Kia Pro_Cee´d 1.6GDi Drive
" Más coupé, igual de práctico "
Si el Kia Cee´d hasta ahora tenía el honor de ser el único coche del mercado con apóstrofe en su nombre, ahora Kia riza el rizo y propone un nuevo modelo que no sólo conserva la excentricidad sino que la mejora con una barra baja en su denominación… y una carrocería mucho más resultona.
Porque aunque en algunos medios, poco cuidadosos con la ortografía, veáis escrito Kia Pro Ceed o incluso Kia Proceed, su nombre auténtico es Kia Pro_Cee´d. Todo un desafío para la capacidad idiomática de los españoles, no especialmente desenvuelta en este aspecto.
Sin embargo, la denominación no es nueva, ya que hace años la estrenó la anterior versión tres puertas del mencionado Cee´d. Lo que sí es nuevo es el concepto, que muta de simple versión con dos puertas menos a otra con una personalidad coupé mucho más nítida y definida. Un coche que no renuncia a la familiaridad con su hermano de cinco puertas pero que exhibe su propia identidad. Un ejercicio de estilo y distinción muy similar al que hizo Opel con su Astra y GTC de última generación.
Esto sobre el papel, porque una vez que nos metemos en harina, hay más semejanzas que diferencias. Y esto, en absoluto es malo.
Pero empezando por lo distinto, empezaremos por lo más obvio: el Pro_Cee´d tiene dos puertas menos que el Cee´d.
Sin embargo no sólo se las han quitado, sino que se ha modificado toda la línea del techo para lograr el efecto indiscutible de coupé. De hecho, del pilar A hacia atrás, todo el coche es nuevo y visto de perfil, se nota.
Puede gustar más o menos, pero el resultado está más que logrado. Visto de lado luce una silueta afilada, con puertas enormes, buenas superficies acristaladas delante y detrás, hombros marcados en las aletas traseras y un discreto alerón de techo.
La parte trasera también es de nuevo cuño. Me atrevería a decir sin miedo a equivocarme que tan sólo comparte con el modelo de cinco puertas el logotipo de KIA y la denominación de Cee´d… espera ¿dónde está el Pro_? Maldita sea, estos coreanos quieren volvernos locos…
En fin, sea como fuere, los grupos ópticos de LED -según versiones- aparecen esculpidos sobre la zaga, rematados por unos discretos pliegues en el portón que los enmarcan. La puerta del maletero, por su parte, no es especialmente amplia.
En el parachoques encontramos, a mi juicio, dos sutiles defectos: el primero es que la ubicación de las luces antiniebla y de marcha atrás no es la más apropiada, pues quedan demasiado expuestos a “golpes tontos” de aparcamiento, y en segundo lugar –y hablando de aparcamiento- el hecho de que los sensores del parktronic no vayan pintados en el color de la carrocería sino que exhiban su color “en bruto” –negro- les da una apariencia de “aftermarket” descarada.
Por cierto, la salida de escape ovalada también es común con su hermano de más puertas.
La parte frontal, que a pesar de ser la primera que se ve la he dejado para el final, es quizá la parte menos trabajada del coche por ser la que más elementos comparte con la versión de la que deriva.
Se han sumado unos cromados muy del gusto oriental pero no tanto de estas latitudes. Le dan un toque elegante en parrilla y antinieblas pero restan deportividad al conjunto.
La iluminación diurna mediante guirnaldas LED (cómo no!) en los faros también es de serie en este acabado.
Cuando pasamos al interior, la diferenciación se acaba.
El puesto a los mandos del Kia Pro_Cee´d es el mismo que el del Kia Cee´d… salvo por un detalle: la caída más pronunciada del techo que ya empieza a bajar desde el parabrisas hace que la postura de conducción en la posición más baja del asiento resulte incluso demasiado elevada. Más si como ha sido nuestro caso, cuentas con la opción de techo panorámico, cuya toldilla al cerrarse se llevará por delante tu flequillo a nada que midas más de metro ochenta.
Con todo ello, para sentirte confortable a los mandos, te verás obligado a jugar con la rosca de regulación del respaldo y con los reglajes del volante –en altura y en profundidad-, y ni por esas hay garantía de dar con tu postura ideal a la primera.
Lo demás, como decía, es igual que en el Kia Cee´d. Una calidad de plásticos mejor de lo que parece, una ergonomía aceptable, una información completa en el cuadro y unos mandos de manejo intuitivo y sencillo.
El volante tiene 15 mil botones –número aproximado- pero son todos facilitos. Entre ellos destaca el que regula la asistencia de la dirección, que va entre suave para maniobras hasta duro para conducción más decidida. Y un modo intermedio, claro.
