Mazda CX-3
" Ya está listo, para su inminente comercialización en nuestro mercado, el primer SUV pequeño de la japonesa Mazda, el CX-3. Atractivo pro dentro y por fuera. "
omo es habitual en Mazda, las formas contemporáneas del Mazda CX-3 son una promesa de diversión, con elegancia, a la medida del estilo de vida activo y la actitud moderna e independiente de sus clientes. Aunque comparte muchas claves del diseño “KODO – Alma del movimiento” con otros modelos de Mazda, desde las líneas fluidas hasta el habitáculo compacto desplazado hacia atrás, su atrevido frontal, sus grandes ruedas, sus molduras laterales y la línea elevada de la cintura expresan de forma innegable su carácter de SUV aventurero en formato compacto, siendo sus medidas 427/176/153 cms (largo/ancho/alto), que le permite una gran movilidad ante cualquier "desafío".
De frente, su poderosa parrilla con siete lamas en tono plateado y las alas cromadas que se extienden hasta los grupos ópticos revelan con claridad la imagen de marca de Mazda. Los grupos ópticos, que recuerdan a los ojos de un felino, disponen de tecnología Full LED (según acabados) que ilumina la parte de las alas de la parrilla delantera que penetra en los faros.
En la parte trasera, el diseño limpio de los grupos ópticos, con un entrante para la placa de matrícula, acentúa el voladizo trasero corto del CX-3. Al mismo tiempo, oculta la cámara trasera de ayuda al aparcamiento*. Los intermitentes se prolongan desde los laterales del coche hasta el portón trasero. Complementan perfectamente los grupos ópticos traseros y crean una imagen de marca única, con una línea superior esbelta y una luz de freno con forma tridimensional. Estos detalles ponen aún más de relieve la durabilidad de la sección trasera deportiva de este SUV. Tampoco falta una doble salida de escape muy llamativa.
En el interior, el diseño refleja de múltiples formas la sensación de libertad que transmite el estilo del Mazda CX-3. La moldura decorativa del lado del acompañante, por ejemplo, acentúa la anchura del salpicadero y, por extensión, la sólida presencia del vehículo. Otros detalles transmiten una sutil calidad artesanal en los acabados. Por ejemplo, las tres salidas de aire redondas, que tienen su contrapunto en una cuarta salida, horizontal y discretamente integrada en el salpicadero. O la visera del cuadro de instrumentos, acabada en un material con textura de piel* y rematada con costuras.
El maletero de 350 litros del Mazda CX-3 crece hasta los 1.260 litros cuando se abaten los asientos traseros 60/40. Una de sus grandes bazas es la flexibilidad, a la que contribuye una bandeja de carga móvil, que puede colocarse a dos alturas distintas en función de las necesidades. En su posición más alta, se crea una superficie de carga plana con los asientos traseros abatidos, con espacio suficiente para transportar objetos tales como una mesa plegable o material deportivo, como un monopatín o equipación de tenis. En su posición más baja se crea espacio para dos maletas de 67 cm, con los asientos traseros utilizables. En cualquiera de las configuraciones, la amplia apertura del portón trasero y la baja altura del umbral facilitan las operaciones de carga y descarga.
La funcionalidad del habitáculo del CX-3 se articula en torno a la interfaz hombre-máquina de nueva generación de Mazda. Los elementos principales, tales como los pedales, la palanca de cambio, el volante y el mando HMI, se encuentran situados de forma ergonómica y han sido concebidos como extensiones naturales del cuerpo del conductor.
La pantalla Head Up Display*, una de las primeras en este segmento, desempeña una función esencial y presenta datos de conducción en tiempo real directamente en el campo de visión frontal del conductor. Esta pantalla muestra en todo momento tres datos informativos en tiempo real, priorizados por orden de importancia. Por ejemplo, velocidad, indicaciones del navegador y alertas de seguridad procedentes de los sistemas de seguridad activa i-ACTIVSENSE. Estos y otros datos de conducción pueden verse también en el cuadro de relojes, que ofrece un tacómetro analógico central de gran formato*, con un velocímetro digital y otros indicadores.
La pantalla táctil de 7 pulgadas*, situada en el salpicadero sobre la consola central, concentra la oferta de información y entretenimiento —y también la puerta al sistema de conectividad para smartphone MZD Connect (ver cuadro). Se controla con un esfuerzo mínimo con ayuda del mando HMI de la consola central (muchas funciones se pueden controlar mediante voz) y está diseñado para que el conductor pueda mantener la vista en la carretera a la vez que, por ejemplo, disfruta de contenidos on line a través del sistema de sonido Bose.
