by AUTODOMINIS

Prueba del Volvo S60 T5 Summum aut.

Volvo S60 T5 Summum aut.

" Más... de lo mismo "

Más motor y mismas virtudes y defectos que su antecesor. Si el motor 2.0t hasta ahora a la venta se te quedaba corto, Volvo te ofrece su siguiente escalón, un atractivo T5 con algo más de chicha bajo su capó.


Pero no nos engañemos por la nomenclatura, la mecánica que anima este T5 prescinde de los cinco cilindros en favor de una evolución del bloque tetracilíndrico de dos litros sobrealimentado que ya animaba el extinto 2.0t (en otros países, como Gran Bretaña, también existe un T4 y otro T3 animados por un 1.6 de 180 y 150 CV respectivamente). Exteriormente, salvo por la “chapa” en su maletero, tampoco se distinguen en nada.



Bueno, nosotros probamos el V60 2.0t, es decir, la versión familiar, y de su estética sólo pudimos decir cosas buenas. Y es que Volvo, en eso de hacer rancheras “sabe latín”.
Las berlinas tampoco se le dan mal. No hay más que ver las fotos que acompañan este texto. Atrás quedó su imagen de mazacote sobre ruedas que exhibía antaño. Y ha quedado tan atrás, que este S60 es todo lo contrario.

Curvas, pliegues, líneas de fuerza, morro y trasera con personalidad… todo un dechado de diseño en el Volvo quizá más del siglo XXI de cuantos se han lanzado en el siglo XXI (con permiso del C30, que todavía aguanta con cierto estilo el paso del tiempo).



Es un coche indiscutiblemente bonito, original y tremendamente fotogénico.
El tercer volumen de su carrocería resulta tan integrado en ella que puede dar una falsa imagen de 5 puertas al percibir la clara caída de su techo hacia la zaga.
Está muy bien resuelto, aunque luego veremos que no resulta práctico del todo…

En el interior, más de lo mismo. Un diseño moderno con una consola limpia y clara a pesar de la profusión de botones. Materiales y ajustes de primer nivel y asientos todo lo buenos que les permite el que su cabecero no sea regulable (aviso a conductoras con coleta…). Es un detalle nimio que no afea una buena postura al volante, gracias a que el resto de elementos (butaca y volante), sí que son regulables. Del color de la tapicería de nuestro coche de pruebas, que algún “iluminado” quiso combinar con el color exterior, mejor no decir nada.
Hay huecos en las puertas, una guantera con cortinilla tras la palanca de cambios (con posavasos), otra bajo el apoyabrazos y la pertinente, en este caso no muy grande, frente a las rodillas del copiloto.

Muy buena impresión de espacio en las plazas delanteras al contar con un parabrisas muy tendido y unas ventanillas bien dimensionadas.
En las plazas de atrás… sucede todo lo contrario.



Aquí el diseño manda y nos encontramos con su techo ya en retirada, es decir, desplomándose sobre el maletero, con lo que ni las ventanillas son grandes ni la altura al techo en estas plazas es particularmente generosa. Pasajeros de más de 1,75 metros habrán de agachar la cabeza a cada badén si no quieren darse un buen coscorrón con la capota. Tampoco es buena la plaza central.
Con un túnel de transmisión intencionadamente elevado de cara a albergar la tracción total (que por cierto, no se puede pedir con este motor) apenas queda espacio para las piernas del tercer ocupante, lo que condena este lugar a ser ocupado casi exclusivamente por niños o enanos de circo. Perdón. Quiero decir gente pequeña dedicada a las artes escénicas.

Más atrás abrimos su tapa de maletero y descubrimos que su capacidad sorprende. Sorprende por lo escasa que resulta. Con 388 litros queda relegado a las últimas posiciones de su segmento. La boca de carga no es extraordinariamente amplia dado lo escueto de su tapa, pero al menos el hueco es lo suficientemente diáfano como para jugar al Tetris con las maletas.



Todo ello me hace casi considerar al S60 como un coupé de 4 plazas al estilo del Passat CC. Un coche estrictamente bello y no necesariamente práctico. Para lograr más espacio, queda el V60. Con buenas plazas traseras y mejor maletero.

Puesto en marcha este T5 llama la atención en primera instancia por arrojar mejor sonido al ralentí que el 2.0t. Cosas del starter y del encendido, debe ser, porque el sistema de escape es el mismo y el aislamiento también.
El freno de mano por botón a la izquierda del volante sigue sin convencerme, pero no sólo en este Volvo, en ningún coche me ha llegado a gustar.
Tampoco me satisface lo diminuto de su mando de luces, que además no cuenta con activación automática.