Las plazas de atrás son más aprovechables de lo que pudiéramos pensar en un principio, ya que son capaces de albergar dos adultos sin problemas ni siquiera en la cota de altura. Tres pasajeros ya lo van a pasar un poco peor pues la anchura tampoco sobra, pero de manera eventual, vale. El acceso a ellas tampoco es difícil dadas las generosas dimensiones de las puertas delanteras y a un respaldo que abate al mismo tiempo que desliza la banqueta.
El maletero tiene una buena capacidad real de 380 litros de carga. Sin embargo, su boca está demasiado elevada y el hueco que deja su portón tampoco es especialmente generoso. En fin, quien quiera un coche práctico que se compre un monovolumen.
Para esta prueba hemos escogido la versión 1.6GDi por la que algunos nos habéis preguntado. Y es que con un precio promocional que lo aleja casi 4.000 euros de su equivalente diesel… es como para pensárselo, y mucho.
El motor es un cuatro cilindros de mil seiscientos centímetros cúbicos de la vieja escuela, esto es, sin turbo. Un propulsor que consigue buenas prestaciones a base de revoluciones, pero estas tardan en llegar.
El mapa motor del coche puede resultar extraño a quien no conozca o no se acuerde de cómo va un coche de gasolina sin sobrealimentación, pues resulta contundente en arrancadas desde parado o a muy bajas vueltas, un poco muermo a medio régimen, y de nuevo más vital por encima de las 4.500 rpm. O sea, todo lo contrario que un Tdi moderno.
A mí me gusta, pero me gustaría más si subiera de vueltas con algo más de brío para, en conducción exigente, acabar cuanto antes con la “zona de vacío”. En recuperaciones y adelantamientos no es precisamente un rayo, y te obligará a bajar marcha casi siempre para solventar la situación con celeridad y seguridad.
Quizá la culpa de todo ello lo tengan unos desarrollos de la caja de cambios más bien conservadores, que buscan mimar el consumo y, de paso, el confort de los ocupantes.
Y el objetivo desde luego, se lo doy por más que cumplido.
Ha sido sorprendente lo poco que ha gastado este Pro_Cee´d en la prueba de consumo medio realizado en un tramo de 104kms de uso mixto: 6,7 litros, una cifra poco alejada de los 6,1 l/100km que homologa la marca. Muy bien.
Eso sin start&stop, ni botón ECO y con poco cuidado de la aguja del depósito.
La otra cuestión referida era el confort, y este aspecto el Kia también sabe cuidarlo.
En principio porque su motor no suena, no vibra y no hace aspavientos hasta que se buscan los 135CV que anuncia su mecánica.
Las suspensiones también están enfocadas más a la comodidad que a otra cosa, aunque unos feos rebotes del eje trasero al pasar por bandas sonoras más rápido de lo debido puedan sugerir otra cosa.
El coche en carretera secundaria y a buen ritmo muestra un sincero carácter subvirador y una lógica tendencia al balanceo que te hará tomar las cosas con más calma. En vías rápidas es un automóvil noble, confortable y aplomado.
Es una pena que el 1.6GDi no pueda contar ni en opción con las ruedas de 17” que llevan los diesel en su acabado Emotion, y que para conseguir mejores cualidades dinámicas ya te tengas que ir al 1.6Turbo GT (que en una primera toma de contacto ya nos dejó muy buen sabor de boca).
La dirección, incluso en su programa “Sport” peca de blanda, y los frenos han marcado distancias de detención en la media del segmento.
Sumando todo lo dicho nos da como resultado un coche equilibrado, un coupé sin excesos. Un modelo bonito y de muy agradable rodar, nada radical en su fondo ni en su forma. Y que gasta muy poquito.
El precio de partida para esta versión Drive son 19.925 euros (mil más con el techo solar y el partronic trasero) , pero como ya digo y ya nos habéis comentado, muy mal se os tiene que dar la negociación para pagar mas de 17 mil…
Otra cosa negativa en este punto, es la política casi cerrada de opciones de la marca.
El gasolina sólo lo hacen en versión Concept (básica) y Drive (intermedio), y las lagunas de equipamiento con respecto al Emotion no se pueden suplir con la carta de opcionales, con lo que si quieres la pantalla del ordenador a color o los faros de xenon… te fastidias y te compras un diesel.
Esto se lo tienen que mirar…
Sin embargo, la denominación no es nueva, ya que hace años la estrenó la anterior versión tres puertas del mencionado Cee´d. Lo que sí es nuevo es el concepto, que muta de simple versión con dos puertas menos a otra con una personalidad coupé mucho más nítida y definida. Un coche que no renuncia a la familiaridad con su hermano de cinco puertas pero que exhibe su propia identidad. Un ejercicio de estilo y distinción muy similar al que hizo Opel con su Astra y GTC de última generación.
