Chevrolet Cruze 2.0VCDi
" Cruze de caminos "
La idea era ofrecer un coche a la americana: grande, barato, bien equipado y aceptablemente bueno sobre la carretera. Sin embargo, se buscaba competir entre alternativas europeas, por lo que una vez puesto a punto el modelo al gusto de estas latitudes… les salió una mezcla homogénea de lo más interesante.
La primera vez que supe del Cruze me pareció una idea muy inteligente. Política de coche yankee más o menos adecuada a los gustos del viejo continente. Un coche grande, sencillo, aceptablemente bien acabado y con un precio razonable.
Cuando lo vi en directo me gustó. Ese rollo coupé de cuatro puertas tan de moda hoy en día, una estética moderna y un interior bien resuelto acabaron por convencerme.
También detecté su principal problema: la ausencia de versión 5 puertas, que es la más demandada en su segmento. En principio ese problema se resolverá en breve, pues ya pudimos ver en el reciente Salón de París su configuración con portón trasero, con una reinterpretación muy acertada de la zaga.
Luego está el tema de los motores. Los gasolina de la extinta Daewoo eran una auténtica patata, y los diesel, un boniato. Por eso GM echó mano de su buen hacer mostrado en la alemana Opel y ahora tenemos unas versiones gasóleo VCDI de lo más apetecibles.
Y el ADN de GM-Opel en este coche rebosa en su interior, el cual es amplio, cómodo, luminoso y hasta atractivo. Vale, los plásticos no son lo suyo, los ajustes no son milimétricos y se echa de menos algún reglaje más para lograr mejor posición al volante. Por lo demás, hay de todo y todo funciona.
Comparte muchos elementos y similar función, tacto o manejo… pero más barato. Es como la versión low cost de un Opel Astra.
Lo cual no es malo, ya que hay muchos compradores que, gusto estético aparte, no valoran tanto la marca, la calidad de los plásticos, la precisión de los ajustes, la finura dinámica, la carga tecnológica… como para pagar 10.000 euros de más. Ahí Chevrolet saca pecho.
Pero cuidado, con ello ni de lejos quiero decir que el Cruze sea un coche barato pero malo. Es un coche razonablemente bien posicionado en precio y mejor en calidad general de lo que se puede esperar.
Porque con los 21.000 euros que cuesta este coche es difícil comprar una berlina de más de cuatro metros y medio con 450 litros de maletero. Sí, este Chevrolet mediano deja “pequeño” al Mercedes Clase C.
Y a ello hay que sumarle un potente propulsor como este VCDI de 150CV objeto de nuestra prueba. Nadie nos da más por tan poco.
Este motor –una adaptación del noble y antiguo 1.9CDTi de Opel- no es un prodigio ni de silencio ni de suavidad, pero dota al coche de una capacidad de aceleración y recuperación encomiable. Como digo, al ralentí resulta ruidoso –culpa también del mejorable aislamiento acústico del coche- y transmite vibraciones a los pedales, palanca de cambios y hasta a los retrovisores. Pero esto es algo a lo que ya estamos acostumbrados y, a menos que escojamos coches mucho más caros, las diferencias en este aspecto entre un y otro diesel son casi de matiz. Su rendimiento adolece de una notable ausencia de bajos, compensada con un medio régimen potente y brillante que desaparece poco más allá de las 3.750 rpm. Nada nuevo para un diesel “a tope de turbo”. Ni nada malo.
La caja de cambios de cinco velocidades busca el consumo por encima de la prestación, con desarrollos cortos para rodar lo más bajo de vueltas en la marcha más alta posible. De esta manera nosotros hemos hecho 7 litros de media a los 100kms en nuestro recorrido habitual de pruebas. No olvidemos que se trata de un coche de tonelada y media, y que nuestro “Chevy” apenas tenía 1.000 kms cuando nos lo entregaron.
Los frenos es quizá uno de los apartados que menos me han gustado. Tacto gomoso y difíciles de dosificar. En más de una ocasión bloqueé las ruedas por no fiarme de su capacidad a medio pedal, lo que me sirvió para verificar un funcionamiento del ABS muy bien medido.