Bajo el capó del Mazda CX-3 se oculta un motor de gasolina 2.0 l. SKYACTIV-G —en dos variantes de potencia— o un motor diésel limpio 1.5 l. SKYACTIV-D. La potencia que entregan se transmite a las ruedas delanteras (o a las cuatro ruedas) mediante una transmisión automática SKYACTIV-Drive o una manual SKYACTIV-MT, las dos de seis velocidades. Ambas motorizaciones son eficientes más allá de lo convencional, gracias a sus relaciones de compresión extremas, a su diseño ligero y al sistema de corte de ralentí i-stop que montan de serie. Todo para conseguir una combustión óptima y el mejor equilibrio posible entre prestaciones y bajo consumo. Todos los motores ofrecen una respuesta lineal e inmediata a los deseos del conductor, además de cumplir con la normativa Euro 6.
El motor de inyección directa 2.0 l. SKYACTIV-G se encuentra disponible en versión de 88 kW/120 CV para los modelos con tracción delantera, o de 110 kW/150 CV para los de tracción total (a 6.000 rpm en ambos casos), con un par máximo de 204 Nm a 2.800 rpm). Tiene una relación de compresión de 14:1, la más alta de cualquier turismo de producción en serie*. Se trata de un motor atmosférico con una cilindrada adecuada que reacciona con especial rapidez cuando acelera desde parado. A diferencia de los motores de gasolina downsized tan populares en la actualidad, no presenta problemas de retardo del turbo. Son motores diseñados para ofrecer consumos óptimos en conducción real. El motor SKYACTIV-G de mayor potencia monta, además, el freno regenerativo i-ELOOP (ver cuadro).
El motor 1.5 l. SKYACTIV-D también ofrece una compresión extrema de 14,8:1, en este caso excepcionalmente baja para un diésel. Este motor, que se introdujo con el Mazda2, utiliza un turbocompresor de geometría variable especialmente desarrollado para proporcionar un refuerzo suficiente en ciudad y para sostener el desarrollo de potencia a velocidades más altas. Este 1.5 l. SKYACTIV-D entrega 77 kW/105 CV y 270 Nm, lo que supone un incremento notable con respecto al Mazda2. Este extra de par ayuda a que el motor sea más silencioso y económico, por ejemplo, cuando el vehículo circula cuesta arriba, en marchas altas o a alta velocidad. De hecho, su consumo es excelente en prácticamente cualquier tipo de condiciones, con tracción delantera o total.
El nuevo Mazda CX-3 ofrece un amplio equipamiento de sistemas de seguridad activa i-ACTIVSENSE*. La tecnología i-ACTIVSENSE explota al máximo los dispositivos de detección más avanzados; desde cámaras de alta definición y sensores de radar hasta alertas para el conductor. i-ACTIVSENSE es como un sexto sentido que primero avisa del peligro inminente y después, si es necesario, interviene para evitar un accidente.
Su lanzamiento en nuestro mercado se prevé para este mismo verano.
Aún no se han comunicado precios.
De frente, su poderosa parrilla con siete lamas en tono plateado y las alas cromadas que se extienden hasta los grupos ópticos revelan con claridad la imagen de marca de Mazda. Los grupos ópticos, que recuerdan a los ojos de un felino, disponen de tecnología Full LED (según acabados) que ilumina la parte de las alas de la parrilla delantera que penetra en los faros.
En la parte trasera, el diseño limpio de los grupos ópticos, con un entrante para la placa de matrícula, acentúa el voladizo trasero corto del CX-3. Al mismo tiempo, oculta la cámara trasera de ayuda al aparcamiento*. Los intermitentes se prolongan desde los laterales del coche hasta el portón trasero. Complementan perfectamente los grupos ópticos traseros y crean una imagen de marca única, con una línea superior esbelta y una luz de freno con forma tridimensional. Estos detalles ponen aún más de relieve la durabilidad de la sección trasera deportiva de este SUV. Tampoco falta una doble salida de escape muy llamativa.
En el interior, el diseño refleja de múltiples formas la sensación de libertad que transmite el estilo del Mazda CX-3. La moldura decorativa del lado del acompañante, por ejemplo, acentúa la anchura del salpicadero y, por extensión, la sólida presencia del vehículo. Otros detalles transmiten una sutil calidad artesanal en los acabados. Por ejemplo, las tres salidas de aire redondas, que tienen su contrapunto en una cuarta salida, horizontal y discretamente integrada en el salpicadero. O la visera del cuadro de instrumentos, acabada en un material con textura de piel* y rematada con costuras.
El maletero de 350 litros del Mazda CX-3 crece hasta los 1.260 litros cuando se abaten los asientos traseros 60/40. Una de sus grandes bazas es la flexibilidad, a la que contribuye una bandeja de carga móvil, que puede colocarse a dos alturas distintas en función de las necesidades. En su posición más alta, se crea una superficie de carga plana con los asientos traseros abatidos, con espacio suficiente para transportar objetos tales como una mesa plegable o material deportivo, como un monopatín o equipación de tenis. En su posición más baja se crea espacio para dos maletas de 67 cm, con los asientos traseros utilizables. En cualquiera de las configuraciones, la amplia apertura del portón trasero y la baja altura del umbral facilitan las operaciones de carga y descarga.
