by AUTODOMINIS

Prueba del Skoda Octavia 1.6TDi Combi Elegance

Skoda Octavia 1.6TDi Combi Elegance

" Octavia Maraivilla "

Skoda anda enfrascada en la renovación total de su gama. Y dentro de ésta, su buque insignia -con permiso del Superb- es el Octavia, un coche muy apreciado por conductores profesionales y particulares. Ahora, incide en sus virtudes, y suma calidad y modernidad.




El Octavia de la marca checa es todo un habitual de nuestras ciudades gracias al gremio del taxi, un colectivo que no da puntada sin hilo y mira mucho lo que compra.

Eso de entrada, ya es una garantía para aquellos que buscan un coche fiable, de bajo consumo y con una buena capacidad para pasajeros y equipaje.

Así, desde hace unos cuantos años, prácticamente todos nosotros, al menos una vez en la vida, hemos “probado” un Octavia aunque fuera desde sus asientos traseros.

Sin embargo Skoda, con el nuevo modelo, ha decidido dar un paso adelante.
Y no es que quieran alejarse del público especializado, es que para ellos han creado un coche tan interesante como este: el Rapid, quizá menos aspiracional. Y a juzgar por las entregas que estaban realizando el día que acudí a Skoda a por nuestro Octavia, el colectivo de los “peseta” han recibido con los brazos abiertos al nuevo modelo intermedio.

Con todo, la marca europea ahora con el nuevo Octavia intenta ganar público “pagano” entre sus adeptos, y para ello nada mejor que ahondar en todo lo bueno del modelo saliente y aderezarlo con toques que lo acercan más que nunca a la familia Volkswagen.

Empezando por fuera, el nuevo Octavia es más largo, más ancho e igual de alto. Parece más coche y va muy bien plantado. No hay “goyerías” de diseño, porque nunca las ha habido y el grupo VAG asume con la cabeza alta que nunca ninguno de sus coches ganará un premio a la originalidad. Pero no pasa nada. Dentro de la sobriedad, más en este color gris anodino de nuestro coche de prensa, el Skoda sabe transmitir imagen de solidez y modernidad.
Todo es nuevo pero todo recuerda su herencia. Y todo es susceptible de mejora, pues el catálogo de “extras” de este coche se ha visto ampliado a lo grande. Así, para poner más pintón a este Combi se puede elegir entre una amplia paleta de colores, entre varios tipos de llantas hasta de 18” y añadir unas luces de xenon que suman a su vez una atractivas luces de día de LED en los faros delanteros que nosotros no tuvimos.



Lo que sí que teníamos era el acabado “Elegance” tope de gama, que incluía detallitos tanto de equipamiento como estéticos, véanse las bonitas ruedas de 17 pulgadas que exhibía nuestro coche.

Y también teníamos la versión Combi, una decisión personal por considerar que, dada la escasa diferencia de precio entre la cinco puertas y esta (apenas 800 euros), merece la pena contar con el plus de versatilidad que aporta una carrocería “ranchera”, que en nuestro país poco a poco va ganando partidarios.

Poco más que decir de su vista exterior. Es agradable de mirar, es moderno y está bien hecho. Cabe decir que aunque nadie ha elogiado su belleza de líneas, tampoco ha recibido ni una sola crítica negativa. Como un Audi.



En el interior se mantiene la disposición de los mandos y la buena habitabilidad, pero ahora todo “huele más a bueno”. Desde el volante hasta los botones del salpicadero, pasando por la tapicería o la iluminación interior todo ha sido implementado.
Entre este coche y el actual Passat, las diferencias de puertas adentro, son casi de matiz.
De nuevo nos encontramos con todo nuevo y todo conocido. Hasta se mantienen las peculiares gráficas de los relojes, pero son más bonitas, se ven mejor y vienen complementadas por un ordenador de abordo más que completo (¡hasta ofrece la temperatura del aceite!) y con un aire más tecnológico.
El volante forrado en cuero, multifunción y con detalles cromados, es muy agradable de agarrar y su botonería muy fácil de aprender y manejar.
Lo mismo con el equipo multimedia de pantalla táctil de la consola central. Visible y facilita. También te digo que si está disponible todavía el equipo de música “Bolero” de la marca, lo solicites, pues el que trae de serie es flojito y el mencionado –y probado en un Yeti- suena de escándalo.
El climatizador bizona tampoco tiene ningún misterio, ni en su manejo ni en su funcionamiento. Es potente y silencioso.



