Renault Captur 1.5dci EDC Zen
" Cambiar con los tiempos "
El joven, exitoso y desenfadado “SUV urbano” de Renault añade versatilidad y disfrute a su uso al incorporar una interesante caja automática a su gama, lo que lo hace todavía más atractivo a sus mandos.
Hay que ver cómo cambian los tiempos.
Leía hace bien poco, gracias a la “máquina del tiempo” de los compañeros de Motor16, una comparativa entre el Peugeot 405 SRi automático y el Renault 21 TXE automático, los dos únicos ejemplares de la época –mediados de los 80- disponibles en su segmento con semejante exotismo en su cambio.
Y es que por aquel entonces, la penetración de estas cajas en nuestro mercado era inferior a un 2%, de las cuales, la inmensa mayoría lo representaban modelos de alto lujo y copete.
El prescindir del pedal izquierdo con naturalidad nos ha llevado más de 25 años a los españoles… y a los europeos, con excepción de los británicos, más proclives a la automatización quizá por lo incómodo de andar cambiando con la mano izquierda…
Poco a poco, como pasa con casi toda innovación, ésta se fue haciendo más asequible y de estar sólo disponible en modelos de alta gama, pasó a las berlinas medias, los compactos y hoy en día todo fabricante sabe que ha de contar con un coche automático dentro de su oferta de urbanos.
No valoro el fenómeno SUV por ser reciente, y ha sido beneficiario de todo lo hecho y dicho en épocas anteriores.
También es verdad que la lenta incorporación en nuestro continente de estos sistemas ha venido acompañada y supeditada a una mejora de los mismos. Y es que al conductor de “por aquí” las cajas automáticas existentes hasta casi los años 90 suponían muy poca ventaja y abundantes inconvenientes, entre ellos, un mayor consumo y una merma de las prestaciones. Tampoco los desarrollos escogidos por los fabricantes eran los más oportunos para nuestra orografía y red viaria ya que, aunque muchos de los que me leéis ya habréis nacido en la era de las autopistas, en la práctica totalidad del siglo XX España ha circulado por carreteras secundarias.
Total, que mejor que las cajas automáticas hayan tardado, porque así, cuando por fin han llegado, lo han hecho con sus mejores galas y versiones, como le pasa a la de nuestro Captur de esta prueba.
El sistema elegido por Renault para la caja de cambios de este coche ha sido el mecanismo de doble embrague conocido ya en el Clio RS, aunque obviamente, con diferentes mapas de gestión dado el carácter mucho más tranquilo de este coche. Pero ahí está, doble embrague en un coche de 20mil euros. Lo que no hace tanto estuvo reservado para Ferraris y compañía, hoy llega al “pueblo llano”.
También es justo reconocer que quizá fue el Grupo Volkswagen el que con su extraordinaria DSG ya puso una gran caja automática a disposición del gran público.
Puestos a hablar de la DSG y comparada con la EDC de Renault, la primera aún siendo fantástica y muy recomendable, se queda atrás respecto a la que equipa el galo.
La caja de cambios automática del Captur es toda suavidad y concreción. Sus 6 marchas se suceden sin pausa ni drama, sea maniobrando o circulando. Antes de los 60 km/h ya rodaremos en sexta, un “mal necesario” en esta época de carestía del combustible y requerimientos medioambientales. De cara a las reducciones, la caja “remolonea” un tanto como la de todos aquellos que buscan el mejor consumo a toda costa, y sólo cuando interpreta que es pertinente –y hasta urgente- bajar una o dos relaciones, actúa con decisión y premura.
Todo este proceso “que sí que no -que caiga un chaparrón-” no se demora más de un segundo, por lo que tranquilo, no significa ningún problema de cara a su conducción. Además, en el caso de que te impacientes, siempre puedes tirar –o empujar- de su palanca de cambios, pues contempla carril para un uso manual.
Pero de nada sirve una buena caja de cambios si no va asociada a un buen propulsor, asunto que el Captur resuelve con el 1.5Dci que tan buenas y merecidas críticas ha cosechado desde su aparición.
El pequeño tetracilíndrico de 90CV –aunque yo diría que hay alguno más bajo el capó…- convenció hasta a la gente de Mercedes Benz, que lo “tomaron prestado” para propulsar su A180Cdi en configuración automática, y es que realmente es una “joyita mecánica”. Anda mucho, suena poco, vibra nada y consume lo justo, a nosotros nos marcó de media en la prueba 6 litros redondos en nuestro recorrido mixto de 103kms. No está nada mal. Si cabe alguna crítica es para su sistema start & stop que opera en el modo ECO del coche. Su funcionamiento está bien, no es recalcitrante ni actúa con violencia, sin embargo en modo de parada, su climatización se ve tan afectada que en días calurosos puedes romper a sudar antes de que se abra el semáforo…
Hablando ahora de su suspensión, decir su tarado es algo más duro que en las versiones de gasolina dado su aumento de peso, y si ello le proporciona un extra de aplomo en autopista, lo vuelve algo más lento de reacciones en carretera de segundo orden y acentúa el carácter rebotón de su eje trasero al rebasar algún badén o bache con un exceso de alegría. Los frenos cumplen, sin más, y la dirección conserva en carretera abierta gran parte de la blandura que le otorga gran manejabilidad en ciudad.
