Volvo V40 T4 Summum
" El compacto fantástico "
Volvo busca con su V40 plantar batalla en el segmento compacto más Premium con una propuesta atractiva, dinámica y altamente tecnológica. Este coche es mucho más que un C30 con dos puertas atrás…
De entrada, al primer vistazo este V40 gusta mucho. Parado o en movimiento.
Han sido más de dos y más de tres las personas que estando yo detenido, se han interesado por el coche. Y eso a pesar del discreto color negro de nuestra unidad de pruebas, ornamentado eso sí por una bonita y sutil línea roja en sus bajos de lo más “racing”. A muchos de ellos, a los interesados y/o curiosos, les tuve que confesar que no es oro todo lo que reluce y que, como es habitual en los coches de prensa, este V40 venía cargado de extras. Que dicha “raya” de color, los faldones, spoilers, deflectores, llantas y un alerón de techo de lo más rococó se habían de pagar aparte en un costoso “Juego de estilo exterior”, que lo llama la marca. Al menos el xenon y las brillantes luces de día de LED vienen de serie en este acabado Summum. Pero bueno, sea como fuere, el coche por fuera va un paso más allá de lo insulso de un Audi A3 o del simplemente feo-feísimo BMW Serie1.
Por dentro la cosa no sólo no decae sino que mejora. Al delicioso olor a coche nuevo del fabricante sueco se suman unos materiales y acabados a la altura de lo que se espera cuando buscas competir con lo más granado del segmento. Todo es bueno, todo está bien rematado y bien pensado y no contentos con eso la marca busca de nuevo ir un pelín más allá. Hablo de detalles. Cosas pequeñas que para muchos pueden ser definitivas.
Por ejemplo la iluminación interior con mil millones de lucecitas bien dispuestas que hacen el ambiente agradable, o, hablando de luces, el pomo de la palanca de cambios iluminado, o una acertada combinación de plásticos y metales, o el hueco tras la consola central, o un equipo de música con subwoofer en el salpicadero digno de una sala de conciertos. Todo ello por no hablar del cuadro digital, vistoso, llamativo y sobre todo funcional y completo. No es un cuadro cualquiera, y en sus tres combinaciones posibles, ofrece una miríada de información pertinente para el conductor en todo momento. Es verdad que puede llegar a atolondrar, pero añade puntos a la sensación Premium que se tiene al subir a este coche.
Claro, que siempre que te subas a las plazas delanteras, porque atrás ya es otra historia.
Aquí está claro que el coche se ha diseñado bajo la premisa de “dos son pareja y tres son multitud”, porque aunque homologa cinco plazas y hay cinturón para el asiento central, serán dos y sólo dos los ocupantes que viajen cómodos en sus butacas. A menos que sean niños. Y a juzgar por los huecos para objetos dejados en los extremos de la banqueta, resulta claro que el recorte es totalmente deliberado. Además, el asiento central es duro de posaderas y de respaldo, al ocultar tanto por arriba como por abajo un apoyabrazos y un par de prácticos posavasos.
Porque el interior de este automóvil tampoco deja del todo el lado práctico. Hay huecos y todo es visible y accesible desde cualquiera de las plazas. Si le tengo que poner un pero –o dos- al interior me referiré a la toldilla del techo panorámico –que deja pasar bastante luz- y a unos mandos del climatizador no lo suficientemente intuitivos cuando se usan en modo Dual. Y poco más, el freno de mano convencional, como a mi me gusta, se lo perdono, pero el maletero… Da la impresión que los diseñadores, una vez acabado su trabajo, dijeron, “y lo que sobre, para el hueco trasero”. Pero no les sobró mucho, de hecho tan sólo 275 litros con rueda de repuesto de emergencia bajo el piso. Es pequeño, pero en fin, tampoco son los primeros a los que les pasa esto (Infiniti…).
Con todo y por todo, parece más un coche de capricho que un compacto al uso, lo que no está mal. De darnos un coche capaz y oportuno ya se ocupará un generalista, ¿no? Pues eso debe ser lo que tenían en mente.