La funcionalidad del habitáculo del CX-3 se articula en torno a la interfaz hombre-máquina de nueva generación de Mazda. Los elementos principales, tales como los pedales, la palanca de cambio, el volante y el mando HMI, se encuentran situados de forma ergonómica y han sido concebidos como extensiones naturales del cuerpo del conductor.
La pantalla Head Up Display*, una de las primeras en este segmento, desempeña una función esencial y presenta datos de conducción en tiempo real directamente en el campo de visión frontal del conductor. Esta pantalla muestra en todo momento tres datos informativos en tiempo real, priorizados por orden de importancia. Por ejemplo, velocidad, indicaciones del navegador y alertas de seguridad procedentes de los sistemas de seguridad activa i-ACTIVSENSE. Estos y otros datos de conducción pueden verse también en el cuadro de relojes, que ofrece un tacómetro analógico central de gran formato*, con un velocímetro digital y otros indicadores.
La pantalla táctil de 7 pulgadas*, situada en el salpicadero sobre la consola central, concentra la oferta de información y entretenimiento —y también la puerta al sistema de conectividad para smartphone MZD Connect (ver cuadro). Se controla con un esfuerzo mínimo con ayuda del mando HMI de la consola central (muchas funciones se pueden controlar mediante voz) y está diseñado para que el conductor pueda mantener la vista en la carretera a la vez que, por ejemplo, disfruta de contenidos on line a través del sistema de sonido Bose.
Bajo el capó del Mazda CX-3 se oculta un motor de gasolina 2.0 l. SKYACTIV-G —en dos variantes de potencia— o un motor diésel limpio 1.5 l. SKYACTIV-D. La potencia que entregan se transmite a las ruedas delanteras (o a las cuatro ruedas) mediante una transmisión automática SKYACTIV-Drive o una manual SKYACTIV-MT, las dos de seis velocidades. Ambas motorizaciones son eficientes más allá de lo convencional, gracias a sus relaciones de compresión extremas, a su diseño ligero y al sistema de corte de ralentí i-stop que montan de serie. Todo para conseguir una combustión óptima y el mejor equilibrio posible entre prestaciones y bajo consumo. Todos los motores ofrecen una respuesta lineal e inmediata a los deseos del conductor, además de cumplir con la normativa Euro 6.
El motor de inyección directa 2.0 l. SKYACTIV-G se encuentra disponible en versión de 88 kW/120 CV para los modelos con tracción delantera, o de 110 kW/150 CV para los de tracción total (a 6.000 rpm en ambos casos), con un par máximo de 204 Nm a 2.800 rpm). Tiene una relación de compresión de 14:1, la más alta de cualquier turismo de producción en serie*. Se trata de un motor atmosférico con una cilindrada adecuada que reacciona con especial rapidez cuando acelera desde parado. A diferencia de los motores de gasolina downsized tan populares en la actualidad, no presenta problemas de retardo del turbo. Son motores diseñados para ofrecer consumos óptimos en conducción real. El motor SKYACTIV-G de mayor potencia monta, además, el freno regenerativo i-ELOOP (ver cuadro).
El motor 1.5 l. SKYACTIV-D también ofrece una compresión extrema de 14,8:1, en este caso excepcionalmente baja para un diésel. Este motor, que se introdujo con el Mazda2, utiliza un turbocompresor de geometría variable especialmente desarrollado para proporcionar un refuerzo suficiente en ciudad y para sostener el desarrollo de potencia a velocidades más altas. Este 1.5 l. SKYACTIV-D entrega 77 kW/105 CV y 270 Nm, lo que supone un incremento notable con respecto al Mazda2. Este extra de par ayuda a que el motor sea más silencioso y económico, por ejemplo, cuando el vehículo circula cuesta arriba, en marchas altas o a alta velocidad. De hecho, su consumo es excelente en prácticamente cualquier tipo de condiciones, con tracción delantera o total.
El nuevo Mazda CX-3 ofrece un amplio equipamiento de sistemas de seguridad activa i-ACTIVSENSE*. La tecnología i-ACTIVSENSE explota al máximo los dispositivos de detección más avanzados; desde cámaras de alta definición y sensores de radar hasta alertas para el conductor. i-ACTIVSENSE es como un sexto sentido que primero avisa del peligro inminente y después, si es necesario, interviene para evitar un accidente.
Su lanzamiento en nuestro mercado se prevé para este mismo verano.
Aún no se han comunicado precios.