En el interior, esta versión Zen incorpora equipamiento a la versatilidad de todo buen Captur en acabados inferiores. Todo sencillito, mucho plástico duro a la vista, huecos por doquier incluida la guantera-cajón, tapicería desenfundable, instrumentación clara y legible, volante algo tumbado, buena posición a los mandos y espacio suficiente para cuatro y algo justo para cinco incluyendo equipaje. Y es que no olvidemos que bajo la estética de este automóvil se esconde un Renault Clio, por lo que tampoco le vamos a pedir peras al olmo…
Su sistema multimedia, que se maneja a través una pantalla táctil y se ubica en lo alto del salpicadero, acaba de recibir el premio al mejor sistema multimedia por una prestigiosa publicación de “frikis” de estas cosas. Y bueno, pues vale. A mí me parece en líneas generales una castaña, pero es que yo soy muy puñetero en estas cosas y en cuanto veo un equipo sin “comediscos”, con aplicaciones de pago y que hace reflejos a nada que le de el sol… mal asunto. Eso sin contar con que su bluetooth sólo se entiende con IOS y Android, dejando el teléfono con Windows Mobile de un servidor sin conexión posible al equipo. Lo que sí que me gusta es el sensor de calidad del aire exterior, con gráfico comparativo y demás. Muy chulo y creo que bastante bien calibrado.
Por lo demás, que es la inmensa mayoría, este coche convence. Es tremendamente funcional, es chulo, está bien equipado y tiene un motor y ahora una caja de cambios que convencerá al más escéptico. Todo por 19.350 euros, que no son un chollo pero que sí están en línea con lo que te pide Peugeot por un 2008 sin embrague y, muy por debajo de lo que tendrás que abonar para llevarte un Skoda Yeti 1.6TDi auto. Eso sí, por 5.000 euros menos te llevabas en su día el Renault 21 TXE automático del que te hablé al inicio… ¡y también tenía velocímetro digital!
Leía hace bien poco, gracias a la “máquina del tiempo” de los compañeros de Motor16, una comparativa entre el Peugeot 405 SRi automático y el Renault 21 TXE automático, los dos únicos ejemplares de la época –mediados de los 80- disponibles en su segmento con semejante exotismo en su cambio.
Y es que por aquel entonces, la penetración de estas cajas en nuestro mercado era inferior a un 2%, de las cuales, la inmensa mayoría lo representaban modelos de alto lujo y copete.
El prescindir del pedal izquierdo con naturalidad nos ha llevado más de 25 años a los españoles… y a los europeos, con excepción de los británicos, más proclives a la automatización quizá por lo incómodo de andar cambiando con la mano izquierda…
Poco a poco, como pasa con casi toda innovación, ésta se fue haciendo más asequible y de estar sólo disponible en modelos de alta gama, pasó a las berlinas medias, los compactos y hoy en día todo fabricante sabe que ha de contar con un coche automático dentro de su oferta de urbanos.
No valoro el fenómeno SUV por ser reciente, y ha sido beneficiario de todo lo hecho y dicho en épocas anteriores.
También es verdad que la lenta incorporación en nuestro continente de estos sistemas ha venido acompañada y supeditada a una mejora de los mismos. Y es que al conductor de “por aquí” las cajas automáticas existentes hasta casi los años 90 suponían muy poca ventaja y abundantes inconvenientes, entre ellos, un mayor consumo y una merma de las prestaciones. Tampoco los desarrollos escogidos por los fabricantes eran los más oportunos para nuestra orografía y red viaria ya que, aunque muchos de los que me leéis ya habréis nacido en la era de las autopistas, en la práctica totalidad del siglo XX España ha circulado por carreteras secundarias.
Total, que mejor que las cajas automáticas hayan tardado, porque así, cuando por fin han llegado, lo han hecho con sus mejores galas y versiones, como le pasa a la de nuestro Captur de esta prueba.
El sistema elegido por Renault para la caja de cambios de este coche ha sido el mecanismo de doble embrague conocido ya en el Clio RS, aunque obviamente, con diferentes mapas de gestión dado el carácter mucho más tranquilo de este coche. Pero ahí está, doble embrague en un coche de 20mil euros. Lo que no hace tanto estuvo reservado para Ferraris y compañía, hoy llega al “pueblo llano”.
También es justo reconocer que quizá fue el Grupo Volkswagen el que con su extraordinaria DSG ya puso una gran caja automática a disposición del gran público.
Puestos a hablar de la DSG y comparada con la EDC de Renault, la primera aún siendo fantástica y muy recomendable, se queda atrás respecto a la que equipa el galo.
La caja de cambios automática del Captur es toda suavidad y concreción. Sus 6 marchas se suceden sin pausa ni drama, sea maniobrando o circulando. Antes de los 60 km/h ya rodaremos en sexta, un “mal necesario” en esta época de carestía del combustible y requerimientos medioambientales. De cara a las reducciones, la caja “remolonea” un tanto como la de todos aquellos que buscan el mejor consumo a toda costa, y sólo cuando interpreta que es pertinente –y hasta urgente- bajar una o dos relaciones, actúa con decisión y premura.
