Salón de Detroit 2009
La verdad es que no es mucho lo que os voy a poder contar de este salón. Os seremos sinceros y diremos que nos hemos ahorrado el viaje pues las informaciones que nos llegaban por parte de las marcas no presagiaban nada especial y digno de tantas horas de avión como hay hasta la “Motor-Town” americana. Y así fue.
Los fabricantes apuestan, aunque sea de mentirijilla, por los coches híbridos para cumplir la premisa que les ha impuesto el nuevo presidente Obama para recibir dinero público. Así les vemos haciendo encajes de bolillos para logara que sus sedientos motores V8 bajen de los 15 litros de combustible cada 100 kilómetros recorridos.
En este sentido nos han enseñado en Cadillac Converj aún en fase de prototipo y el Chrysler 200C EV (que tardará aún años en salir al mercado).
También había rumores de que se iba a desvelar en esta cita la nueva Clase E de Mercedes Benz, pero todo quedó en un pase privado (al que no fuimos invitados) para que unos pocos lo mirasen y admirasen y así reservan el “secreto” al gran público hasta el Salón de Ginebra. Pues vale.
Al menos BMW sí que mostraba su nuevo y excitante Z4, esta vez con techo rígido. Le auguro tanto éxito en los Estados Unidos como lo tuvo su predecesor, es decir, bastante (por cierto, se fabrica allí).
En definitiva, un salón aburrido y descafeinado como no se recordaba desde hacía años.
Es cierto que los tiempos obligan, pero así poco solucionan.
Los fabricantes apuestan, aunque sea de mentirijilla, por los coches híbridos para cumplir la premisa que les ha impuesto el nuevo presidente Obama para recibir dinero público. Así les vemos haciendo encajes de bolillos para logara que sus sedientos motores V8 bajen de los 15 litros de combustible cada 100 kilómetros recorridos.
En este sentido nos han enseñado en Cadillac Converj aún en fase de prototipo y el Chrysler 200C EV (que tardará aún años en salir al mercado).
También había rumores de que se iba a desvelar en esta cita la nueva Clase E de Mercedes Benz, pero todo quedó en un pase privado (al que no fuimos invitados) para que unos pocos lo mirasen y admirasen y así reservan el “secreto” al gran público hasta el Salón de Ginebra. Pues vale.
Al menos BMW sí que mostraba su nuevo y excitante Z4, esta vez con techo rígido. Le auguro tanto éxito en los Estados Unidos como lo tuvo su predecesor, es decir, bastante (por cierto, se fabrica allí).
En definitiva, un salón aburrido y descafeinado como no se recordaba desde hacía años.
Es cierto que los tiempos obligan, pero así poco solucionan.