Esto sobre el papel, porque una vez que nos metemos en harina, hay más semejanzas que diferencias. Y esto, en absoluto es malo.
Pero empezando por lo distinto, empezaremos por lo más obvio: el Pro_Cee´d tiene dos puertas menos que el Cee´d.
Sin embargo no sólo se las han quitado, sino que se ha modificado toda la línea del techo para lograr el efecto indiscutible de coupé. De hecho, del pilar A hacia atrás, todo el coche es nuevo y visto de perfil, se nota.
Puede gustar más o menos, pero el resultado está más que logrado. Visto de lado luce una silueta afilada, con puertas enormes, buenas superficies acristaladas delante y detrás, hombros marcados en las aletas traseras y un discreto alerón de techo.
La parte trasera también es de nuevo cuño. Me atrevería a decir sin miedo a equivocarme que tan sólo comparte con el modelo de cinco puertas el logotipo de KIA y la denominación de Cee´d… espera ¿dónde está el Pro_? Maldita sea, estos coreanos quieren volvernos locos…
En fin, sea como fuere, los grupos ópticos de LED -según versiones- aparecen esculpidos sobre la zaga, rematados por unos discretos pliegues en el portón que los enmarcan. La puerta del maletero, por su parte, no es especialmente amplia.
En el parachoques encontramos, a mi juicio, dos sutiles defectos: el primero es que la ubicación de las luces antiniebla y de marcha atrás no es la más apropiada, pues quedan demasiado expuestos a “golpes tontos” de aparcamiento, y en segundo lugar –y hablando de aparcamiento- el hecho de que los sensores del parktronic no vayan pintados en el color de la carrocería sino que exhiban su color “en bruto” –negro- les da una apariencia de “aftermarket” descarada.
Por cierto, la salida de escape ovalada también es común con su hermano de más puertas.
La parte frontal, que a pesar de ser la primera que se ve la he dejado para el final, es quizá la parte menos trabajada del coche por ser la que más elementos comparte con la versión de la que deriva.
Se han sumado unos cromados muy del gusto oriental pero no tanto de estas latitudes. Le dan un toque elegante en parrilla y antinieblas pero restan deportividad al conjunto.
La iluminación diurna mediante guirnaldas LED (cómo no!) en los faros también es de serie en este acabado.
Cuando pasamos al interior, la diferenciación se acaba.
El puesto a los mandos del Kia Pro_Cee´d es el mismo que el del Kia Cee´d… salvo por un detalle: la caída más pronunciada del techo que ya empieza a bajar desde el parabrisas hace que la postura de conducción en la posición más baja del asiento resulte incluso demasiado elevada. Más si como ha sido nuestro caso, cuentas con la opción de techo panorámico, cuya toldilla al cerrarse se llevará por delante tu flequillo a nada que midas más de metro ochenta.
Con todo ello, para sentirte confortable a los mandos, te verás obligado a jugar con la rosca de regulación del respaldo y con los reglajes del volante –en altura y en profundidad-, y ni por esas hay garantía de dar con tu postura ideal a la primera.
Lo demás, como decía, es igual que en el Kia Cee´d. Una calidad de plásticos mejor de lo que parece, una ergonomía aceptable, una información completa en el cuadro y unos mandos de manejo intuitivo y sencillo.
El volante tiene 15 mil botones –número aproximado- pero son todos facilitos. Entre ellos destaca el que regula la asistencia de la dirección, que va entre suave para maniobras hasta duro para conducción más decidida. Y un modo intermedio, claro.
Las plazas de atrás son más aprovechables de lo que pudiéramos pensar en un principio, ya que son capaces de albergar dos adultos sin problemas ni siquiera en la cota de altura. Tres pasajeros ya lo van a pasar un poco peor pues la anchura tampoco sobra, pero de manera eventual, vale. El acceso a ellas tampoco es difícil dadas las generosas dimensiones de las puertas delanteras y a un respaldo que abate al mismo tiempo que desliza la banqueta.
El maletero tiene una buena capacidad real de 380 litros de carga. Sin embargo, su boca está demasiado elevada y el hueco que deja su portón tampoco es especialmente generoso. En fin, quien quiera un coche práctico que se compre un monovolumen.
Para esta prueba hemos escogido la versión 1.6GDi por la que algunos nos habéis preguntado. Y es que con un precio promocional que lo aleja casi 4.000 euros de su equivalente diesel… es como para pensárselo, y mucho.
