by AUTODOMINIS

Prueba del Opel Meriva 1.7CDTi 100 aut.

Opel Meriva 1.7CDTi 100 aut.

" ...Y las puertas de atrás abren al revés. "

Hay tanto bueno en este coche que hasta su atributo diferencial pasa a un segundo plano. Incluso con este motor y cambio, este Opel se convierte en un producto realmente atractivo.


El anterior Meriva era un desastre. Era feo, soso, su calidad no era buena, sus motores eran antiguos y su chasis desde luego no se encontraba entre los mejores de su segmento. Fue el primer “minimonovolumen” del mercado, y pago caro su atrevimiento.

Pero ahora es distinto.
El nuevo Opel Meriva viene cargado de buenos argumentos para ser un producto enormemente competitivo en un segmento poco a poco cada vez más demandado.



Si empezamos por fuera –lo cuál es pertinente- nos encontramos con una carrocería muy atractiva, que combina con acierto la lineas del Opel Astra con su formato de coche ancho y alto y anticipa lo que en breve será el nuevo Zafira. Es un coche bonito desde cualquier ángulo. Más si te gastas lo poco que te piden por unas bellas (quizá excesivas) llantas de 17 pulgadas como las de nuestra unidad.

Perfil afilado, parabrisas muy tendido, ventanillas sin enrasar y culo truncado con pequeño remate de alerón. Muy bien.
Obviamente lo que nos llama más la atención es encontrarnos con los abridores de las puertas delanteras y traseras uno al lado del otro, casi al estilo Rolls.
Este sistema FlexDoor busca algo más que epatar al que lo mira, pues permite un ángulo de apertura enorme que facilita mucho el paso a su interior. Es un gran invento con mala fama, pues este tipo de mecanismo de toda la vida fue llamado “puertas suicidas” por diversos motivos que, en los coches de hoy en día, ya no vienen a colación.



Bueno, pues entrando por cualquiera de sus puertas (las que abren “paralante” o “paratrás”) accederemos a un interior muy bien resuelto en el apartado práctico, amplio respecto al espacio y francamente bueno si hablamos de calidad.



Atrás caben tres personas sin protestar, y delante tenemos unos buenos asientos con la banqueta elevada y, en nuestro caso, forrados en un elegante cuero.
Frente a estos asientos un salpicadero de plásticos blandos, un volante como el del Insignia o Astra, un cuadro claro y completo y una consola central cuajada de botones como ya es costumbre en la marca alemana. Los debieron pillar de oferta, ¡porque es que hay millones de ellos por doquier! Lo bueno es que su tacto es agradable, su accionamiento muy intuitivo y hacen que esta parte del coche luzca muy vistosa cuando es de noche. También tenemos freno de mano eléctrico y nueve huecos, entre grandes y pequeños, distribuidos con maña por todo el habitáculo. El apoyabrazos central se soporta sobre un carril que lo lleva de delante a atrás, siendo un misterio para mí el motivo de tan "moderno" dispositivo. El maletero está bien. Formas regulares y buena capacidad. El hueco al abrir el portón es grande y su boca de carga queda cerca del suelo. Los asientos traseros son abatibles, plegables y reclinables.



Ahora lo del motor.

Sinceramente, cuando llegó este coche nuestra redacción nadie daba un duro por él. 100CV+ diesel+monovolumen+cambio automático = Rollo total-Lento crónico, pensamos.
¡Cuán equivocados estábamos! Este 1.7CDTi no sólo no es tan malo como esperábamos, sino que creo que sería el que nosotros elegiríamos entre su variada oferta. Con el cambio automático incluido, sin duda. No disponible en la versión de 130CV, por otro lado.
Es verdad que el propulsor no es un prodigio de suavidad ni sonoridad en frío, pero una vez en marcha su bien insonorizado vano motor y su más que satisfactorio rendimiento hacen que nos olvidemos de las pequeñas vibraciones que en un primer momento nos pudieran preocupar.
El coche no es un tiro en cuanto a prestaciones, eso es obvio, pero para un uso racional y un rodar alegre no echaremos de menos más de lo que tenemos bajo nuestro pie derecho. Por cierto que con el mismo pie accionaremos el pedal de unos frenos muy potentes, a veces demasiado. Pero en estos casos es mejor quedarse corto que pasarse de largo. En una frenada, digo.

