Prueba del Renault Captur 1.5dci 110 Zen

Dado que el Captur ofrecía desde su inicio dos motores de gasolina, lo esperable era que a corto plazo también ofertase el mismo número de variantes diesel.
Hasta hace bien poco al optar por el gasóleo nos teníamos que conformar con la versión 1.5Dci, mientras que ahora podemos elegir entre 1.5Dci y… 1.5Dci.
Iguales pero distintos, como pasa con otros productos de la marca (e incluyo a Nissan), el tetracilíndrico se desdobla en dos potencias y junto con la conocida de 90CV cuenta con otra más briosa de 110CV, objeto de esta prueba.



Esta mecánica es tan fantástica que hasta los modelos “grandes” de la marca como el Laguna o el Kadjar cuentan con ella en sus filas. Un propulsor “redondo” ya que ni vibra, ni suena, ni consume en exceso. Es más, todo lo anterior lo hace con extraordinaria mesura.
Ya era así en la modalidad de 90CV, y en esta de 110CV, reafirma sus argumentos sin renunciar a nada.
Ahora bien, ¿compensa?.

Pues montado sobre este Captur durante estos días me han surgido ciertas dudas.
Es cierto que esta nueva configuración mecánica –aunque más bien es una nueva configuración electrónica…- hace que el Captur 110 se mueva más ligero que el Captur 90, pues hay 20CV entre ellos y lo que es más importante, 40NM de par. Pero este incremento sólo se nota al rodar rápido y/o de manera exigente o al viajar a plena carga. En conducción tranquila o pausada sólo seremos capaces de mejorar las recuperaciones del modelo de 90CV… y no por mucho.

Bueno, también están las aceleraciones puras, donde el 110 le saca un par de segundos al 90, pero tampoco sé yo si este es un dato relevante para el futuro comprador de un Captur (a lo mejor para el de un Clio -modelo que por cierto, no cuenta con la versión de 110-).
Para mí, y lo digo con el corazón en la mano, la diferencia en mi día a día ha sido inapreciable. Aunque también reconozco que el ejemplar de 90CV automático que probamos hace unos meses por aquí dio en el banco de rodillos casi 100…
Además de mis sensaciones, lo que se ha mantenido inalterada ha sido la cifra de consumo medio: hemos vuelto a clavar los 6 litros a los 103 kms de recorrido mixto.



Otras cosas que de la misma manera se mantienen como estaban son… todo lo demás. No hay diferencias exteriores (que digo yo que, al menos, podían haber pintado la “i” d Dci en rojo…) ni interiores.
Este Captur en este acabado Zen Energy es tan bueno con el resto de “Captures”.
Es un coche estéticamente agraciado, bien proporcionado y con una innumerable cantidad de posibilidades de personalización, lo que al parecer, una buena parte del público agradece. Cuenta con cuatro buenas plazas y una quinta “justa” amén de un maletero razonable para su tamaño.
En el interior todo es agradable a la vista y al tacto, teniendo en cuenta el segmento en el que nos movemos y que parece implicar dejar mucho plástico duro a la vista. El puesto de conducción es bueno y la instrumentación, aunque ya conocida, conserva su gracia.

Hay soluciones ingeniosas como contar con una tapicería que se puede quitar y echar a la lavadora y otras no tanto como el cajón que hace las veces de guantera y que para abrir hay que pedir al acompañante que saque las rodillas por la ventanilla.



El equipamiento de serie es, a su vez, todo lo completo que se le puede pedir a un “tope de gama” (con permiso de la edición especial Helly Hansen), aunque el sensor de luces no es un portento a la hora de apagar estas cuando toca y se echa de menos unos sensores de parking traseros.

Puesto en carretera y consideraciones de motor aparte, es un automóvil seguro y confortable, destaca en agilidad y no decepciona ni en tarado de suspensión, a pesar de un eje trasero rebotón, ni en frenado, aunque cuente con tambores traseros.
La dirección y el cambio tienen un tacto muy similar, algo fofo, pero te acostumbras rápido y no hay quejas sobre su funcionamiento.

Es un gran producto, como lo es el Clio del que toma chasis y la mayoría de elementos, pero el Captur cuenta con la estética de moda en estos tiempos lo que lo hace más apetecible. Yo sigo prefiriendo el urbano al uso, pero sobre gustos…



O si me haces elegir entre las dos versiones Dci de este modelo, me pones en un brete. A igualdad de acabado y equipamiento hay 1.060 euros de diferencia entre uno y otro en contra del más potente (que sale por 20.610 euros).
Corren casi igual y gastan casi lo mismo.
Yo no viajo cargado y, aunque me gusta rodar “alegre”, no creo que el Captur Dci sea coche para echar carreras…
Pienso que mi decisión sería escoger el Dci90 y destinar esa diferencia de precio al cambio automático de doble embrague que tan buen sabor de boca nos dejó.
Tal vez me lleve menos, pero ni mucho menos será peor.