Skoda Octavia RS TDi DSG
" Apasionadamente racional "
Skoda vuelve a desdoblar su Octavia RS ofreciendo una variante diesel que hará las delicias de aquellos que buscan un coche bueno y práctico sin renunciar a un descarado toque deportivo.
Pocas son las pinceladas que, de cara al exterior, este Octavia RS necesita para distinguirse de sus más “prosaicos” hermanos de gama.
Unos paragolpes específicos, unas ruedas grandes y un alerón sobre el portón parecen poca cosa, pero puestos sobre este coche, claramente marcan la diferencia sin caer en los excesos o, simple y llanamente, en el mal gusto.
Y es que el nuevo Octavia es el Octavia, si no más bonito, más atractivo de cuantos han salido al mercado. La marca checa quería que la mejora del producto se hiciera patente desde el primer vistazo, y vaya si lo han conseguido.
Pero vamos con lo RS de este RS.
Como ya dije, los paragolpes son específicos, delante, son más cuadrados, más masivos y agresivos, con la luz de giro y los faros para niebla integrados y una gran toma de aire inferior mellada, en nuestro caso, por el hueco del radar del control de velocidad activo. Una opción bastante interesante.
Por cierto, opcional también es el remate negro de la parrilla, que va a juego con los espejos. Queda bien en este coche rojo, y seguro que también encaja con muchos de la –sorprendentemente- abundante gama de colores disponible para este coche. Por cierto, el pico del capó, justo antes de donde se sitúa el logo, oculta el seguro de apertura del capó una vez liberado de su correspondiente palanca. Así no hay que ir buscando con los dedos por todo el largo de la tapa. Es una idea sencilla, pero es genial, como casi todas la ideas sencillas.
Atrás, bajo el alerón y la inscripción RS (o VRS, como se le llama en otros mercados) hay otro parachoques “especial”. Integra un catadrióptico de lado a lado en los bajos y cuenta con una doble salida de escape… medio falsa y medio auténtica. Me explico: es cierto que hay dos salidas de escape, pero ambas están en el lado izquierdo del coche (como un TDi cualquiera del grupo VAG), con lo que el “agujero” de la derecha no tiene nada en su interior. Este detalle no me gusta nada, y tristemente cada vez lo emplean más marcas.
De perfil hay taloneras ad hoc y una bonitas llantas que se pueden elegir en 18 y 19 pulgadas y en diseño plata o bicolor. Las nuestras eran de 18, pintadas en antracita con los vivos en aluminio. Muy bonitas. A través de ellas se pueden ver las pinzas de freno pintadas en rojo. Tal vez podían haber rematado con unos discos perforados…
La altura del coche está ligeramente rebajada con respecto al resto de Octavias.
Pasamos al interior donde unos asientos “de carreras” con costuras en rojo y cabecero con leyenda “RS” nos reciben y nos dan acomodo. Porque la verdad es que son un rato cómodos a pesar de lo que su apariencia “racing” pueda dar a entender. La postura al volante se obtiene en un periquete gracias a los reglajes eléctricos de la butaca. Nos sentamos bajos, pero no mucho, lo suficiente para sentirnos “deportivos” sin perder visibilidad en ningún ángulo. Este detalle, el de conjugar con maestría lo práctico con lo lúdico, estará presente en todo el coche.
El volante cuadrangular también luce el sello RS en su base, tiene el aro grueso con resaltes para situar correctamente manos y dedos.
La instrumentación es más convencional, pero no por ello desmerece, pues cuenta con uno de los ordenadores de a bordo más completos de cuantos hay en el mercado.
El velocímetro de nuestro Skoda RS va calibrado a 280 km/h, pero el cuentarrevoluciones se para en 6.000 con zona roja a 5.000. Lo que se entiende como “soy un diesel prestacional”.
El pantallón del equipo multimedia en la consola central es ya conocido, y funciona a la perfección. Es táctil pero tiene botones para las funciones más habituales.
El climatizador bizona también es el de siempre y la botonera en su base sigue exhibiendo muchos botones libres a completar con equipamiento opcional a pesar de lo bien dotado que sale este coche de serie.
Luego está la palanca del cambio DSG y un freno de mano convencional. Entre los asientos hay un apoyabrazos con gran hueco en su interior, también hay guanterita en el lado izquierdo del volante –con tapa-, un vacía bolsillos en la base de la consola y grandes oquedades en las puertas, posavasos y una suerte de tarjetero de goma portátil. Los materiales empleados son realmente buenos, los ajustes como los de un Passat –o casi- y la apariencia, muy lucida. Hasta aquí mi única queja es que al equipo de sonido opcional le faltan graves. Ya ves tú en lo que hay que fijarse para criticar este coche…
Nos vamos a las plazas de atrás no sin antes despedirnos de amigos y familiares y atarnos una cuerda guía a la cintura.
El espacio en estas plazas es sencillamente monumental. No llega a hacer eco como en su hermano mayor Superb, pero he pasado noches de hotel en habitaciones bastante más pequeñas.
Hay espacio a lo largo, a lo ancho y a lo alto. Tres adultos viajarán holgados, a pesar del notable resalto del túnel de transmisión (sin duda reminiscencias de sus primos Scout…). Hay salidas de aire independientes, la banqueta contempla realmente tres culos que apoyar y el respaldo de los asientos delanteros integrales no agobia, sobre todo si tienes un bonito techo panorámico sobre tu cabeza, como fue nuestro caso.
Tras dos días y tres noches vagando por las plazas de atrás, al fin llegamos al maletero, y bueno, es como atravesar a nado el Estrecho y ver en la orilla que aún te queda por cruzar el desierto del Sáhara.