Todo este proceso “que sí que no -que caiga un chaparrón-” no se demora más de un segundo, por lo que tranquilo, no significa ningún problema de cara a su conducción. Además, en el caso de que te impacientes, siempre puedes tirar –o empujar- de su palanca de cambios, pues contempla carril para un uso manual.
Pero de nada sirve una buena caja de cambios si no va asociada a un buen propulsor, asunto que el Captur resuelve con el 1.5Dci que tan buenas y merecidas críticas ha cosechado desde su aparición.
El pequeño tetracilíndrico de 90CV –aunque yo diría que hay alguno más bajo el capó…- convenció hasta a la gente de Mercedes Benz, que lo “tomaron prestado” para propulsar su A180Cdi en configuración automática, y es que realmente es una “joyita mecánica”. Anda mucho, suena poco, vibra nada y consume lo justo, a nosotros nos marcó de media en la prueba 6 litros redondos en nuestro recorrido mixto de 103kms. No está nada mal. Si cabe alguna crítica es para su sistema start & stop que opera en el modo ECO del coche. Su funcionamiento está bien, no es recalcitrante ni actúa con violencia, sin embargo en modo de parada, su climatización se ve tan afectada que en días calurosos puedes romper a sudar antes de que se abra el semáforo…
Hablando ahora de su suspensión, decir su tarado es algo más duro que en las versiones de gasolina dado su aumento de peso, y si ello le proporciona un extra de aplomo en autopista, lo vuelve algo más lento de reacciones en carretera de segundo orden y acentúa el carácter rebotón de su eje trasero al rebasar algún badén o bache con un exceso de alegría. Los frenos cumplen, sin más, y la dirección conserva en carretera abierta gran parte de la blandura que le otorga gran manejabilidad en ciudad.
En el interior, esta versión Zen incorpora equipamiento a la versatilidad de todo buen Captur en acabados inferiores. Todo sencillito, mucho plástico duro a la vista, huecos por doquier incluida la guantera-cajón, tapicería desenfundable, instrumentación clara y legible, volante algo tumbado, buena posición a los mandos y espacio suficiente para cuatro y algo justo para cinco incluyendo equipaje. Y es que no olvidemos que bajo la estética de este automóvil se esconde un Renault Clio, por lo que tampoco le vamos a pedir peras al olmo…
Su sistema multimedia, que se maneja a través una pantalla táctil y se ubica en lo alto del salpicadero, acaba de recibir el premio al mejor sistema multimedia por una prestigiosa publicación de “frikis” de estas cosas. Y bueno, pues vale. A mí me parece en líneas generales una castaña, pero es que yo soy muy puñetero en estas cosas y en cuanto veo un equipo sin “comediscos”, con aplicaciones de pago y que hace reflejos a nada que le de el sol… mal asunto. Eso sin contar con que su bluetooth sólo se entiende con IOS y Android, dejando el teléfono con Windows Mobile de un servidor sin conexión posible al equipo. Lo que sí que me gusta es el sensor de calidad del aire exterior, con gráfico comparativo y demás. Muy chulo y creo que bastante bien calibrado.
Por lo demás, que es la inmensa mayoría, este coche convence. Es tremendamente funcional, es chulo, está bien equipado y tiene un motor y ahora una caja de cambios que convencerá al más escéptico. Todo por 19.350 euros, que no son un chollo pero que sí están en línea con lo que te pide Peugeot por un 2008 sin embrague y, muy por debajo de lo que tendrás que abonar para llevarte un Skoda Yeti 1.6TDi auto. Eso sí, por 5.000 euros menos te llevabas en su día el Renault 21 TXE automático del que te hablé al inicio… ¡y también tenía velocímetro digital!
NUESTRA NOTA: 8.5
Cosas a favor
Motor potente y austero
Cambio suave y competente
Versatilidad y estética
Cosas en contra
Suspensión trasera con tendencia al rebote
Mucho plástico duro a la vista
Frenos de tambor atrás
MOTOR
- Cilindrada: 1.461 c.c
- Potencia: 90 CV CEE
- Par: 220 NM
- Tracción: delantera
- Caja de cambios: automática 6 velocidades
Dimensiones
- Largo/ancho/alto: 412/177/156 cms
- Peso: 1.288 kgs
- Ruedas: 205/55R17
- Maletero: 442 l
- Cap. Depósito: 60 l
Prestaciones
- Velocidad máxima: 171 km/h
- Aceleración 0-100km/h: 12,9 seg
- Consumo medio oficial: 3,9 l/100kms
Equipamiento
- Equipamiento: ABS, BAS, EDB, ESP, ASR, 6 airbags + conductor de rodilla, anclajes ISOFIX, asiento trasero deslizable, luces led diurnas, bluetooth, faros antiniebla, sensor de luces y limpias, tapicería desenfundable, llantas de aleación de 17", volante de cuero, multimedia con navegador, climatizador...