by AUTODOMINIS

Prueba del Jaguar XF 2.2d Sportbrake

Jaguar XF 2.2d Sportbrake

" Ahorrar sin renunciar a -casi- nada "

Jaguar propone desde hace un par de años un interesante diesel como acceso a su gama XF, que en España y Europa se ha convertido poco a poco en la versión más demandada gracias a su equilibrio y precio. Pero… ¿realmente merece la pena?


Dicen que el camino más rápido hacia el beneficio es el ahorro de costes. Eso es innegable, pero tal vez destinar más de 60mil euros a un coche “ahorrador” habiendo en el mercado productos similares en tamaño y potencia 15mil euros más abajo… no sé.



Y Jaguar tampoco debe estar muy segura cuando cada dos o tres meses lanzan campañas promocionales del XF 2.2D para “unidades limitadas” planteando un suculento descuento que hace que el mencionado modelo te salga por debajo de los 50mil euros. Entonces ahí, el planteamiento ya cambia y el ahorro vuelve a tener sentido.
La pena es que esas campañas rara vez contemplen la versión “ranchera” del modelo, denominada Sportbrake por la marca, que en acabado Premium Luxury con paquete Black Line, ha sido nuestra elección en esta ocasión para la prueba.

En este segmento y en nuestro mercado, las versiones familiares no son excesivamente populares, pues muchos de los que puedan necesitar una, en su presupuesto ya entran SUV más versátiles y, sobre todo, más de moda. Y casi siempre son lo que se llevan “el gato al agua”.
Pero ya que toda la competencia los ofrece (Audi A6 Avant, BMW Serie 5 Touring, Mercedes Clase E y CLS Shooting Brake, Volvo V60…) y su desarrollo no es complicado ni costoso, pues Jaguar decidió entrar al trapo y ofrecer un modelo con el que llevarte de vacaciones a tus perros… a total confort.



El coche por fuera parece más grande que la berlina de la que deriva, a pesar de que sólo varía en dos centímetros su altura respecto a esta. Es el efecto inverso que se da en el Skoda Superb y Superb Combi, donde la ranchera parece más pequeña.

El tercer volumen de nuestro Jaguar está bien resuelto, con un remate tan estético como falto de ingenio y una zaga en la que sólo se distingue por lo vertical de su ventanilla trasera. De frente es tremendamente fácil confundirlo con la berlina original, al igual que pasa con el resto de rancheras de las marcas mencionadas.
Con todo, es un coche bonito, grande y lujoso, con un toque deportivo merced al catálogo de opciones que en el coche que veis en las fotos brinda unas enormes ruedas de 19 pulgadas. Amén de sustituir la mayoría de detalles cromados por otros en negro brillante que, dado el color blanco del modelo, le quedan bastante bien por el puro contraste que generan.



En el interior, las plazas delanteras mantienen su calidad y sus dimensiones respecto a la berlina. Hay dos grandes butacones con regulación eléctrica y espacio de sobra a lo largo, a lo ancho y a lo alto. El cuadro es sencillo, con unas esferas quizá algo pequeñas para mi gusto, que completan su información con una pantalla central digital igual a la que encontraremos en un Range Rover Evoque. La visibilidad es buena. Hay cámara de marcha atrás –creo que opcional- y avisador de objetos en el ángulo muerto.
Los materiales que jalonan salpicadero y consola son de primerísimo orden, no así sus ajustes, quedando un pelín por detrás de su competencia alemana en este punto.
Hablando de consola, esta está presidida por la pantalla táctil multimedia, de buen funcionamiento. Subrayándola hay tan solo un listón de botones para las funciones más frecuentes reservando el espacio de la parte baja para un climatizador bizona de extraordinario rendimiento –en capacidad y suavidad-. Se echa de menos el botón para los asientos calefactables que a estas alturas –de gama- deberían ser de serie.



Como el cambio automático se gestiona mediante esa horrorosa rosca de lavadora –también hay levas tras el volante- y el freno de mano es por botón, el espacio entre los asientos queda bastante diáfano pudiendo contar con dos buenos posavasos y un apoyabrazos con generosa capacidad interior.

En las plazas de atrás, la principal ventaja de esta carrocería se la brinda a las cabezas de los pasajeros. Los pocos centímetros ganados al no haber caída en el pilar C son bien recibidos… pero sin excesos, pues si bien el espacio hasta los respaldos delanteros es bueno, a lo ancho este Jaguar sigue desperdiciando valiosos centímetros. Tanto es así que aunque pueda portar tres personas, yo creo que sólo dos viajan como merecen… o esperan de un “Jag”. Y es que lo voluminoso del túnel central y lo ancho de los umbrales de las puertas muerden un buen pedazo de espacio.



En el maletero, la historia es muy similar.
No olvidemos que el XF, aún con 4 cilindros, sigue siendo un coche de propulsión trasera. Es por ello –en parte- por lo que la altura del maletero nos deja algo fríos. También es cierto que en su base alberga una rueda de emergencia y que sus formas son de lo más regulares, pero los 550 litros de capacidad –que a nosotros nos han salido 523- son discretos, aunque no insuficientes.