De capricho también es su motor. Porque apuesto a que no serán legión los T4 que veremos por la carretera. Y sin embargo creo que debería ser tenido más en cuenta.
Es un motor suave-suave, que suena muy poquito y cuando lo hace no lo hace mal del todo. Tiene una curva de potencia y par muy plana que le granjea unas prestaciones si no fulgurantes, al menos rápidas y seguras. No es un propulsor puntiaguado, por lo que huelga buscar más madera superadas las 4.500 vueltas, además tenemos un efecto turbo bastante dulcificado para sacarle bien los 180CV a este 1.600cc sin aspavientos.
Si en algún momento se nota falto de fuelle puede deberse a un recorrido del acelerador eterno más que a otra cosa. O que ya vamos veloces, aunque no se note.
Me ha gustado mucho este bloque, y donde esperaba un susto, es decir, en el consumo, sólo me ha tocado levantar una ceja: 7,9 litros a los 104 kms recorridos en uso mixto me parecen un buen registro, más cuando nuestro coche apenas traía 3.000 kms en su marcador. Dudo que lleguemos a los 5,9 homologados por la marca a pesar del Start&Stop de serie, pero será fácil dejarlo en 7 “y poco”. Y puesto que el V40 2.0D4 de gasoil en uso real se va casi a los 6,5… a nada que te hagan un buen descuento en el T4 –a igualdad de acabado ahora salen por lo mismo- es cuestión de echar números. Por cierto, no hay tapón de llenado, otro buen detalle.
Y al coche se le pueden echar kilómetros acomodados en su fantástico asiento del conductor, porque de rodar sabe lo suyo. No olvidemos que bajo la carrocería aún se esconde un chasis Ford, el del nuevo Focus, concretamente, y eso ya es una garantía. Carretera, autopista… el compromiso de su suspensión entre firmeza y confort está de lo más logrado, el accionamiento de la caja de cambios es suave y preciso y la frenada está en la media. Quizá tirando por lo bajo, pero aprobado sin duda. En ciudad le condiciona, y bastante, lo discreto de su ángulo de giro, y más con estas ruedas opcionales en medida de 18” Incluso al entrar en un parking he tenido que hacer maniobra. Este detalle sí que es muy susceptible de mejora.
Dicho esto vamos ahora a lo que es verdaderamente lo que motiva el titular de la prueba: su carga tecnológica. Que no es poca. A saber: control de velocidad con radar, city safety –detención del coche automática-, control de cambio involuntario de carril, avisador de ángulo muerto, sistema de aparcamiento automático, airbag de peatón, cámara de señales de tráfico…
Obviamente no es la primera vez que veo todos estos sistemas disponibles en un coche moderno, pero sí en uno de su segmento y funcionando con la deliciosa precisión que lo hacen todos ellos. Es verdad que en su mayoría son opcionales, pero aquí tienen más sentido que en por ejemplo, un Ford Focus, cuyo cliente rara vez contempla la posibilidad de montar costosos adicionales a su coche. Porque no son baratos, pero yo, a pesar de que no me gustan la mayoría de ellos, no concibo un V40 sin este paquete Safety tan válido e interesante.
Y digo que no me gustan porque suscribo lo que dicen mis compañeros de Autovía A. Díaz y F. Morillo, que en ocasiones llevar tanto sistema activado resulta como llevar a tu padre en el asiento de al lado diciéndote “cuidado aquí”, “no pises la raya”, “viene uno”, “ahí hay hueco”, “ojo que el límite es a 90”… llegando a romperte los nervios.
Pero lo bueno y por lo que yo apostaría por estos sistemas, es que se pueden desconectar a golpe de botón.