La otra cosa que tampoco me ha gustado ha sido su dirección.
Su asistencia es exagerada y no resulta precisa. En ciudad, línea recta o amplias curvas de autopista da igual, pero en el resto de ocasiones, el ir por donde quiero como quiero y cuando quiero se logra por aproximación.
Y es una pena, porque el coche va muy asentado de suspensión, con unos muelles blandos pero que no favorecen el balanceo.
En lineas generales es un coche confortable muy fácil de llevar.
Las cosas que más me gustan de él ya os las adelanté en un principio, pero recalco aquí su diseño, la amplitud de la carrocería y su buena capacidad de carga. 5 adultos y equipaje no son un problema para este Cruze, que además cuenta con rueda de repuesto “de verdad”. Tampoco lo son contar con elementos de serie en este acabado LT como las llantas de 17”, el climatizador, sensores de luces y limpias, control de velocidad…
Si hablamos de su competencia la conversación será breve. Nadie ofrece tanto tamaño y potencia por este precio. El Fiat Linea se le acerca, pero es una tortuga a su lado. El Ford Focus berlina es algo más pequeño y, con un motor menos potente, mucho más caro. El Volkswagen Jetta ya son palabras mayores y el Opel Astra sedán no se lo ha comprado nadie. Por ello el Chevrolet se puede saltar el cruce sin mirar hacia los lados.
Las ventas aún no le acompañan, pero seguro que su versión cinco puertas le otorga el éxito que merece a este coche que empezó siendo una cosa para luego querer ser otra, y que, en lugar de no ser ninguna de las dos, ha resultado una mezcla lo suficientemente interesante como para ser tenido en cuenta.
Cuando lo vi en directo me gustó. Ese rollo coupé de cuatro puertas tan de moda hoy en día, una estética moderna y un interior bien resuelto acabaron por convencerme.
También detecté su principal problema: la ausencia de versión 5 puertas, que es la más demandada en su segmento. En principio ese problema se resolverá en breve, pues ya pudimos ver en el reciente Salón de París su configuración con portón trasero, con una reinterpretación muy acertada de la zaga.
Luego está el tema de los motores. Los gasolina de la extinta Daewoo eran una auténtica patata, y los diesel, un boniato. Por eso GM echó mano de su buen hacer mostrado en la alemana Opel y ahora tenemos unas versiones gasóleo VCDI de lo más apetecibles.
Y el ADN de GM-Opel en este coche rebosa en su interior, el cual es amplio, cómodo, luminoso y hasta atractivo. Vale, los plásticos no son lo suyo, los ajustes no son milimétricos y se echa de menos algún reglaje más para lograr mejor posición al volante. Por lo demás, hay de todo y todo funciona.
Comparte muchos elementos y similar función, tacto o manejo… pero más barato. Es como la versión low cost de un Opel Astra.
Lo cual no es malo, ya que hay muchos compradores que, gusto estético aparte, no valoran tanto la marca, la calidad de los plásticos, la precisión de los ajustes, la finura dinámica, la carga tecnológica… como para pagar 10.000 euros de más. Ahí Chevrolet saca pecho.
Pero cuidado, con ello ni de lejos quiero decir que el Cruze sea un coche barato pero malo. Es un coche razonablemente bien posicionado en precio y mejor en calidad general de lo que se puede esperar.
Porque con los 21.000 euros que cuesta este coche es difícil comprar una berlina de más de cuatro metros y medio con 450 litros de maletero. Sí, este Chevrolet mediano deja “pequeño” al Mercedes Clase C.
Y a ello hay que sumarle un potente propulsor como este VCDI de 150CV objeto de nuestra prueba. Nadie nos da más por tan poco.
