Citroen C4Aircross 1.8HDi Exc. 4WD
" Elegante disfraz "
Tras el Citroen C-Crosser, que escondía un Mitsubishi Outlander, este Aircross llega como segundo ejercicio de colaboración entre la marca japonesa y el grupo francés, ocultando bajo una estética más trabajada, las entrañas del todocamino nipón ASX.
Es curioso, a un primer vistazo el Aircross resulta más japonés que el propio ASX. Tanta línea curva, tan vanguardista disposición lumínica, la mirada asiática… eso hasta que nos acercamos y descubrimos que tanto gusto por el detalle no puede ser otra cosa que un rasgo francés (o italiano, pero como nuestros “primos” andan tan de capa caída…). Y tras lo barroco quizá de algunos elementos, descubrimos la chapa de Citroën, lo que tal vez decepcione. Me explico: Este coche es tan distinto al C4 del que toma parte de su nombre que más les hubiera valido engrosarlo a las filas de la línea DS donde su llamativa estampa -con cromados, pilares truncados, leds verticales- generaría bastante menor extrañeza.
Pero claro, una cosa es el coche por fuera, bastante logrado y diferenciado del Mitsubishi ASX y de su hermano Peugeot 4008, y otra muy distinta es lo que nos encontramos al abrir la puerta.
Aquí la originalidad se reduce a cambiar el logo del volante, pues todo, y cuando digo todo es todo, procede del modelo primigenio.
Esto que puede resultar un trago amargo a los paladares más delicados, en realidad no es nada malo, pues el interior del compacto ASX ya raya a gran altura. Sí, es soso, pero es bueno.
Y es bueno desde la postura del conductor, sentado en un asiento muy cómodo con reglajes eléctricos –si te cabe la mano entre la butaca y la puerta para accionar los mandos, que esa es otra- y adoptando una posición alta sin exagerar, muy natural y relajada de cara a viajes largos. La ergonomía viene marcada por lo escueto de sus mandos, ya que en la consola principal la pantalla multifunción es táctil, lo que libera el lugar de botones, y sólo contempla el warning y las roscas de la climatización.
A la izquierda del volante multifunción –sencillito- sólo hay tres botones, referentes al Start&Stop (llamado AS&G y de funcionamiento rudo), el Parktronic y el ESP, y un poquito más cerca de tu mano, el del ordenador de a bordo, claro y fácil de manejar y muy visible a través de su pantalla central en el cuadro.
El cuadro es un cuadro completo, que combina información analógica con mediciones digitales.
La visibilidad desde esta plaza de conductor también es buena, apoyada por unos generosos retrovisores laterales y una funcional cámara de aparcamiento trasera en este acabado.
Para colocar objetos el Aircross dispone de dos grandes posavasos a la vista entre los asientos –y entre los botones escondidos de la calefacción de los mismos- y tras el mando giratorio del sistema de tracción, así como una guantera con dos niveles y bolsas grandes en las puertas, de delante y de atrás.
El acceso a las plazas traseras se hace todo lo bien que permiten unas puertas no muy grandes –en el fondo, hablamos de un coche de poco más de 4,30m de longitud- pero muy dispuestas a abrirse de par en par. Dentro hay una capacidad aceptable para lidiar con tres ocupantes, pues el piso es relativamente plano y la cota de altura resulta suficiente. Sí claro, a lo ancho irán apretados, pero insisto en que es un compacto y no se le pueden pedir peras al olmo…
No hay toberas de salida de aire pero tampoco se echan de menos, y los cristales tintados son un plus de confort en este ejemplar Exclusive. Un acabado que, a falta del navegador, el equipo de sonido Premium y la mencionada cámara de marcha atrás, es más que completo. Además se puede completar con lo dicho por muy poco dinero, pues viene en un pack por algo más de 1.200 euros. El cuero y otros detalles ya se pueden salir más de presupuesto.
Por cierto que la rueda de repuesto de galleta es opcional (80 eurillos) y nuestro coche venía con ella alojada en el falso fondo del maletero. Aún siendo de tamaño de “galleta Príncipe Doble Chocolate”, es decir, grandecita, no roba excesivo espacio y el hueco mantiene casi al completo los 440 litros que anuncia. El subwoofer del equipo de sonido también está disimulado con acierto en un lateral de la caja. La apertura del portón descubre una oquedad muy aprovechable con una boca fácil de franquear con objetos de buen tamaño pero no muy pesados, pues se queda algo alta.
