Range Rover Evoque TD4 5p Prestige aut.
" Ni más, ni menos "
El pequeño y resultón Evoque encuentra su punto de equilibrio con este motor, esta tracción total, este cambio automático, esta carrocería y este acabado. Ir a más es casi innecesario e ir a menos, una pena.
Aunque yo soy defensor a ultranza de las carrocerías coupé y tres puertas, no puedo negar la mayor practicidad de las versiones de cinco puertas y el mismo número de plazas. Además, uno refuerza lo dicho al ver cómo en este Evoque se ha resuelto con maestría la inclusión de dos puertas traseras en lo exótico de su carrocería.
La verdad es que incluso, a la vista, me gusta más. Quizá ayude el precioso color “Firenze Red” con techo blanco de nuestra unidad de pruebas, pero lo cierto es que esta es la configuración que elegiría.
Porque además las plazas de atrás son perfectamente utilizables por tres adultos, el de en medio algo condicionado por las formas de su asiento, con cotas de anchura, longitud y altura más que decentes para un coche que no olvidemos sólo mide 435 centímetros de largo. También añadir, aunque parezca obvio, que el acceso a través de una puerta “como Dios manda” es más cómodo que el logrado en su modalidad coupé al abatir los asientos delanteros.
La cintura alta de este coche y su disposición en cuña hacia atrás tampoco presenta un ambiente claustrofóbico al ir de pasajero, máxime cuando se cuenta con el gran techo panorámico y una tapicería de cuero beige, pues aunque la luna trasera tenga un palmo de alto y las ventanillas sean estrechas –y se bajan enteras, por cierto- la atmósfera del coche genera una plácida sensación vayas donde vayas sentado.
Bueno, quizá algo menos en las plazas delanteras.
Hace tiempo ya las pasé “canutas” al acomodar mi complexión en los asientos deportivos –opcionales, gracias al cielo- de un Evoque de gasolina, y ahora, nuestro TD4 venía con los de serie –gracias al cielo…y a las nubes-. Sin embargo, estas butacas siguen sin ser todo lo anchas que al parecer mis posaderas demandan, haciéndome sentir un desagradable complejo de “culo gordo” durante toda la semana.
Como quien va de compras a una tienda de pantalones, el que esté interesado en este coche, que antes se lo pruebe.
Y ese es el único aspecto criticable de un interior que por lo demás sólo presenta ventajas. Desde la calidad percibida y real hasta lo claro de sus mandos, la buena ubicación de la totalidad de ellos y la presentación exquisita de todo display digital, sea el del cuadro o el del salpicadero. El acierto de la marca de origen inglés con el Evoque a la hora de preservar el espíritu Range es total, haciendo palidecer hasta al propio RR Sport en imagen nada más abrir la puerta. Es el “Rolls” de los “mini SUV”, y así te lo cobran. Con eso iremos luego.
La calidad también se nota al poner el motor en marcha. No hay ni ruido ni vibraciones. El aislamiento está mejor logrado que muchas berlinas de igual categoría o empaque.
El 2.2 diesel “rebajado” a 150CV muestra buenas maneras desde la primera pulsación del botón Start a la derecha del volante.
Este propulsor puede parecer carente de sentido si se le compara con la versión de 190CV, pues no mejora en consumo y sí empeora en prestaciones, y todo con apenas 2.500 euros de diferencia. Sin embargo, en el territorio están algo más distanciados que en el mapa.
La versión de mayor potencia corre mucho más que esta, que sin embargo, en condiciones de uso real, consume sensiblemente menos.
También su forma de entregar la potencia y par la realiza de una manera más plana y utilizable, obteniendo sus prestaciones oficiales –discretas- con una facilidad insultante.
Y si hay alguna duda, la caja de cambios automática Drive Select de 6 relaciones la despeja escogiendo siempre la relación correcta con más suavidad que rapidez. El modo secuencial de este elemento decepcionará a los más puristas mientras que el modo “S” casi da angustia –aguanta hasta el corte para subir marcha-, por ello mejor dejar la “rosca” que hace las veces de palanca en “D” y disfrutar de una conducción alegre a la par que confortable.