Y asociada al motor este Meriva venía con una caja de cambios automática de 6 velocidades. Va bien. Bastante bien. Suave. En manejo secuencial (que también contempla esa opción) me harté de ver la advertencia “Cambio no permitido” en su display, por eso mejor dejarla simplemente en D que “ella sabrá lo que tiene que hacer”.
Con todo, el pequeño Opel gana velocidad con premura y recupera con aceptable solvencia. Como digo, sólo hay que tener claro lo que llevamos entre manos para no requerir más.
En lo tocante al consumo hemos de decir, reconocer y celebrar que la marca, en este modelo, es de las menos mentirosas del mercado español. Nos dicen 6,4 litros a los 100kms y nosotros hemos hecho 6,6. En la media, la de verdad, no la de ciencia-ficción que en ocasiones nos venden otros fabricantes…



El comportamiento de la “Minifurgo-chachi-guay” a lo largo y ancho de la prueba también nos ha gustado. Tiene tacto de Astra a pesar de deberle casi todo al actual Corsa. Pisa con seguridad en autopista, es ágil en carretera y muy funcional en urbano. La bonitas llantas de 17” que antes mencioné hacen más ruido en contacto con el asfalto (y es que llevamos un 225 de medida) y endurecen las reacciones de suspensión. Un poco menos confortable pero más contundente sobre el firme. Yo lo prefiero.
La dirección conserva su buen radio de giro y su asistencia excesiva que la vuelve algo imprecisa. Pero es cuestión de acostumbrarse.

Como habrá que acostumbrarse a ver cada vez más Merivas por nuestras carreteras, pues es una compra que recomiendo en sí y frente a su competencia.
En este acabado Cosmo, el más completo, con el cambio automático sale por 21.000 euros. 24.000 con todas las pijaditas (Navegador inclusive). El Grand Modus de Renault es más barato, pero más pequeño, menos potente y mucho más feo. El Skoda Roomster en diesel no puede llevar caja automática, y el VW Golf Plus… ni se sabe lo que es. El Clase A (buen coche) queda lejos también en potencia, tamaño y precio, el Lacia Musa podría ser pero no es, y tan sólo en Kia Venga (al que por detrás se parece mucho nuestro coche) pudiera plantar cara… de existir versión automática. Así que nos quedamos con nuestro Meriva, (al que le robaron el trofeo de coche del año) bonito, bueno… y además, las puertas de atrás abren al revés.


NUESTRA NOTA: 8.5
Valoracion prueba 8.5
Cosas a favor

Estética
Comportamiento
Practicidad

Cosas en contra

Ruido y vibraciones en frío
Prestaciones discretas (pero suficientes)
Dirección blanda

motor
MOTOR
  • Cilindrada: 1.686 c.c.
  • Potencia: 100 CV CEE
  • Par: 26,5 mkg
  • Tracción: delantera
  • Caja de cambios: automática 6 velocidades
dimensiones
Dimensiones
  • Largo/ancho/alto: 428/181/161 cms
  • Peso: 1.518 kgs
  • Ruedas: 225/45R17
  • Maletero: 400 l
  • Cap. Depósito: 54 l
prestaciones
Prestaciones
  • Velocidad máxima: 172 km/h
  • Aceleración 0-100km/h: 13,9 seg
  • Consumo medio oficial: 6,4 l/100kms
equipamiento
Equipamiento
  • Equipamiento: ABS, BAS, EDB, ESP, 6 airbags, pedales retráctiles, control de velocidad, faros antiniebla, volante de cuero, ordenador de a bordo, radio CD-MP3-Aux-in, mesas abatibles en los asientos traseros, cristales tintados, aire acondicionado, parasoles con luz, anclajes isofix...

"Bonus Gallery"
Fotografías del Opel Meriva 1.7CDTi 100 aut.

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