Este motor –una adaptación del noble y antiguo 1.9CDTi de Opel- no es un prodigio ni de silencio ni de suavidad, pero dota al coche de una capacidad de aceleración y recuperación encomiable. Como digo, al ralentí resulta ruidoso –culpa también del mejorable aislamiento acústico del coche- y transmite vibraciones a los pedales, palanca de cambios y hasta a los retrovisores. Pero esto es algo a lo que ya estamos acostumbrados y, a menos que escojamos coches mucho más caros, las diferencias en este aspecto entre un y otro diesel son casi de matiz. Su rendimiento adolece de una notable ausencia de bajos, compensada con un medio régimen potente y brillante que desaparece poco más allá de las 3.750 rpm. Nada nuevo para un diesel “a tope de turbo”. Ni nada malo.
La caja de cambios de cinco velocidades busca el consumo por encima de la prestación, con desarrollos cortos para rodar lo más bajo de vueltas en la marcha más alta posible. De esta manera nosotros hemos hecho 7 litros de media a los 100kms en nuestro recorrido habitual de pruebas. No olvidemos que se trata de un coche de tonelada y media, y que nuestro “Chevy” apenas tenía 1.000 kms cuando nos lo entregaron.
Los frenos es quizá uno de los apartados que menos me han gustado. Tacto gomoso y difíciles de dosificar. En más de una ocasión bloqueé las ruedas por no fiarme de su capacidad a medio pedal, lo que me sirvió para verificar un funcionamiento del ABS muy bien medido.
La otra cosa que tampoco me ha gustado ha sido su dirección.
Su asistencia es exagerada y no resulta precisa. En ciudad, línea recta o amplias curvas de autopista da igual, pero en el resto de ocasiones, el ir por donde quiero como quiero y cuando quiero se logra por aproximación.
Y es una pena, porque el coche va muy asentado de suspensión, con unos muelles blandos pero que no favorecen el balanceo.
En lineas generales es un coche confortable muy fácil de llevar.
Las cosas que más me gustan de él ya os las adelanté en un principio, pero recalco aquí su diseño, la amplitud de la carrocería y su buena capacidad de carga. 5 adultos y equipaje no son un problema para este Cruze, que además cuenta con rueda de repuesto “de verdad”. Tampoco lo son contar con elementos de serie en este acabado LT como las llantas de 17”, el climatizador, sensores de luces y limpias, control de velocidad…
Si hablamos de su competencia la conversación será breve. Nadie ofrece tanto tamaño y potencia por este precio. El Fiat Linea se le acerca, pero es una tortuga a su lado. El Ford Focus berlina es algo más pequeño y, con un motor menos potente, mucho más caro. El Volkswagen Jetta ya son palabras mayores y el Opel Astra sedán no se lo ha comprado nadie. Por ello el Chevrolet se puede saltar el cruce sin mirar hacia los lados.
Las ventas aún no le acompañan, pero seguro que su versión cinco puertas le otorga el éxito que merece a este coche que empezó siendo una cosa para luego querer ser otra, y que, en lugar de no ser ninguna de las dos, ha resultado una mezcla lo suficientemente interesante como para ser tenido en cuenta.
NUESTRA NOTA: 7.5
Cosas a favor
Motor potente
Amplitud interior
Precio y equipamiento
Cosas en contra
Frenos mejorables
Dirección imprecisa
Materiales y ajustes
MOTOR
- Cilindrada: 1.991 c.c.
- Potencia: 150 CV CEE
- Par: 32,6 mkg
- Tracción: delantera
- Caja de cambios: manual 5 velocidades
Dimensiones
- Largo/ancho/alto: 460/179/147 cms
- Peso: 1.427 kgs
- Ruedas: 225/50R17
- Maletero: 450 l
- Cap. Depósito: 60 l
Prestaciones
- Velocidad máxima: 210 km/h
- Aceleración 0-100km/h: 10 seg
- Consumo medio oficial: 5,6 l/100kms
Equipamiento
- Equipamiento: ABS, EDB, TCS, 6 airbags, asiento trasero abatible, radio CD-MP3-Aux, climatizador, control de velocidad, sensor de luces y limpias, faros antiniebla, llantas de 17", volante multifunción de cuero, cromados en ventanillas, ordenador de a bordo, inserciones en símil titanio...