Ese confort también se lo vamos a deber a una suspensión comprometida a mantener el lujo tanto en el asfalto como fuera de él. Y es que afrontar un camino forestal o pista de grava con este coche es juego de niños. Como lo es escoger entre las distintas superficies con el -merecidamente- vanagloriado Terrain Response. Sin ir más allá de lo que marca el sentido común, nunca logré quedarme atorado con el Evoque (afortunadamente). Goza de buena altura libre al suelo y muy buenos ángulos, pero sobre todo, de una capacidad motriz encomiable. Dudo que muchos hagan uso agreste de este automóvil, pero da tranquilidad saber que para las contingencias que el clima o la mala suerte puedan poner en nuestro camino, el Range está más que preparado.
Muy buen coche sí señor. Quizá su cara oculta venga del lado de, como dije, sus prestaciones, incluida una frenada difusa. Seguramente por un tacto de pedal con poco recorrido que dificulta medir la fuerza sobre él, pasándote unas veces o quedándote corto en otras (hasta que te asustas, pisas a fondo y te vuelves a pasar de frenada).
La ciudad es otro medio para el que está preparado. Tan sólo sus 196cms de ancho pueden ponerte en algún aprieto en un parking, y no será tal gracias a la capacidad de maniobra que exhibe y su visibilidad implementada con una cámara de marcha atrás –opcional- y unos retrovisores “king size” (he visto camiones que los llevan más pequeños). Con ello el Evoque se muestra como auténtico todo terreno: autopista, carretera, ciudad y campo. Versátil y con mucha clase.
Respecto al consumo, nos ha sido complicado validar las mediciones. Era un coche nuevo a estrenar que no ha marcado lo mismo en ninguna de las tres veces en las que hemos hecho nuestro recorrido mixto de 104kms. La primera vez fue escandalosa (9,3 l de media), la segunda más contenida (8,1 l) para al tercer intento volver a subir (8,2 l). Esto, dicho sea de paso, es lo que en realidad gasta la versión más potente.
Hablando con compañeros y gente de la marca nos comentan que lo suyo son unos 7,6 litros a los 100 kms de media. Que no se alejan tanto de los 6,5 l homologados y resultan asumibles para un 4x4 de su potencia y peso.
Hasta aquí todo más que bien. El Range Rover Evoque Td4 5p Prestige aut. es el Evoque que te deberías comprar. Sin embargo…
Son 50.770 euros los que nos piden por este coche, a los que debes sumar el Dynamic & Prestige Pack –apertura del portón eléctrica, cámara de visión trasera, parktronic delantero, navegador- al módico precio de 4.000 euros, el techo solar -698- y la pintura bicolor si quieres dejarlo tan aparente como el que ves en las fotos. 55.000 euros no sólo es que sea mucho dinero, es que es una burrada.
Entiendo que el Evoque es el mini SUV Premium entre los Premium, y que optar a este modelo en el acabado básico y con tracción a sólo dos ruedas sea casi tirar el dinero, pero es que se va de largo de lo que oferta la competencia. Esto es, Audi Q3 y BMW X1. Y no sólo eso, fulmina a su primo el Freelander –que es un coche fantástico- e incluso, le escupe a la cara a un Discovery diesel de 211CV y bien equipado.
Esto lo condena a su papel de “coche de capricho”, muy bueno, pero de capricho.
Como probador me ha satisfecho profundamente. Como comprador… apuesto por el conocido y capaz Freelander sin dudarlo.
La verdad es que incluso, a la vista, me gusta más. Quizá ayude el precioso color “Firenze Red” con techo blanco de nuestra unidad de pruebas, pero lo cierto es que esta es la configuración que elegiría.