Ahora pasemos a la carretera.
Son 200CV para mover 1.800kgs. ¿Suficientes? Sí y no.
Por supuesto que son suficientes para mover un coche de su tamaño y peso, ahora bien, para mover un Jaguar de su tamaño y peso… La sensación de ir corto de fuelle planeará sobre la mente de los conductores más dinámicos, que esperarán siempre algo más de su familiar de lujo de una marca de prestigio.
Y toda la culpa de esta relativa flojera no es del bloque, sino que se la reparte con el cambio automático. 8 velocidades para este coche son claramente demasiadas.



El conocido ZF de convertidor de par engrana la última relación a nada que llaneemos a 60 km/h, con lo que al mínimo repecho o leve presión sobre el acelerador se verá obligada a sacar una o dos marchas incluso en una buena parte de circunstancias.
No pasaba así, por ejemplo, en el XF 3.0DS que llevé hace meses, lo que hacia la conducción mucho más placentera.
Y no es que el cambio sea violento, que no lo es en absoluto, es que uno acaba sufriendo al ver cómo su coche se tiene que esforzar a la mínima. Un esfuerzo que dicho sea de paso, se traduce en un leve aumento del sonido del motor en el habitáculo. Pero nada, ni de lejos, preocupante.



Dicho lo uno conviene elogiar lo otro, que no es otra cosa que el consumo medio: nosotros hemos logrado 6,3 litros a los 104 kms recorridos en uso mixto que lo acercan a los mejores, representados por el BMW 520d Touring capaz de lograr 6,1 litros reales en la misma prueba.

Y añado que el Jaguar también tiene mucho más encanto a los mandos.
No es perfecto, de hecho el tacto de sus frenos es todo lo contrario, pero la elegancia y el enorme aplomo con el que se mueve lo alejan del prosaicismo que exhibe una buena parte de su competencia.
Esta sensación siempre ha formado parte del “aura Jaguar”, y hoy en día, a pesar de lo moderno de su gama, aún no se ha perdido.
Es un coche que gusta conducir, lanzarlo a la carretera e irte a tomar horchata a Valencia para luego cenar marisco en La Coruña. Además, con esta carrocería puedes cargar hasta el techo llevándote al perro, la bici, o a la suegra si no queda más remedio.



Con este XF 2.2D sólo renunciarás a tener algo más de “chicha” bajo el pie derecho -no me dejan que diga que es un felino castrado, pero es que en realidad tampoco se siente de esa manera (aunque tal vez sí que le falte un testículo…)- compensándote con una economía de uso francamente encomiable. Es todo un Jaguar, lo único, que este anda menos.




NUESTRA NOTA: 8
Valoracion prueba 8
Cosas a favor

Consumo medio muy bueno
Agrado de conducción
Estética elegante y deportiva

Cosas en contra

Plazas traseras escasas y maletero justo
Voluminoso al aparcar
Demasiadas marchas en la caja de cambios

motor
MOTOR
  • Cilindrada: 2.179 c.c.
  • Potencia: 200 CV CEE
  • Par: 450 NM
  • Tracción: trasera
  • Caja de cambios: automática 8 velocidades
dimensiones
Dimensiones
  • Largo/ancho/alto: 496/187/146 cms
  • Peso: 1.790 kgs
  • Ruedas: 245/35R19 Op.
  • Maletero: 550 l
  • Cap. Depósito: 70 l
prestaciones
Prestaciones
  • Velocidad máxima: 214 km/h
  • Aceleración 0-100km/h: 8,8 seg
  • Consumo medio oficial: 5,1 l/100kms
equipamiento
Equipamiento
  • Equipamiento: ABS, BAS, EDB, ESP, TCS, 6 airbags, alarma, asiento trasero abatible, faros bixenon, sensor de luces y limpias, tapicería de cuero, volante regulable eléctrico, asientos delanteros eléctricos, llaves manos libres, retrovisores plegables, navegador, bluetooth, climatizador bizona, control y regulador de velocidad...

"Bonus Gallery"
Fotografías del Jaguar XF 2.2d Sportbrake

  • Aunque el apoyo era contundente, dentro el confort se mantenía inalterado

    Aunque el apoyo era contundente, dentro el confort se mantenía inalterado
  • El fondo del logo en rojo es de serie desde este verano en toda la gama

    El fondo del logo en rojo es de serie desde este verano en toda la gama
  • Detalle del cuadro clásico pero moderno del XF y de sus levas de cambio

    Detalle del cuadro clásico pero moderno del XF y de sus levas de cambio
  • Lo único que indica que estamos ante el modelo diesel menos potente es la salida única de escape a un lado

    Lo único que indica que estamos ante el modelo diesel menos potente es la salida única de escape a un lado
  • Queríamos un gran felino para probar la capacidad del maletero, pero este nos hizo más gracia

    Queríamos un gran felino para probar la capacidad del maletero, pero este nos hizo más gracia
  • Son sólo 4 cilindros, pero cunden y, sobre todo, se muestran de lo más austeros en el consumo

    Son sólo 4 cilindros, pero cunden y, sobre todo, se muestran de lo más austeros en el consumo
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