Gran Turismo 5... al fin
Con enorme demora tras continuos retrasos ya tenemos en nuestras manos el último lanzamiento de Polyphony y esperada nueva entrega de la saga Gran Turismo.
Por aquí tenemos la edición “Signature”, que viene en caja de lata pintada de negro SLS, carterita de cuero, pendrive con el majing of del juego, un llavero, un librito con fotos, un cochecito (Merc SLS naranja) y una publicación fantástica (Apex) para aficionados y expertos del mundo del automóvil.
Para redondear la jugada, encontraremos un código que desbloqueará coches Steath desde el inicio para ti solito.
Pero vamos con el juego en sí.
Tras unas cuantas horas a sus mandos queda claro que el principal desgaste del equipo de dirección ha venido marcado por el desarrollo gráfico, que es espectacular. Coches, circuitos, paisajes…asombroso. Vale la pena no saltarse la intro del juego.
Luego están los diferentes modos de juego, siendo “Vida GT” el que nos introduce en el mundo de las carreras a fondo. Este modo es “pantagruélico”, y contempla desde pruebas para licencias, eventos especiales, competiciones de Karts, Nascar, históricos… hay de todo para todos, y en un porrón de circuitos reales, urbanos, de tierra, con nieve… o los que tú mismo hayas creado. Todo genial. Seguro que no te acabas el juego en menos de un mes…
Por el otro lado, la jugabilidad sigue siendo la misma que encontramos en el GT5 Prologue. Está bien, pero resulta un pelín infantil. Pues los coches ahora se abollan, pero poco. Y puedes hacer que un Toyota Yaris corra más que un Nissan 200SX o Ford Focus ST. También es un poco frustrante empezar por correr con coches que a duras penas hacen los 100km/h por no hablar de la aburrida carrera entre VW Samba de los años 60 en el circuito de Top Gear.
Por lo demás, insito, el juego está genial. Seguiremos descubriéndolo poco a poco y te lo contaremos.
Sin embargo…
Si el GT5 te resulta ñoño –que podría pasar-, te recomendamos el Need for Speed Hot Pursuit. Muy currado (aunque no se puede comparar) y tremendamente entretenido. Haz el cabra por Sea Crest County al volante de un Aston Martin One-77, un Pagani Zonda R, un Mustang Shelby GT500… o el mismísimo McLaren MP4-12C. Hay un porrón de coches y una miriada de aceleradores por pisar a fondo mientras la poli te pisa los talones. Pero ojo, aquí los coches sí se rompen en mil pedazos, por lo que en muchas ocasiones, el problema no estará en llegar primero, sino simplemente en llegar a la meta.
Muy entretenido. Más cerca del juego “Blur” que de “Grid”, que por otro lado, también estaban bastante bien.
Por aquí tenemos la edición “Signature”, que viene en caja de lata pintada de negro SLS, carterita de cuero, pendrive con el majing of del juego, un llavero, un librito con fotos, un cochecito (Merc SLS naranja) y una publicación fantástica (Apex) para aficionados y expertos del mundo del automóvil.
Para redondear la jugada, encontraremos un código que desbloqueará coches Steath desde el inicio para ti solito.
Pero vamos con el juego en sí.
Tras unas cuantas horas a sus mandos queda claro que el principal desgaste del equipo de dirección ha venido marcado por el desarrollo gráfico, que es espectacular. Coches, circuitos, paisajes…asombroso. Vale la pena no saltarse la intro del juego.
Luego están los diferentes modos de juego, siendo “Vida GT” el que nos introduce en el mundo de las carreras a fondo. Este modo es “pantagruélico”, y contempla desde pruebas para licencias, eventos especiales, competiciones de Karts, Nascar, históricos… hay de todo para todos, y en un porrón de circuitos reales, urbanos, de tierra, con nieve… o los que tú mismo hayas creado. Todo genial. Seguro que no te acabas el juego en menos de un mes…
Por el otro lado, la jugabilidad sigue siendo la misma que encontramos en el GT5 Prologue. Está bien, pero resulta un pelín infantil. Pues los coches ahora se abollan, pero poco. Y puedes hacer que un Toyota Yaris corra más que un Nissan 200SX o Ford Focus ST. También es un poco frustrante empezar por correr con coches que a duras penas hacen los 100km/h por no hablar de la aburrida carrera entre VW Samba de los años 60 en el circuito de Top Gear.
Por lo demás, insito, el juego está genial. Seguiremos descubriéndolo poco a poco y te lo contaremos.
Sin embargo…
Si el GT5 te resulta ñoño –que podría pasar-, te recomendamos el Need for Speed Hot Pursuit. Muy currado (aunque no se puede comparar) y tremendamente entretenido. Haz el cabra por Sea Crest County al volante de un Aston Martin One-77, un Pagani Zonda R, un Mustang Shelby GT500… o el mismísimo McLaren MP4-12C. Hay un porrón de coches y una miriada de aceleradores por pisar a fondo mientras la poli te pisa los talones. Pero ojo, aquí los coches sí se rompen en mil pedazos, por lo que en muchas ocasiones, el problema no estará en llegar primero, sino simplemente en llegar a la meta.
Muy entretenido. Más cerca del juego “Blur” que de “Grid”, que por otro lado, también estaban bastante bien.