Porque además las plazas de atrás son perfectamente utilizables por tres adultos, el de en medio algo condicionado por las formas de su asiento, con cotas de anchura, longitud y altura más que decentes para un coche que no olvidemos sólo mide 435 centímetros de largo. También añadir, aunque parezca obvio, que el acceso a través de una puerta “como Dios manda” es más cómodo que el logrado en su modalidad coupé al abatir los asientos delanteros.
La cintura alta de este coche y su disposición en cuña hacia atrás tampoco presenta un ambiente claustrofóbico al ir de pasajero, máxime cuando se cuenta con el gran techo panorámico y una tapicería de cuero beige, pues aunque la luna trasera tenga un palmo de alto y las ventanillas sean estrechas –y se bajan enteras, por cierto- la atmósfera del coche genera una plácida sensación vayas donde vayas sentado.
Bueno, quizá algo menos en las plazas delanteras.
Hace tiempo ya las pasé “canutas” al acomodar mi complexión en los asientos deportivos –opcionales, gracias al cielo- de un Evoque de gasolina, y ahora, nuestro TD4 venía con los de serie –gracias al cielo…y a las nubes-. Sin embargo, estas butacas siguen sin ser todo lo anchas que al parecer mis posaderas demandan, haciéndome sentir un desagradable complejo de “culo gordo” durante toda la semana.
Como quien va de compras a una tienda de pantalones, el que esté interesado en este coche, que antes se lo pruebe.
Y ese es el único aspecto criticable de un interior que por lo demás sólo presenta ventajas. Desde la calidad percibida y real hasta lo claro de sus mandos, la buena ubicación de la totalidad de ellos y la presentación exquisita de todo display digital, sea el del cuadro o el del salpicadero. El acierto de la marca de origen inglés con el Evoque a la hora de preservar el espíritu Range es total, haciendo palidecer hasta al propio RR Sport en imagen nada más abrir la puerta. Es el “Rolls” de los “mini SUV”, y así te lo cobran. Con eso iremos luego.
La calidad también se nota al poner el motor en marcha. No hay ni ruido ni vibraciones. El aislamiento está mejor logrado que muchas berlinas de igual categoría o empaque.
El 2.2 diesel “rebajado” a 150CV muestra buenas maneras desde la primera pulsación del botón Start a la derecha del volante.
Este propulsor puede parecer carente de sentido si se le compara con la versión de 190CV, pues no mejora en consumo y sí empeora en prestaciones, y todo con apenas 2.500 euros de diferencia. Sin embargo, en el territorio están algo más distanciados que en el mapa.
La versión de mayor potencia corre mucho más que esta, que sin embargo, en condiciones de uso real, consume sensiblemente menos.
También su forma de entregar la potencia y par la realiza de una manera más plana y utilizable, obteniendo sus prestaciones oficiales –discretas- con una facilidad insultante.
Y si hay alguna duda, la caja de cambios automática Drive Select de 6 relaciones la despeja escogiendo siempre la relación correcta con más suavidad que rapidez. El modo secuencial de este elemento decepcionará a los más puristas mientras que el modo “S” casi da angustia –aguanta hasta el corte para subir marcha-, por ello mejor dejar la “rosca” que hace las veces de palanca en “D” y disfrutar de una conducción alegre a la par que confortable.
Ese confort también se lo vamos a deber a una suspensión comprometida a mantener el lujo tanto en el asfalto como fuera de él. Y es que afrontar un camino forestal o pista de grava con este coche es juego de niños. Como lo es escoger entre las distintas superficies con el -merecidamente- vanagloriado Terrain Response. Sin ir más allá de lo que marca el sentido común, nunca logré quedarme atorado con el Evoque (afortunadamente). Goza de buena altura libre al suelo y muy buenos ángulos, pero sobre todo, de una capacidad motriz encomiable. Dudo que muchos hagan uso agreste de este automóvil, pero da tranquilidad saber que para las contingencias que el clima o la mala suerte puedan poner en nuestro camino, el Range está más que preparado.