Lo único misterioso son las teclas sin función que figuran entre el hueco “vacíabolsillos” con tapa de la parte inferior y la palanca de cambios.
Dichas teclas mudas te dan para hacerte una idea de toda la carga más o menos tecnológica que puede incorporar el nuevo Octavia. Detector de fatiga, aparcamiento asistido, acceso y arranque sin llave, Hill Holder, control de presión de neumáticos, asientos delanteros y traseros calefactables, un parktronic trasero que en esta versión debería ser de serie… y todo a unos precios francamente asumibles.

Los asientos son grandes y su mullido es fiel ejemplo de que en la mitad está la virtud. Ni blandos ni duros, aunque tiran más a esto último. Sus regulaciones de banqueta y respaldo pronto te granjearán una muy buena postura a los mandos, con una gran visibilidad en todos los ángulos. Hay apoyabrazos con hueco en su interior, un par de grandes posavasos, uno de ellos con un curioso y práctico accesorio plástico para dejar el móvil seguro pero a la vista, hay grandes espacios en las puertas, portagafas, compartimentos con tapa a la izquierda del volante y una buena guantera.



Las plazas de atrás ofrecen espacio más que de sobra para tres ocupantes adultos, condicionando el confort del habitante de la plaza central a su destreza para evitar el túnel de transmisión, bastante prominente y anticipando la incursión en la gama de versiones con tracción total.
Hay salidas de aire para estas plazas y el espacio para poner los pies es tal que podrías llevar sin problemas a Don Pinpón con sus zapatones de payaso incorporados.
Tampoco tendría que quitarse el sombrero pues la cota de altura también es excelente.

El maletero es… baste contar que un martes por la mañana le pedí a un compañero que entrara a medirlo y el pobre salió de él el miércoles por la noche. Por suerte había alguna pelusa suelta con la que alimentarse…
En serio, son 610 litros ampliables a 900 cargando hasta el techo (que es lo bueno que tiene el Combi) y a su vez ampliables hasta los 1.800 abatiendo los asientos traseros.
Sencillamente enorme.

Y muy bien dispuesto, con argollas, ganchos, cestos, cintas, red… y una rueda de repuesto de verdad bajo su base. Aplauso.
Tal vez lo peor de este espacio ha sido su puerta, de una dubitativa apertura y con tendencia a quedarse a mitad de camino al abrir y al cerrar.



Puesto ya en marcha el coche mediante el giro de su llave convencional, el pequeño TDi de Volkswagen se despereza con notoriedad. No, desde luego no es un propulsor silencioso –nunca lo ha sido- ni especialmente suave –que tampoco-. Ello nos devuelve por un momento la ya casi en este punto olvidada sensación del Octavia como mula de carga. Pero es lo que hay, y si quieres otra cosa ahí están los fantásticos FSi de gasolina.
El chasco decrece cuando una vez lanzados en carretera comprobamos que el volumen no sólo no aumenta sino que decrece. Superado el ralentí, no es un vehículo escandaloso.

También apreciamos el buen trabajo del chasis, con una contención notable de idas y venidas, de balanceos y alabeos que en una versión como esta con maletero ampliado se pudieran producir. El Skoda se mueve con un aplomo encomiable tragando kilómetros como si no le costara un ápice ni a él ni a sus pasajeros. No hay mala reacción de su suspensión ante ningún bache imprevisto, incluso en pleno apoyo cuesta descolocar su carrocería. Sólo llevando el coche a un límite para el que no está pensado muestra un inevitable carácter “morrón” al iniciar suavemente el subviraje. Es un coche noble que deja claro que puede con mucha más potencia, y por ello hay un RS disponible desde ya con 180CV en diesel y 200CV en gasolina.
La prueba de frenada también la ha pasado sin aspavientos, ni para bien, ni para mal.



La dirección es obediente y va suficientemente asistida sea cual sea la situación. Cabe destacar su amplísimo radio de giro, lo que facilita enormemente las maniobras en ciudad.

Y el motor, aparte de sonar, también empuja lo suyo. De hecho, yo creo que hay casi una docena más de caballos bajo el capó de los 105 que anuncia la marca. Porque aunque las prestaciones del coche no son de escándalo, la facilidad con la que las obtiene es reseñable. Por cierto, hemos bajado medio “segundazo” su registro de 0 a 100km/h hasta dejarlo en 10,49 segundos. Las recuperaciones también son bastante buenas, y es que con una caja de cambios de sólo cinco velocidades (pocas en relación a las 8, 9, 17 ó 23 que hoy en día se estilan…) nos aseguramos de que siempre haya “chicha” bajo el pie derecho a la mínima insinuación. Los adelantamientos a 80 y 100km/h los hemos hecho en quinta con total seguridad y rapidez.
Su desarrollo es el lógico, tres primeras muy cortas, una cuarta intermedia y una quinta eterna. La manera de ofrecer la potencia y el par… de TDi de libro. Su gráfico es una meseta. Poco empuje hasta las 1.400 vueltas y luego todo hasta llegadas las 4.200 rpm. se viene abajo.

