Prueba del Peugeot 3008 Hybrid4

Porque algunos –la competencia- se permiten criticar a PSA por su afán de llevar las cosas demasiado lejos. Diesel, híbrido, 4x4, gama media… sin duda es una apuesta ambiciosa y por ello su desarrollo les ha llevado sus buenos tres años.
Pero sea como fuere ya está aquí y su tecnología funciona, ahora queda ver si compensa, pero no adelantemos acontecimientos.



No obstante, pronto pasaremos a la acción, pues del exterior y del interior de este coche ya hemos hablado largo y tendido en pruebas anteriores.
De la parte de fuera simplemente resaltar que esta versión viene con luces LED de día y llantas específicas, y añadir que sin ser un coche bonito, desde luego no es el más feo de su segmento. Personalmente a mí me gusta.



En el interior, buenos materiales, buenos ajustes, gran espacio para cinco ocupantes y altas dosis de funcionalidad merced a la miríada de huecos de la que hace gala y detallitos como el portón de apertura en doble hoja. Por cierto, hablando de maletero, éste no acusa en exceso la monta de las baterías del sistema eléctrico al ser ubicadas de manera muy inteligente en el doble fondo del hueco. Es lo bueno que tienen los coches altos: siempre hay sitio por arriba o por abajo.



En el puesto de mandos, con una posición algo elevada pero muy cómoda para viajes largos, destacan el display de información del sistema híbrido (más completo y más bonito si se monta navegador… que por otro lado es de serie en este acabado), ausencia de cuentarrevoluciones y entre los asientos, donde en otras versiones está el mando del Grip Control o un más prosaico posavasos, aquí tenemos el selector de los diversos modos de funcionamiento del coche. A saber: Auto (por defecto, tú conduce que ya el coche elegirá tu tipo de propulsión en función de tus necesidades), 4x4 (pues eso, tracción total permanente), Sport (más empuje y menos carga) y ZEV (Zero Emissions Vehicle. Para moverse en eléctrico exclusivamente). De este sistema, con el que se puede trastear en marcha (otra cosa es que te respete el modo seleccionado…) lo que menos me ha gustado es que indefectiblemente arranque en Auto, aunque lleves todo el día en Sport. Pero bueno, que se soluciona con medio giro de muñeca.
Hablando de arrancar, en este coche la llave está de más. Con todo lo moderno que es, encender y apagar con la llave de toda la vida en la columna de dirección parece fuera de lugar. Para el restyling espero que contemplen un más apropiado botón.



Porque además girar la llave y que no pase nada, genera extrañeza.
Sí, es que el 3008 mientras se den las condiciones oportunas (ni mucho calor ni mucho frío, buena carga, periféricos apagados) echa a andar en silencio eléctrico. Una gozada para salir del garaje sin despertar a los niños.
Luego, recorridos unos metros, el propulsor de gasoil hace su aparición a nada que insistamos sobre acelerador o conectemos el climatizador. Pero aparece sin escándalo alguno. La insonorización del coche está muy lograda y hay veces que sólo sabemos que está arrancado porque nos lo dice la pantallita del sistema híbrido. Por cierto que unas veces se despereza para dar potencia a las ruedas y otras sólo para dar soporte a los sistemas eléctricos, lo que resulta curioso: aprietas el acelerador, el coche gana velocidad pero el motor no se revoluciona. Y eso lo sabemos afinando el oído, pues como dije no hay tacómetro. Su lugar lo ocupa un indicador de potencia utilizada en cada momento (en porcentaje) con dos tramos reservados para mostrar los periodos de carga y de conducción ecológica-económica… o ecoica, porque sólo pone “Eco”…



En modo Auto el coche se mueve sin drama y alterna los modos eléctrico y convencional sin que el conductor apenas se de cuenta. La caja de cambios automática tiene un funcionamiento mejorado de cara a hacerla más suave, que no más rápida.

El sistema Start & Stop es de lo mejorcito del mercado. Rápido, discreto y oportuno. Sigo odiando este tema (sobre todo por sus mejoras de consumo, más “de cara a la galería” que al mundo real), pero su inclusión en este automóvil es de lo más apropiada.



Los procesos de carga de las baterías sí que son percibidos por el conductor y sus pasajeros, pues la retención es tan fuerte que puede parar el coche a nada que circulemos a menos de 60 km/h y levantemos el pie con distancia por delante. De hecho, yo le cogí el “tranquillo” y lo he usado mucho para detenerme en los semáforos sin tocar el freno. En vías rápidas es algo más frustrante, pues obliga a ir “dando caña” continuamente o con el control de crucero activado para no perder ritmo.