Muy buen coche sí señor. Quizá su cara oculta venga del lado de, como dije, sus prestaciones, incluida una frenada difusa. Seguramente por un tacto de pedal con poco recorrido que dificulta medir la fuerza sobre él, pasándote unas veces o quedándote corto en otras (hasta que te asustas, pisas a fondo y te vuelves a pasar de frenada).
La ciudad es otro medio para el que está preparado. Tan sólo sus 196cms de ancho pueden ponerte en algún aprieto en un parking, y no será tal gracias a la capacidad de maniobra que exhibe y su visibilidad implementada con una cámara de marcha atrás –opcional- y unos retrovisores “king size” (he visto camiones que los llevan más pequeños). Con ello el Evoque se muestra como auténtico todo terreno: autopista, carretera, ciudad y campo. Versátil y con mucha clase.
Respecto al consumo, nos ha sido complicado validar las mediciones. Era un coche nuevo a estrenar que no ha marcado lo mismo en ninguna de las tres veces en las que hemos hecho nuestro recorrido mixto de 104kms. La primera vez fue escandalosa (9,3 l de media), la segunda más contenida (8,1 l) para al tercer intento volver a subir (8,2 l). Esto, dicho sea de paso, es lo que en realidad gasta la versión más potente.
Hablando con compañeros y gente de la marca nos comentan que lo suyo son unos 7,6 litros a los 100 kms de media. Que no se alejan tanto de los 6,5 l homologados y resultan asumibles para un 4x4 de su potencia y peso.
Hasta aquí todo más que bien. El Range Rover Evoque Td4 5p Prestige aut. es el Evoque que te deberías comprar. Sin embargo…
Son 50.770 euros los que nos piden por este coche, a los que debes sumar el Dynamic & Prestige Pack –apertura del portón eléctrica, cámara de visión trasera, parktronic delantero, navegador- al módico precio de 4.000 euros, el techo solar -698- y la pintura bicolor si quieres dejarlo tan aparente como el que ves en las fotos. 55.000 euros no sólo es que sea mucho dinero, es que es una burrada.
Entiendo que el Evoque es el mini SUV Premium entre los Premium, y que optar a este modelo en el acabado básico y con tracción a sólo dos ruedas sea casi tirar el dinero, pero es que se va de largo de lo que oferta la competencia. Esto es, Audi Q3 y BMW X1. Y no sólo eso, fulmina a su primo el Freelander –que es un coche fantástico- e incluso, le escupe a la cara a un Discovery diesel de 211CV y bien equipado.
Esto lo condena a su papel de “coche de capricho”, muy bueno, pero de capricho.
Como probador me ha satisfecho profundamente. Como comprador… apuesto por el conocido y capaz Freelander sin dudarlo.
NUESTRA NOTA: 8.5
Cosas a favor
Motor y cambio
Aptitudes on y off road
Calidad a borbotones
Cosas en contra
Prestaciones discretas
Butacas estrechas
Precio desorbitado
MOTOR
- Cilindrada: 2.179 c.c.
- Potencia: 150 CV CEE
- Par: 38,7 mkg
- Tracción: integral permanente
- Caja de cambios: automática 6 velocidades
Dimensiones
- Largo/ancho/alto: 435/196/160 cms
- Peso: 1.700 kgs
- Ruedas: 235/55R19
- Maletero: 550 l
- Cap. Depósito: 60 l
Prestaciones
- Velocidad máxima: 182 km/h
- Aceleración 0-100km/h: 9,6 seg
- Consumo medio oficial: 6,5 l/100kms
Equipamiento
- Equipamiento: ABS, BAS. EDB, ESP, TCS, Hill Holder, 6 airbags, bluetooth, arranque por botón, parktronic trasero, retrovisores eléctricos, tapicería de piel, asientos eléctricos, toma USB, faros de xenon, pantalla táctil de 8", sensor de luces y limpias, control y limitador de velocidad, luces LED, freno de mano eléctrico....