Y vayamos por partes. La frenada de emergencia funciona, yo me la he jugado lanzando el coche contra un puff de la oficina que bajé al garaje y el coche se detiene antes incluso que un S60. El control de velocidad con radar es una maravilla de preciso y te permite hasta ir por ciudad con él activado. El airbag de peatones –que surge bajo el capó- por fortuna no lo he probado, el park assist es la risa. Por más que conduzca coches que aparcan solos me sigue haciendo muchísima gracia verles girar el volante a ellos solitos. El tema del cambio del carril involuntario sí que te deja frío, pues no sólo te avisa de que te estás yendo, sino que él sólo es capaz de actuar sobre la dirección corrigiendo la trayectoria. Una pasada, llegado al extremo es capaz de tomar curvas amplias él solito. Da un poco de yu-yu –la conducción automática cada vez más cerca…-. El avisador de ángulo muerto va mejorando generación a generación apenas mostrando ya falsas alarmas, y la cámara que lee las señales de tráfico hace lo que puede con el guirigay que en muchas ocasiones hay formado en nuestros arcenes. En este coche hay veces en que casi te sientes prescindible.
Lo malo es que todo lo dicho añade coste a un precio ya de por sí abultado. Me da vergüenza revelar lo que costaba la unidad de pruebas, pero un V40 con el mismo motor y un equipamiento que contemple el paquete de seguridad mencionado –el City Safety es de serie, a todo esto- y una o dos chuminadas –prescindiendo del paquete estético- puede dejar bastante atrás los 32.700 euros que cuesta de base. A mí me parece un coche “fantástico” que en muchos apartados puede dejar en evidencia a sus rivales más añejos. Pero un importe tan elevado no se lo pone fácil, aunque lo valga por estética, motor y equipamiento. Quizá un bocado apetitoso para paladares muy exquisitos… que lo apreciarán en su justa medida.
Han sido más de dos y más de tres las personas que estando yo detenido, se han interesado por el coche. Y eso a pesar del discreto color negro de nuestra unidad de pruebas, ornamentado eso sí por una bonita y sutil línea roja en sus bajos de lo más “racing”. A muchos de ellos, a los interesados y/o curiosos, les tuve que confesar que no es oro todo lo que reluce y que, como es habitual en los coches de prensa, este V40 venía cargado de extras. Que dicha “raya” de color, los faldones, spoilers, deflectores, llantas y un alerón de techo de lo más rococó se habían de pagar aparte en un costoso “Juego de estilo exterior”, que lo llama la marca. Al menos el xenon y las brillantes luces de día de LED vienen de serie en este acabado Summum. Pero bueno, sea como fuere, el coche por fuera va un paso más allá de lo insulso de un Audi A3 o del simplemente feo-feísimo BMW Serie1.
Por dentro la cosa no sólo no decae sino que mejora. Al delicioso olor a coche nuevo del fabricante sueco se suman unos materiales y acabados a la altura de lo que se espera cuando buscas competir con lo más granado del segmento. Todo es bueno, todo está bien rematado y bien pensado y no contentos con eso la marca busca de nuevo ir un pelín más allá. Hablo de detalles. Cosas pequeñas que para muchos pueden ser definitivas.
Por ejemplo la iluminación interior con mil millones de lucecitas bien dispuestas que hacen el ambiente agradable, o, hablando de luces, el pomo de la palanca de cambios iluminado, o una acertada combinación de plásticos y metales, o el hueco tras la consola central, o un equipo de música con subwoofer en el salpicadero digno de una sala de conciertos. Todo ello por no hablar del cuadro digital, vistoso, llamativo y sobre todo funcional y completo. No es un cuadro cualquiera, y en sus tres combinaciones posibles, ofrece una miríada de información pertinente para el conductor en todo momento. Es verdad que puede llegar a atolondrar, pero añade puntos a la sensación Premium que se tiene al subir a este coche.
Claro, que siempre que te subas a las plazas delanteras, porque atrás ya es otra historia.
Aquí está claro que el coche se ha diseñado bajo la premisa de “dos son pareja y tres son multitud”, porque aunque homologa cinco plazas y hay cinturón para el asiento central, serán dos y sólo dos los ocupantes que viajen cómodos en sus butacas. A menos que sean niños. Y a juzgar por los huecos para objetos dejados en los extremos de la banqueta, resulta claro que el recorte es totalmente deliberado. Además, el asiento central es duro de posaderas y de respaldo, al ocultar tanto por arriba como por abajo un apoyabrazos y un par de prácticos posavasos.