Pasamos ahora a modo Sport… y ahora sí que me gusta –más- el coche.
Son menos de 40 CV de origen eléctrico los que asisten a las ruedas traseras en aceleración, pero hay que ver cómo se notan. A pesar de sus 200 kgs más de peso (ahí lo llevas) sobre la versión no híbrida equivalente, se permite mejorar en 1,7 segundos sus cifras de aceleración de 0 a 100 km/h de manera oficial y en 2 segundos según nuestras mediciones. Las recuperaciones, pisando a fondo, también mejoran en la misma proporción. Pero lo bueno no dura mucho, y como en este modo la carga de las baterías está limitada, tenemos pila para dos salidas fulgurantes, no más, hasta pasado un rato largo. También el comportamiento “Sport” del coche, por mucho que se mejore el tacto del acelerador y la respuesta de la caja de cambios, no deja de ser un tanto deficitario. Y lo es en parte por su elevado peso y por su dirección poco comunicativa. Porque los frenos y la suspensión sí que se mantienen a la altura. Pero bueno, es grato ver cómo en el “indicador de potencia” la aguja se mueve entre el 80% y el 100% (en modo auto rara vez pasa del 60%).



Modo 4x4 ahora.
En este caso conviene empezar explicando que el 3008 no es un 4x4 en sentido estricto. No hay conexión alguna entre las ruedas delanteras (las que de verdad mueven el conjunto) y las traseras (las que lo asisten). En el mejor de los casos sólo vamos a tener el 18,5% de la fuerza disponible en las ruedas traseras. Lo bueno es que en este modo tenemos eso exactamente de manera efectiva e inmediata. No debemos de pensar en el Hybrid4 como un todo terreno, sino más en un “todo condición meteorológica siempre y cuando circulemos por el asfalto”. Con lluvia fuerte, granizo, algo de nieve e incluso caminos embarrados (gracias a esta peculiar primavera lo he podido probar en cada una de las circunstancias mencionadas) su sistema de asistencia 4x4 aporta un plus de agarre sensible y utilizable. Y es que en PSA saben que esas son las principales demandas del público que apuesta por este tipo de coches (las ventas del Qashqai 4x2 fulminan a las de su hermano 4x4… por poner un ejemplo).
Y todo lo que sea seguridad para movernos en el día a día se agradece. Siempre y cuando no lastre al conjunto del coche.



El modo ZEV, eléctrico forzado, permite circular con cero gasto y cero emisiones durante… ¿cinco metros? En serio, hay que tener un tacto con el acelerador de artificiero del ejército. Una leve presión de más y… ¡bum! El coche vuelve a modo Auto al instante.
Tampoco puedes poner la calefacción ni dar las luces. Cogerle el punto para hacer más de 300m me ha costado una semana. En su descargo diré que yo no soy precisamente un modelo de conductor eficiente (aunque poco a poco voy mejorando y ya cambio de marcha a menos de 6.000 vueltas…) y esto mismo me ha ocurrido con la mayoría de híbridos que han pasado por mis manos.

Y ello repercute en el consuno, razón de ser de este tipo de coches.
El 3008 Hybrid4, tomándonos seriamente su sistema, ha marcado 6,2 litros de media a los 104 kilómetros recorridos en uso combinado. En modo Auto, conviene decir.
Está bien para un coche de su tamaño, potencia y, sobre todo, peso. Sin embargo mejora muy poco el registro marcado por su hermano más sencillo, el 3008 2.0HDi aut de 163Cv. Y hay 6.000 euros de diferencia, 36.000 del HY frente a 30.000 del más humilde. Un abismo difícil de amortizar en el surtidor de la gasolinera. ¿No compensa entonces? Pues en contra de lo que muchos compañeros de la prensa opinan, yo diré que sí. Y no es por llevar la contraria, es que esos 6.000 pagan valor añadido.



Por un lado tenemos un equipamiento más completo en el que no falta casi de nada (y lo que falte, se le añade por poco dinero -o se compra el acabado Limited Edition-), y por el otro nos llevamos un polivalente dotado de la última tecnología realmente útil y una “tracción a las cuatro ruedas”, amén de 200Cv de uso real en modo Sport y una mejor cifra de consumo y emisiones en uso estrictamente urbano.
Este coche no es una alternativa a las versiones convencionales, es una unidad mejorada. Comprendido eso, el coche vale la pena.