El consumo también ha fijado una gran marca: 5,8 litros a los 100 en modo normal y 5,7 en modo ECO, con un discreto start&stop de eficaz funcionamiento.
Hablando de modos, este coche lleva el llamado “Selector de modo de conducción” (100 euros) que te permite jugar entre el modo Normal, el Sport, el ECO y otro Individual. Este modifica la respuesta del acelerador, la gestión de la caja de cambios automática si la lleva y el caudal de la climatización. La verdad es que sí que se nota, o más que en otros coches, y en modo Sport, el que más he llevado, lo convierte en un coche muy vivo sin llegar a exagerar. El resto de modos son más discretos, pero quiero puntualizar una cosa para que tomen nota las marcas “premium”: Cuando pulsas Sport, conduces y aparcas, al volver, el coche arranca en Sport, y así todas las veces que sea hasta que decidas seleccionar otra cosa. Lo digo porque en otros modelos más de campanillas tienes que volver a pulsar botones una y otra vez a cada vez que paras el motor. A todo esto, en el Skoda la selección se hace a través de su pantalla multifunción.



En fin, difícil sacarle defectos a este coche. Quizá el más notable –y casi único- sea su precio, que se ha “subido a la parra” un tanto: son 24.600 euros. Ya no es el coche barato para llevar gente y trastos de antaño. Pero es que… efectivamente ya no es el coche barato para llevar gente y trastos de antaño.
Siempre ha sido un buen coche, pero ahora es todavía mejor. Discretamente, siempre sabrá estar en su sitio.



NUESTRA NOTA: 9
Valoracion prueba 9
Cosas a favor

Producto muy completo
Consumo realmente bajo
Habitáculo y maletero enorme

Cosas en contra

Precio algo elevado
Sin sensores de parking trasero de serie
Puerta del maletero perezosa

motor
MOTOR
  • Cilindrada: 1.598 c.c.
  • Potencia: 105 CV CEE
  • Par: 25,5 mkg
  • Tracción: delantera
  • Caja de cambios: manual 5 velocidades
dimensiones
Dimensiones
  • Largo/ancho/alto: 465/181/146 cms
  • Peso: 1.247 kgs
  • Ruedas: 225/45R17
  • Maletero: Cabe Teruel
  • Cap. Depósito: 50 l
prestaciones
Prestaciones
  • Velocidad máxima: 194 km/h
  • Aceleración 0-100km/h: 11 seg
  • Consumo medio oficial: 3,8 l/100kms
equipamiento
Equipamiento
  • Equipamiento: ABS, BAS, EDB, ESP, TCS, 6 airbags + airbag de rodilla conductor, bluetooth, barras en el techo, ordenador de a bordo, climatizador bizona, llantas de aleación de 17", portagafas, retrovisores eléctricos abatibles, parabrisas atérmico, red en el maletero, faros antiniebla, luz diurna, control de velocidad, sensor de luces y limpias...

"Bonus Gallery"
Fotografías del Skoda Octavia 1.6TDi Combi Elegance

  • Frente a la palanca tienes siete botones mudos para llenar de equipamiento adicional

    Frente a la palanca tienes siete botones mudos para llenar de equipamiento adicional
  • Cada vez son más los que se apuntan a esconder el reproductor de CD en la guantera

    Cada vez son más los que se apuntan a esconder el reproductor de CD en la guantera
  • Nuestro coche perdió una letra por el camino. Pero bueno, O-Tavia tampoco es mal nombre...

    Nuestro coche perdió una letra por el camino. Pero bueno, O-Tavia tampoco es mal nombre...
  • A través de la pantalla multimedia se escoge el modo de conducción

    A través de la pantalla multimedia se escoge el modo de conducción
  • La información disponible en el cuadro es más que completa

    La información disponible en el cuadro es más que completa
  • Sea por autovía, autopista o carretera de montaña, el Octavia siempre será un fiel aliado

    Sea por autovía, autopista o carretera de montaña, el Octavia siempre será un fiel aliado
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