Porque el interior de este automóvil tampoco deja del todo el lado práctico. Hay huecos y todo es visible y accesible desde cualquiera de las plazas. Si le tengo que poner un pero –o dos- al interior me referiré a la toldilla del techo panorámico –que deja pasar bastante luz- y a unos mandos del climatizador no lo suficientemente intuitivos cuando se usan en modo Dual. Y poco más, el freno de mano convencional, como a mi me gusta, se lo perdono, pero el maletero… Da la impresión que los diseñadores, una vez acabado su trabajo, dijeron, “y lo que sobre, para el hueco trasero”. Pero no les sobró mucho, de hecho tan sólo 275 litros con rueda de repuesto de emergencia bajo el piso. Es pequeño, pero en fin, tampoco son los primeros a los que les pasa esto (Infiniti…).
Con todo y por todo, parece más un coche de capricho que un compacto al uso, lo que no está mal. De darnos un coche capaz y oportuno ya se ocupará un generalista, ¿no? Pues eso debe ser lo que tenían en mente.
De capricho también es su motor. Porque apuesto a que no serán legión los T4 que veremos por la carretera. Y sin embargo creo que debería ser tenido más en cuenta.
Es un motor suave-suave, que suena muy poquito y cuando lo hace no lo hace mal del todo. Tiene una curva de potencia y par muy plana que le granjea unas prestaciones si no fulgurantes, al menos rápidas y seguras. No es un propulsor puntiaguado, por lo que huelga buscar más madera superadas las 4.500 vueltas, además tenemos un efecto turbo bastante dulcificado para sacarle bien los 180CV a este 1.600cc sin aspavientos.
Si en algún momento se nota falto de fuelle puede deberse a un recorrido del acelerador eterno más que a otra cosa. O que ya vamos veloces, aunque no se note.
Me ha gustado mucho este bloque, y donde esperaba un susto, es decir, en el consumo, sólo me ha tocado levantar una ceja: 7,9 litros a los 104 kms recorridos en uso mixto me parecen un buen registro, más cuando nuestro coche apenas traía 3.000 kms en su marcador. Dudo que lleguemos a los 5,9 homologados por la marca a pesar del Start&Stop de serie, pero será fácil dejarlo en 7 “y poco”. Y puesto que el V40 2.0D4 de gasoil en uso real se va casi a los 6,5… a nada que te hagan un buen descuento en el T4 –a igualdad de acabado ahora salen por lo mismo- es cuestión de echar números. Por cierto, no hay tapón de llenado, otro buen detalle.
Y al coche se le pueden echar kilómetros acomodados en su fantástico asiento del conductor, porque de rodar sabe lo suyo. No olvidemos que bajo la carrocería aún se esconde un chasis Ford, el del nuevo Focus, concretamente, y eso ya es una garantía. Carretera, autopista… el compromiso de su suspensión entre firmeza y confort está de lo más logrado, el accionamiento de la caja de cambios es suave y preciso y la frenada está en la media. Quizá tirando por lo bajo, pero aprobado sin duda. En ciudad le condiciona, y bastante, lo discreto de su ángulo de giro, y más con estas ruedas opcionales en medida de 18” Incluso al entrar en un parking he tenido que hacer maniobra. Este detalle sí que es muy susceptible de mejora.
Dicho esto vamos ahora a lo que es verdaderamente lo que motiva el titular de la prueba: su carga tecnológica. Que no es poca. A saber: control de velocidad con radar, city safety –detención del coche automática-, control de cambio involuntario de carril, avisador de ángulo muerto, sistema de aparcamiento automático, airbag de peatón, cámara de señales de tráfico…
Obviamente no es la primera vez que veo todos estos sistemas disponibles en un coche moderno, pero sí en uno de su segmento y funcionando con la deliciosa precisión que lo hacen todos ellos. Es verdad que en su mayoría son opcionales, pero aquí tienen más sentido que en por ejemplo, un Ford Focus, cuyo cliente rara vez contempla la posibilidad de montar costosos adicionales a su coche. Porque no son baratos, pero yo, a pesar de que no me gustan la mayoría de ellos, no concibo un V40 sin este paquete Safety tan válido e interesante.
