Nuevos WRC a punto
Los nuevos y menos costosos coches WRC (World Rally Car) para la temporada 2011 ultiman detalles antes de empezar a demostrar que son tan válidos (si no más) que sus hermanos mayores.
La nueva reglamentación FIA promete devolver la “salsa” al mundial de rallys, permitiendo la incorporación de nuevos equipos con más modestos presupuestos. Los coches, ahora, pasan de costar 1.000.000 de euros a “apenas” 500.000, que es dinero, pero la mitad que antes.
Estos modelos “low cost” bajan de la categoría de compactos al nivel de utilitario, así en lugar de Focus veremos Fiesta y en lugar de C4, Loeb y compañía correrán con un DS3.
También se reduce su cilindrada, de 2.0 turbo con inyección indirecta se pasa a 1.6 turbo con inyección directa. La potencia apenas sufre variación, pero sí el resto de apartados mecánicos, como la tracción: en vez de tres diferenciales electrónicos ahora se cuenta con sólo dos (delantero y trasero) de accionamiento mecánico, lo que dará un reparto de tracción 50/50 de manera permanente.
De igual forma se prescinde de la electrónica en el cambio secuencial, que de la misma manera pierde el accionamiento por levas y se modifica el escape, haciendo que los coches suenen más y mejor al aumentar su régimen de giro tratando de compensar su pérdida en cilindrada.
Todo ello ha animado a equipos como Mini a entrar en la lucha por la competición, a partir de mayo, con Dani Sordo a sus mandos. A Volkswagen también se la espera, quizá a finales de año y casi seguro que con un Polo.
Los nuevos coches, en palabras de Loeb, son “más nerviosos, más divertidos e igual de rápidos que los anteriores”, con lo que confiamos en que el espectáculo este servido esta temporada.
La nueva reglamentación FIA promete devolver la “salsa” al mundial de rallys, permitiendo la incorporación de nuevos equipos con más modestos presupuestos. Los coches, ahora, pasan de costar 1.000.000 de euros a “apenas” 500.000, que es dinero, pero la mitad que antes.
Estos modelos “low cost” bajan de la categoría de compactos al nivel de utilitario, así en lugar de Focus veremos Fiesta y en lugar de C4, Loeb y compañía correrán con un DS3.
También se reduce su cilindrada, de 2.0 turbo con inyección indirecta se pasa a 1.6 turbo con inyección directa. La potencia apenas sufre variación, pero sí el resto de apartados mecánicos, como la tracción: en vez de tres diferenciales electrónicos ahora se cuenta con sólo dos (delantero y trasero) de accionamiento mecánico, lo que dará un reparto de tracción 50/50 de manera permanente.
De igual forma se prescinde de la electrónica en el cambio secuencial, que de la misma manera pierde el accionamiento por levas y se modifica el escape, haciendo que los coches suenen más y mejor al aumentar su régimen de giro tratando de compensar su pérdida en cilindrada.
Todo ello ha animado a equipos como Mini a entrar en la lucha por la competición, a partir de mayo, con Dani Sordo a sus mandos. A Volkswagen también se la espera, quizá a finales de año y casi seguro que con un Polo.
Los nuevos coches, en palabras de Loeb, son “más nerviosos, más divertidos e igual de rápidos que los anteriores”, con lo que confiamos en que el espectáculo este servido esta temporada.