Afortunadamente el agua y los víveres nos duraron hasta que pudimos dar cuenta de los 8.732 litros de capacidad del hueco (bueno, en realidad son 590, pero cunden una barbaridad). Hay ganchos, redes, y huecos hasta para el más organizado. Y bajo su suelo, una rueda de repuesto de verdad.
También el hecho de contar con portón suma enteros a la practicidad del maletero, ya que la boca de acceso es muy grande y la altura del plano de carga queda bastante baja. Puestos a poner una pega, diré que estaría bien un cierre motorizado de esta puerta.
Se lo voy a perdonar porque me ha hecho mucha ilusión encontrarme el clásico rascador de hielo de la marca en la tapa del depósito. Y lo uno por lo otro, aunque no tenga nada que ver, compensa.
Dicho esto, al fin vamos con lo que muchos estáis esperando desde que empezó la prueba, y es la dinámica de este RS de gasóleo.
Empezaremos diciendo que el bloque que anima este coche es el 2.0TDi en su encarnación más elevada de potencia. Son 184CV a apenas algo más de 3.500 vueltas. Los mismos, pues se trata del mismo motor, que ofrecen Golf GTD y Seat León FR (aunque también hay FRs con menos).
Un motor con un par fantástico desde bajas vueltas y que mantiene lineal su fuerza hasta que esta decae cerca de las 4.500 rpm. Y aquí viene el hándicap de tener un coche con perfil deportivo y un motor diesel: el rango más excitante de utilización es más bien estrecho: 1.000 vueltas para sentirnos en un RS de verdad. Pero que no cunda el pánico, la caja automática DSG de seis velocidades se encarga de que el motor, en conducción decidida, siempre se mueva en esas más que satisfactorias 1.000 vueltas, por lo que considero este cambio una opción obligada en este coche, a pesar de que los manuales de Skoda no son en absoluto malos.
Además, el DSG, contempla una opción secuencial con levas, pequeñas y de plástico, tras el volante.
Pero vamos, que con lo bien que va en automático puro, las vamos a usar poco…
El Skoda Octavia RS también contempla un botón RS frente a la palanca que ofrece varias leyes para acelerador, dirección y cambio. Hay Sport (RS), Eco, Normal e Individual. El que más me ha gustado es el modo Sport, puesto que suma dinámica y/o alegría sin restar agrado y/o comodidad de uso.
Y es que a pesar de su estética y de lo bueno de su conjunto motor/cambio, este RS es una berlina muy rápida y edificante de conducir.
La suspensión del coche aun siendo durita no llega a incomodar, los frenos, aunque responden, les falta implementación, y el ruido que llega al interior… bueno, es muy diesel, ¿tengo que decir más?.
Con todo esto quiero decir que la R de RS desde luego no tiene nada de Radical. Para mí esto es una ventaja más que un inconveniente, pero puede que haya gente que busque algo más.
El Skoda se conduce fácilmente por todas partes, con un pseudodiferencial electrónico XDS en el tren delantero que consigue dar tracción a la rueda oportuna en cada momento, permitiendo una capacidad de guiado pasmosa incluso abriendo gas inmisericordemente a la salida de un viraje lento. Llegado el límite, que en este coche es básicamente el que ordena la física, no dudo que subvirará, pero hasta ese momento muestra un comportamiento noble y aplomado, puede que incluso un puntito más que su homólogo de gasolina, que lleva menos peso sobre el eje delantero.
De cara a la maniobrabilidad, bien, cruceros en autopista, notable, consumo medio, sobresaliente: nuestro coche se conformó con 5,5 litros a los 103 kms de recorrido mixto realizado con el modo Sport activado. Con el ECO, 5,4. No merece la pena llevarlo puesto…
Tras unos días conviviendo con él, el regusto que me ha dejado ha sido tan bueno como para echarlo de menos. Es un coche que ofrece muchísimo por relativamente poco. Son 29.630 euros de tarifa y presenta un catálogo de opciones amplio, interesante y asequible. Creo que es más RS el RS 2.0TSi, pero este coche sabe
conservar su esencia apasionada y sumar una dosis de razón para que al final, kilómetro a kilómetro y litro a litro, te salgan las cuentas.
NUESTRA NOTA: 9
Cosas a favor
Relación calidad/espacio/equipamiento/precio imbatible
Detalles muy bien pensados
Gran rodador de consumo muy bajo
Cosas en contra
Ruido diesel
Salidas de escape falsas
Levas del cambio pequeñas
MOTOR
- Cilindrada: 1.968 c.c.
- Potencia: 184 CV CEE
- Par: 379 NM
- Tracción: delantera
- Caja de cambios: automática 6 velocidades
Dimensiones
- Largo/ancho/alto: 465/181/145 cms
- Peso: 1.415 kgs
- Ruedas: 225/40R18
- Maletero: 590 l
- Cap. Depósito: 50 l
Prestaciones
- Velocidad máxima: 230 km/h
- Aceleración 0-100km/h: 8,2 seg
- Consumo medio oficial: 5l/100kms
Equipamiento
- Equipamiento: ABS, BAS, EDC, ESP, bluetooth, control y limitador de velocidad, climatizador bizona, luz diurna LED, ordenador de a bordo, freno automático de emergencia, portagafas. volante de cuero multifunción específico, faros bixenon, suspensión deportiva, retrovisores eléctricos abatibles, alerón trasero, sensor de luz y lluvia, diferencial electrónico XDS, llantas de aleación de 18"...