El motor es un cuatro cilindros de mil seiscientos centímetros cúbicos de la vieja escuela, esto es, sin turbo. Un propulsor que consigue buenas prestaciones a base de revoluciones, pero estas tardan en llegar.
El mapa motor del coche puede resultar extraño a quien no conozca o no se acuerde de cómo va un coche de gasolina sin sobrealimentación, pues resulta contundente en arrancadas desde parado o a muy bajas vueltas, un poco muermo a medio régimen, y de nuevo más vital por encima de las 4.500 rpm. O sea, todo lo contrario que un Tdi moderno.
A mí me gusta, pero me gustaría más si subiera de vueltas con algo más de brío para, en conducción exigente, acabar cuanto antes con la “zona de vacío”. En recuperaciones y adelantamientos no es precisamente un rayo, y te obligará a bajar marcha casi siempre para solventar la situación con celeridad y seguridad.
Quizá la culpa de todo ello lo tengan unos desarrollos de la caja de cambios más bien conservadores, que buscan mimar el consumo y, de paso, el confort de los ocupantes.
Y el objetivo desde luego, se lo doy por más que cumplido.
Ha sido sorprendente lo poco que ha gastado este Pro_Cee´d en la prueba de consumo medio realizado en un tramo de 104kms de uso mixto: 6,7 litros, una cifra poco alejada de los 6,1 l/100km que homologa la marca. Muy bien.
Eso sin start&stop, ni botón ECO y con poco cuidado de la aguja del depósito.
La otra cuestión referida era el confort, y este aspecto el Kia también sabe cuidarlo.
En principio porque su motor no suena, no vibra y no hace aspavientos hasta que se buscan los 135CV que anuncia su mecánica.
Las suspensiones también están enfocadas más a la comodidad que a otra cosa, aunque unos feos rebotes del eje trasero al pasar por bandas sonoras más rápido de lo debido puedan sugerir otra cosa.
El coche en carretera secundaria y a buen ritmo muestra un sincero carácter subvirador y una lógica tendencia al balanceo que te hará tomar las cosas con más calma. En vías rápidas es un automóvil noble, confortable y aplomado.
Es una pena que el 1.6GDi no pueda contar ni en opción con las ruedas de 17” que llevan los diesel en su acabado Emotion, y que para conseguir mejores cualidades dinámicas ya te tengas que ir al 1.6Turbo GT (que en una primera toma de contacto ya nos dejó muy buen sabor de boca).
La dirección, incluso en su programa “Sport” peca de blanda, y los frenos han marcado distancias de detención en la media del segmento.
Sumando todo lo dicho nos da como resultado un coche equilibrado, un coupé sin excesos. Un modelo bonito y de muy agradable rodar, nada radical en su fondo ni en su forma. Y que gasta muy poquito.
El precio de partida para esta versión Drive son 19.925 euros (mil más con el techo solar y el partronic trasero) , pero como ya digo y ya nos habéis comentado, muy mal se os tiene que dar la negociación para pagar mas de 17 mil…
Otra cosa negativa en este punto, es la política casi cerrada de opciones de la marca.
El gasolina sólo lo hacen en versión Concept (básica) y Drive (intermedio), y las lagunas de equipamiento con respecto al Emotion no se pueden suplir con la carta de opcionales, con lo que si quieres la pantalla del ordenador a color o los faros de xenon… te fastidias y te compras un diesel.
Esto se lo tienen que mirar…
NUESTRA NOTA: 7.5
Cosas a favor
Confort de marcha
Consumo muy bajo
Estética diferenciada
Cosas en contra
Postura al volante elevada
Política de opciones y acabados
Interior indistinguible del 5p
MOTOR
- Cilindrada: 1.591 c.c.
- Potencia: 135 CV CEE
- Par: 16,8 mkg
- Tracción: delantera
- Caja de cambios: manual 6 velocidades
Dimensiones
- Largo/ancho/alto: 431/178/147 cms
- Peso: 1.192 kgs
- Ruedas: 205/55R16
- Maletero: 380 l
- Cap. Depósito: 53 l
Prestaciones
- Velocidad máxima: 195 km/h
- Aceleración 0-100km/h: 9,9 seg
- Consumo medio oficial: 6,1 l/100kms
Equipamiento
- Equipamiento: ABS, EBD, ESP, ASR, Hill Holder, 6 airbags, ordenador de a bordo, equipo audio CD-mp3 con conexión USB, bluetooth, control y limitador de velocidad, climatizador, luces diurnas de led, luz de curva, volante multifunción, llantas de aleación de 16", faros antiniebla, retrovisores eléctricos, 7 años de garantía...