Y digo que no me gustan porque suscribo lo que dicen mis compañeros de Autovía A. Díaz y F. Morillo, que en ocasiones llevar tanto sistema activado resulta como llevar a tu padre en el asiento de al lado diciéndote “cuidado aquí”, “no pises la raya”, “viene uno”, “ahí hay hueco”, “ojo que el límite es a 90”… llegando a romperte los nervios.
Pero lo bueno y por lo que yo apostaría por estos sistemas, es que se pueden desconectar a golpe de botón.
Y vayamos por partes. La frenada de emergencia funciona, yo me la he jugado lanzando el coche contra un puff de la oficina que bajé al garaje y el coche se detiene antes incluso que un S60. El control de velocidad con radar es una maravilla de preciso y te permite hasta ir por ciudad con él activado. El airbag de peatones –que surge bajo el capó- por fortuna no lo he probado, el park assist es la risa. Por más que conduzca coches que aparcan solos me sigue haciendo muchísima gracia verles girar el volante a ellos solitos. El tema del cambio del carril involuntario sí que te deja frío, pues no sólo te avisa de que te estás yendo, sino que él sólo es capaz de actuar sobre la dirección corrigiendo la trayectoria. Una pasada, llegado al extremo es capaz de tomar curvas amplias él solito. Da un poco de yu-yu –la conducción automática cada vez más cerca…-. El avisador de ángulo muerto va mejorando generación a generación apenas mostrando ya falsas alarmas, y la cámara que lee las señales de tráfico hace lo que puede con el guirigay que en muchas ocasiones hay formado en nuestros arcenes. En este coche hay veces en que casi te sientes prescindible.
Lo malo es que todo lo dicho añade coste a un precio ya de por sí abultado. Me da vergüenza revelar lo que costaba la unidad de pruebas, pero un V40 con el mismo motor y un equipamiento que contemple el paquete de seguridad mencionado –el City Safety es de serie, a todo esto- y una o dos chuminadas –prescindiendo del paquete estético- puede dejar bastante atrás los 32.700 euros que cuesta de base. A mí me parece un coche “fantástico” que en muchos apartados puede dejar en evidencia a sus rivales más añejos. Pero un importe tan elevado no se lo pone fácil, aunque lo valga por estética, motor y equipamiento. Quizá un bocado apetitoso para paladares muy exquisitos… que lo apreciarán en su justa medida.
NUESTRA NOTA: 8.5
Cosas a favor
Atractivo exterior e interior
Excelente rodador, por motor y chasis
Posibilidades de equipamiento
Cosas en contra
Maletero pequeño y espacio trasero reducido
Radio de giro escaso
Muy caro si lo equipamos como merece
MOTOR
- Cilindrada: 1.596 c.c.
- Potencia: 180 CV CEE
- Par: 24,5 mkg
- Tracción: delantera
- Caja de cambios: manual 6 velocidades
Dimensiones
- Largo/ancho/alto: 436/180/142 cms
- Peso: 1.411 kgs
- Ruedas: 225/40R18 op.
- Maletero: 275-335 l
- Cap. Depósito: 52 l
Prestaciones
- Velocidad máxima: 225 km/h
- Aceleración 0-100km/h: 7,7 seg
- Consumo medio oficial: 5,9 l/100kms
Equipamiento
- Equipamiento: ABS, BAS, EDB, ESP, 6 airbags + airbag de peatón, City Safety, sistema Whips antilatigazos cervicales, climatizador bizona, acceso y arranque sin llave, faros de xenon activos, luces diurnas led, tapicería de cuero, sensor de luces y limpias, control y limitador de velocidad, retrovisores eléctricos pleglables...