación al planeta.
Explico mi proceso al hilo de este test.
Lo primero que llama la atención del Prius es su diseño poco agraciado en el que ha vencido la función a la forma con un resultado no muy estético. Pero para gustos, los colores.
Luego está el precio: 25.000 euros con pintura metalizada no es moco de pavo. Consume poco pero son 4 millones de las antiguas pesetas por un coche “raro”.
Por otro lado, hay que añadir lo extraño de su funcionamiento. Arrancamos en eléctrico sin ruido alguno, pisamos a fondo y entra el motor de gasolina con un sonido uniforme a medida que va ganando velocidad acompañado por una “no-caja-de-cambios” que en su uso más parece el variador continuo de una Vespino. En urbano muy bien, suave, silencioso y económico, pero una vez que lo sacas a carretera… Echas de menos un buen Tdi bajo el capó. La pantalla táctil multifunción (muy estética) me pareció un galimatías, por otro lado.
Hasta ahí los contras que hace años le encontré.
Mas tarde recapacité (a bordo de un taxi-Prius) y me pareció una extraordinaria alternativa para las ciudades y vías colapsadas. Todo suavidad y todo ahorro, por no hablar de la polución que le estaba ahorrando al medio ambiente. Sus defectos en amplias carreteras quedaban ensombrecidos por su buen hacer en ciudad y la reputada fiabilidad de la que estaba haciendo gala su compleja planta motriz. También he de añadir que se han ido poco a poco materializando las ayudas de diversas comunidades autónomas para hacer frente a un precio que ya había experimentado una pequeña rebaja de por sí tras la implantación del nuevo impuesto del CO2.
Y ahora me vuelvo a encontrar con él en mi garaje.
Sigue siendo el coche feo por fuera y feo por dentro que recordaba, sigue siendo bueno en ciudad y malo en carretera, pero matizado.
Una vez que nos acostumbramos a su peculiar proceder, los que busquen suavidad en los desplazamientos más allá de las prestaciones fulgurantes encontrarán sus deseos colmados con este coche. Sus 111 cv en ciclo combinado le otorgan unas prestaciones aceptables y su consumo rara vez superará los 5 litros y medio de gasolina a los 100 kilómetros. Las cinco plazas son generosas y los 400 litros que cubica el maletero lo hacen tan capaz como su competencia. Además, el equipamiento de serie es bastante generoso tanto en materia de confort como en seguridad. Tiene tres años de garantía, las revisiones no son muy caras (160 euros de media) y está resultando un buen producto.
Quizá, lo único que pueda molestar un poco es la dureza de su suspensión, poco acorde con la filosofía del vehículo pero que le hace circular bastante aplomado.
En el otro lado de la balanza nos encontramos con los que buscan un coche para devorar centenares de kilómetros en autopista a buen ritmo. Bueno, este Prius también es capaz de hacerlo, lo que pasa que no lo hace muy bien.
Si eres abonado a las largas distancias y realmente te gusta conducir más que meramente circular, este no es tu coche. Su tacto de seda te llegará a aburrir y el motor eléctrico funcionará tan sólo para sacarlo del garaje, pues a nada que corras el propulsor gasolina despertará de su letargo. Mejor compra un turbodiesel que te saldrá más a cuenta.
Pero entre estos dos tipos de uso caben otros ejemplos, y en esa “tierra media” el Prius también puede sacar la cabeza. Aunque decepcione al conductor de autopistas, agradará al de uso mixto y satisfará plenamente al urbanita: son dos de tres, y eso, es un balance positivo.
Eso sí, no lo compres por su bajo nivel de contaminación, pues su marca con sus fábricas y todoterrenos tiene el dudoso honor de ser una de las que más polución genera en nuestra atmósfera. Quizá el Prius, además de un coche, sea una compensación al planeta.
NUESTRA NOTA: 7
Cosas a favor
Suavidad
Consumo
Bajo nivel de emisiones
Cosas en contra
Estética
Uso interurbano
Suspensión dura
MOTOR
- Cilindrada: 1.497 cc.
- Potencia: 144 CV CEE
- Par: 11,7 mkg
- Tracción: delantera
- Caja de cambios: automática. Variador continuo
Dimensiones
- Largo/ancho/alto: 445/172/149 cms
- Peso: 1.300 kgs
- Ruedas: 195/55R16
- Maletero: 408 L
- Cap. Depósito: 45 L
Prestaciones
- Velocidad máxima: 170 km/h
- Aceleración 0-100km/h: 10,9 seg
- Consumo medio oficial: 4,3 l/100kms
Equipamiento
- Equipamiento: ABS, BAS, EDB, ESP, TCS, 6 airbags, climatizador, asiento trasero abatible, bluetooth, control de velocidad, equipo de audio CD-Mp3, faros antiniebla, retrovisores eléctricos calefactables...