Con la “D” engranada en su cambio automático el coche gana velocidad de manera muy regular, sin saltos acusados ni valles en su entrega de potencia. Opino que la transmisión PowerShift casa a la perfección con el espíritu del modelo, más allá que la más violenta (y rápida) Geartronic disponible en el resto de la gama.
Carece de programa deportivo, pero sí dispone de carril de accionamiento manual-secuencial desde la propia palanca.
Por otro lado el motor, con más potencia y más par, se muestra tan suave y equilibrado como el 2.0t pero con algo más de mordiente puesto en evidencia en las recuperaciones.
Pienso que es este el rendimiento oportuno para este propulsor. El anterior no es que fuera mal, pero siempre se intuía que esos 1.999 c.c. con turbo podían dar más de sí…
Es lo que tienen las mecánicas “capadas” y el Banco Central Europeo: “tengo temita para darte pero no te lo doy porque los mercados no me dejan”. Parecen decirte.

Del aplomo del coche te digo yo que es de lo mejorcito. Sobre todo con el chasis Four-C. En los modos Comfort, Sport y Advanced encuentras coche para cada día. Su diferencia quizá sea sutil, pero si circulas a menudo por carreteras secundarias merece la pena pagar lo que vale.
Como merece, y mucho, pagar por el paquete Safety, con el avisador en el ángulo muerto y el control de velocidad adaptativo con detector de peatones. La posibilidad de que tu coche frene él solito a baja velocidad es, como poco, divertida, y como mucho, beneficiosa para tu aseguradora y salud mental: a mí al tercer día de prueba me detuvo en seco en un parking anttu e una columna que “salió de la nada” evitando el rasguño y disgusto consiguiente. Bravo.
Siguiendo con el apartado dinámico decir que frenar frena y girar… gira. Quizá el tacto tanto del volante como del pedal no es lo más afinado del coche, pero no es ninguna rémora para el comportamiento general del coche.



Lo que sí es más difícil de digerir es el consumo. De los 8,3 litros de media a los 100 kilómetros recorridos anunciados por la marca hasta los 10,1 que ha marcado nuestro coche… hay un trecho. Aunque parte de dicha brecha está cubierta por lo novísima que era nuestra unidad de pruebas (apenas 1.600 kms en su marcador) que seguro bajará su gasto cerca de un litro pasados unos meses… todavía nos queda otro medio litro sin justificar.

Realmente 9,1 l/100kms no es una locura para un coche con 240CV, de su tamaño y su peso, pero lo aleja de los mejores registros –reales- de su categoría. Cabe el consuelo de pensar que el 2.0t consumía casi lo mismo a inferioridad de prestaciones. Y bueno, es un consuelo.



Como colofón, y para quitarnos el sabor de boca amargo de casi siempre que hablamos de consumos, conviene hablar de su equipamiento, precio y valoración global.

En la dotación de serie de este acabado Summmmummmm (será por emes…) no falta de nada: desde la tapicería de cuero hasta los faros de xenon son de serie. Sólo queda añadir el mencionado Pack Safety, el navegador y el Chasis Four C para que sea perfecto. Eso nos lleva de los 43.000 euros de partida hasta algo más de 46.000. Es dinero, pero aún así, a igualdad de motor, cambio y equipo nos quedamos por debajo de su competencia Premium sita, a tenor de su tamaño, más cercana al nuevo BMW Serie 3 que al Serie 5, por poner un ejemplo. Por ese dinero nos llevamos un coupé camuflado de berlina con mucha calidad, muy segura, con un buen motor y elevadas dosis de originalidad en su apariencia. No son malas bazas para ganar la partida en una mesa en la que cada vez hay más y mejores jugadores…



NUESTRA NOTA: 8.5
Valoracion prueba 8.5
Cosas a favor

Estética original
Equipamiento de serie/opcional
Motor suave y potente

Cosas en contra

Consumo -un pelín- elevado
Altura plazas traseras
Maletero discreto

motor
MOTOR
  • Cilindrada: 1.999 c.c.
  • Potencia: 241 CV CEE
  • Par: 32,6 mkg
  • Tracción: delantera
  • Caja de cambios: automática 6 velocidades
dimensiones
Dimensiones
  • Largo/ancho/alto: 462/186/148 cms
  • Peso: 1.660 kgs
  • Ruedas: 235/40R18 op.
  • Maletero: 388 l
  • Cap. Depósito: 67 l
prestaciones
Prestaciones
  • Velocidad máxima: 250 km/h
  • Aceleración 0-100km/h: 7,5 seg
  • Consumo medio oficial: 8,3 seg
equipamiento
Equipamiento
  • Equipamiento: ABS, BAs, EDB, TCS, ESP, 6 airbags, asientos delanteros calefactables y con regulación eléctrica, tapicería de cuero, faros bixenon adaptativos, parktronic trasero, climatizador bizona, City Safety, control de velocidad, faros antiniebla, bluetooth, equipo audio aux-in con toma USB...

"Bonus Gallery"
Fotografías del Volvo S60 T5 Summum aut.

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