Eso a coche parado, con el coche en movimiento, una palabra se ha repetido en nuestra cabeza durante la semana que ha durado la prueba: agilidad.
El C4 Aircross, o como aquí lo hemos bautizado, el AirSXc4000ypico, es un coche fácil de llevar a ritmo ligero transmitiendo la contradictoria sensación de coche pequeño y coche grande al mismo tiempo.
Su motor, 1.8 HDi (también conocido como 200 Di-D), es un prodigio de empuje superado el bache inicial de los turbodiesel modernos. A partir de 1.500 vueltas ya tenemos todo el par motor bajo el pie derecho y una buena parte de los 150CV de su motor. Con ello, las salidas desde casi parado en segunda son fulgurantes, siendo recomendable tener el modo de tracción 4x4 conectado para que no patinen las ruedas delanteras. Las recuperaciones son brillantes y sus prestaciones, sin ser estratosféricas, están en la media del segmento. Su caja de 6 velocidades hace gala de un tacto sereno y preciso en conducción natural, y la sonoridad de su propulsor que se filtra al habitáculo no hace la existencia insoportable.
Y con todo el coche avanza con gran aplomo y sin un mal gesto en apoyos pronunciados a pesar de su altura elevada, manteniendo dignos cruceros en vías abiertas, pero es que en carreteras secundarias tampoco lo hace nada mal. El conjunto de las suspensiones trabaja bien en firme irregular, trasmitiendo seguridad y siendo predecible en los giros cerrados. También mantiene el compromiso con el confort haciendo que una monta dadivosa de neumáticos parezca la más acertada. Los frenos cumplen sin aspavientos y la dirección se muestra más firme que las de Citroën, pero igual de espabilada. En urbano, su buen radio de giro, altura elevada, visibilidad clara y en definitiva, las contenidas dimensiones del coche, lo hacen un aliado si no perfecto, sí muy apropiado.
Y nos queda un as más en la baraja, la de contar con la posibilidad de escaparnos del aburrido asfalto merced a un sistema de tracción procedente de un fabricante que en lo de 4x4 ya tiene experiencia desde hace rato.
Obviamente no quisimos someter al Aircross a un duro recorrido por campos y trialeras, pero en eventuales salidas a pista forestal lo hizo un rato bien. No tanto como un Renault Koleos, pero sí mejor que un Ford Kuga. El mando contempla tres variantes: 2WD (sólo tracción delantera), 4WD (delante y detrás, con reparto según las condiciones) y LOCK (que fija el diferencial y establece un reparto de potencia y par estable entre los dos ejes sean cuales sean la condiciones de la vía). En 4WD, o sea, Auto, ya funciona muy bien con capacidad motriz para mover el coche con agilidad por diversos terrenos, pero está bien contar con el modo de bloqueo para, como fue mi caso, salir patinando de unas roderas embarradas que se habían formado con las últimas y copiosas lluvias.
El consumo, en ningún caso se disparó, por ello nos permitimos incluir la pequeña parte de fuera del asfalto en la media, que quedó fijada en 6,9 litros conduciendo siempre con el modo 4WD activado –y LOCK circunstancialmente-. Consumo que fácilmente se puede bajar medio litro circulando siempre con la función de sólo dos ruedas motrices disponible.
Con todo, el C4 Aircross se reivindica como un coche muy completo, pero tanto como el nutrido grupo que está en lid en el segmento. Ese es el problema, al que hay que añadir su “travestismo” que le resta pedigrí pero que le hace ganar adeptos guiados por la estética.
La referencia a derrotar es el Nissan Qashqai, que en su variante diesel de similar potencia ya sólo está disponible con cambio automático y sale un poco más caro (30.750 euros el Citroën por 32.200 euros el Nissan) a pesar de ir un pelín más equipado.
Hace tiempo que no conduzco el best seller japonés inventor de esta tendencia SUV “de pacotilla”, tal vez sea el momento de pedir uno para refrescar la memoria, pero creo que si bien este PeugMitsuTroën no la va en exceso a la zaga, todavía le falta algo.
Ahora, como original a la vista, a este Aircross pocos le ganan.
Pero claro, una cosa es el coche por fuera, bastante logrado y diferenciado del Mitsubishi ASX y de su hermano Peugeot 4008, y otra muy distinta es lo que nos encontramos al abrir la puerta.
Aquí la originalidad se reduce a cambiar el logo del volante, pues todo, y cuando digo todo es todo, procede del modelo primigenio.
Esto que puede resultar un trago amargo a los paladares más delicados, en realidad no es nada malo, pues el interior del compacto ASX ya raya a gran altura. Sí, es soso, pero es bueno.
Y es bueno desde la postura del conductor, sentado en un asiento muy cómodo con reglajes eléctricos –si te cabe la mano entre la butaca y la puerta para accionar los mandos, que esa es otra- y adoptando una posición alta sin exagerar, muy natural y relajada de cara a viajes largos. La ergonomía viene marcada por lo escueto de sus mandos, ya que en la consola principal la pantalla multifunción es táctil, lo que libera el lugar de botones, y sólo contempla el warning y las roscas de la climatización.
A la izquierda del volante multifunción –sencillito- sólo hay tres botones, referentes al Start&Stop (llamado AS&G y de funcionamiento rudo), el Parktronic y el ESP, y un poquito más cerca de tu mano, el del ordenador de a bordo, claro y fácil de manejar y muy visible a través de su pantalla central en el cuadro.
El cuadro es un cuadro completo, que combina información analógica con mediciones digitales.
La visibilidad desde esta plaza de conductor también es buena, apoyada por unos generosos retrovisores laterales y una funcional cámara de aparcamiento trasera en este acabado.
Para colocar objetos el Aircross dispone de dos grandes posavasos a la vista entre los asientos –y entre los botones escondidos de la calefacción de los mismos- y tras el mando giratorio del sistema de tracción, así como una guantera con dos niveles y bolsas grandes en las puertas, de delante y de atrás.
El acceso a las plazas traseras se hace todo lo bien que permiten unas puertas no muy grandes –en el fondo, hablamos de un coche de poco más de 4,30m de longitud- pero muy dispuestas a abrirse de par en par. Dentro hay una capacidad aceptable para lidiar con tres ocupantes, pues el piso es relativamente plano y la cota de altura resulta suficiente. Sí claro, a lo ancho irán apretados, pero insisto en que es un compacto y no se le pueden pedir peras al olmo…
No hay toberas de salida de aire pero tampoco se echan de menos, y los cristales tintados son un plus de confort en este ejemplar Exclusive. Un acabado que, a falta del navegador, el equipo de sonido Premium y la mencionada cámara de marcha atrás, es más que completo. Además se puede completar con lo dicho por muy poco dinero, pues viene en un pack por algo más de 1.200 euros. El cuero y otros detalles ya se pueden salir más de presupuesto.
Por cierto que la rueda de repuesto de galleta es opcional (80 eurillos) y nuestro coche venía con ella alojada en el falso fondo del maletero. Aún siendo de tamaño de “galleta Príncipe Doble Chocolate”, es decir, grandecita, no roba excesivo espacio y el hueco mantiene casi al completo los 440 litros que anuncia. El subwoofer del equipo de sonido también está disimulado con acierto en un lateral de la caja. La apertura del portón descubre una oquedad muy aprovechable con una boca fácil de franquear con objetos de buen tamaño pero no muy pesados, pues se queda algo alta.
Eso a coche parado, con el coche en movimiento, una palabra se ha repetido en nuestra cabeza durante la semana que ha durado la prueba: agilidad.
El C4 Aircross, o como aquí lo hemos bautizado, el AirSXc4000ypico, es un coche fácil de llevar a ritmo ligero transmitiendo la contradictoria sensación de coche pequeño y coche grande al mismo tiempo.
Su motor, 1.8 HDi (también conocido como 200 Di-D), es un prodigio de empuje superado el bache inicial de los turbodiesel modernos. A partir de 1.500 vueltas ya tenemos todo el par motor bajo el pie derecho y una buena parte de los 150CV de su motor. Con ello, las salidas desde casi parado en segunda son fulgurantes, siendo recomendable tener el modo de tracción 4x4 conectado para que no patinen las ruedas delanteras. Las recuperaciones son brillantes y sus prestaciones, sin ser estratosféricas, están en la media del segmento. Su caja de 6 velocidades hace gala de un tacto sereno y preciso en conducción natural, y la sonoridad de su propulsor que se filtra al habitáculo no hace la existencia insoportable.
Y con todo el coche avanza con gran aplomo y sin un mal gesto en apoyos pronunciados a pesar de su altura elevada, manteniendo dignos cruceros en vías abiertas, pero es que en carreteras secundarias tampoco lo hace nada mal. El conjunto de las suspensiones trabaja bien en firme irregular, trasmitiendo seguridad y siendo predecible en los giros cerrados. También mantiene el compromiso con el confort haciendo que una monta dadivosa de neumáticos parezca la más acertada. Los frenos cumplen sin aspavientos y la dirección se muestra más firme que las de Citroën, pero igual de espabilada. En urbano, su buen radio de giro, altura elevada, visibilidad clara y en definitiva, las contenidas dimensiones del coche, lo hacen un aliado si no perfecto, sí muy apropiado.
Y nos queda un as más en la baraja, la de contar con la posibilidad de escaparnos del aburrido asfalto merced a un sistema de tracción procedente de un fabricante que en lo de 4x4 ya tiene experiencia desde hace rato.
Obviamente no quisimos someter al Aircross a un duro recorrido por campos y trialeras, pero en eventuales salidas a pista forestal lo hizo un rato bien. No tanto como un Renault Koleos, pero sí mejor que un Ford Kuga. El mando contempla tres variantes: 2WD (sólo tracción delantera), 4WD (delante y detrás, con reparto según las condiciones) y LOCK (que fija el diferencial y establece un reparto de potencia y par estable entre los dos ejes sean cuales sean la condiciones de la vía). En 4WD, o sea, Auto, ya funciona muy bien con capacidad motriz para mover el coche con agilidad por diversos terrenos, pero está bien contar con el modo de bloqueo para, como fue mi caso, salir patinando de unas roderas embarradas que se habían formado con las últimas y copiosas lluvias.
El consumo, en ningún caso se disparó, por ello nos permitimos incluir la pequeña parte de fuera del asfalto en la media, que quedó fijada en 6,9 litros conduciendo siempre con el modo 4WD activado –y LOCK circunstancialmente-. Consumo que fácilmente se puede bajar medio litro circulando siempre con la función de sólo dos ruedas motrices disponible.
Con todo, el C4 Aircross se reivindica como un coche muy completo, pero tanto como el nutrido grupo que está en lid en el segmento. Ese es el problema, al que hay que añadir su “travestismo” que le resta pedigrí pero que le hace ganar adeptos guiados por la estética.
La referencia a derrotar es el Nissan Qashqai, que en su variante diesel de similar potencia ya sólo está disponible con cambio automático y sale un poco más caro (30.750 euros el Citroën por 32.200 euros el Nissan) a pesar de ir un pelín más equipado.
Hace tiempo que no conduzco el best seller japonés inventor de esta tendencia SUV “de pacotilla”, tal vez sea el momento de pedir uno para refrescar la memoria, pero creo que si bien este PeugMitsuTroën no la va en exceso a la zaga, todavía le falta algo.
Ahora, como original a la vista, a este Aircross pocos le ganan.
NUESTRA NOTA: 8
Cosas a favor
Motor muy potente
Sistema de tracción sencillo y funcional
Agilidad en la conducción
Cosas en contra
Interior nada diferenciado
Mandos de la regulación de los asientos
Start&Stop mejorable (poco PSA…)
MOTOR
- Cilindrada: 1.798 c.c.
- Potencia: 150 CV CEE
- Par: 30,6 mkg
- Tracción: integral conectable
- Caja de cambios: manual 6 velocidades
Dimensiones
- Largo/ancho/alto: 434/180/163 cms
- Peso: 1.495 kgs
- Ruedas: 225/55R18
- Maletero: 442 l
- Cap. Depósito: 63 l
Prestaciones
- Velocidad máxima: 198 km/h
- Aceleración 0-100km/h: 11,5 seg
- Consumo medio oficial: 5,6 l/100kms
Equipamiento
- Equipamiento: ABS, BAS, EDB, ESP, TCS, 6 airbags + de rodilla conductor, climatizador, bluetooth, sensor de luces y limpias, faros de xenon, luces antiniebla, luces diurnas LED, Hill Holder, ordenador de a bordo, retrovisores abatibles eléctricos, parktronic delantero y trasero, cristales tintados, control y limitador de velocidad...