Prueba del Mercedes B180 CDi

El mercedes clase B nació en un nicho copado de competencia y con una apuesta arriesgada. Este pequeño monovolumen ofrecía calidad… a cambio de poder pagarla. En un mercado lleno de Scenic, C4, C Max, etc, destinadas a un público que primaba practicidad, precio y equipamiento, ¿por qué alguien iba a pagar más por menos? ¿por la estrella del capó? En cualquier otro segmento habría funcionado, en éste no fue el caso. No cuajó en su inicio y cayó en las listas de ventas hasta situarse en el olvido. De nada servían sus buenos motores, su confortable rodar y su agradable estética. No se vendía, luego no se veía, luego nadie quería lo que no conocía.

Hasta ahora.



Una acertada política de precios, un re-styling, motores optimizados y, por qué no decirlo, una compra masiva de unidades por parte de las agencias de alquiler de coches, lo han puesto en la carretera de nuevo. Ahora se vé, se conoce, gusta y se compra.

Lo primero que llama la atención de este Mercedes es su conservadora línea, en consonancia con la gama de la marca. Nada destaca, pero nada desentona. Según en qué color lo elijas, puedes ser la mamá más elegante en la puerta del colegio de tus hijos. No es bonito pero, ¿qué monovolumen compacto lo es? Lo segundo que llama la atención en este coche es su interior. No por su amplitud, practicidad, huecos grandes, huecos pequeños, bolsillos en los respaldos, bandejitas…sino por su calidad. Nada más abrir la puerta queda en evidencia que nos encontramos ante un Mercedes con mayúsculas. No, no lo digo por su enorme volante con la estrella, o por el anacrónico reloj digital del cuadro. Lo digo por los materiales empleados, sus ajustes y acabados. Todo muy bien puesto, todo a mano y todo bueno. En función del acabado tendremos más botones que apretar, pero en la configuracion básica de este B180 Cdi encontramos lo mínimo imprescindible, echando de menos tan sólo la iluminación en los espejos de cortesía de los parasoles.



Tenemos grandes huecos en las puertas y una generosa guantera. Los asientos delanteros son amplios y cómodos, el apoyabrazos es de serie, con portaobjetos en su interior y la altura al techo alcanza una cota muy buena. Atrás tres adultos viajarán muy juntos pero no muy revueltos. Todas las plazas te hacen adoptar una posición muy erguida con las rodillas flexionadas.

Lo que sí que cabrá sin estrecheces es el equipaje en el maletero. Con 544 litros de capacidad es uno de los más grandes del segmento (50 litros más que un C4 Picasso, que es 20 cm más largo).



Arrancamos.
Este 2 litros Cdi es la versión electrónicamente capada del B200 Cdi, dejándonos tan solo con 109 CV para mover la tonelada y media de peso de este coche. Es por ello que huelga hablar de prestaciones en este modelo, puesto que “si no puedes decir nada bueno de algo o alguien, mejor cállate”. De lo que sí que se puede hablar largo y tendido es de comodidad. El motor suena poco, no vibra demasiado y muestra un talante muy elástico en sus dos últimas marchas. Y de consumo, donde será difícil pasar de los 6 litros de media en conducción normal.

Todo ello sumado a lo cómodo de su suspensión, su fofa dirección y su aceptable calidad de frenada, lo convierte en un coche digno de cubrir largas distancias, con poco gasto, mucho confort y algo de estilo. Sin duda yo optaría por su versión más potente para obtener lo que ya tengo con éste…pero más rápido. Quizá también optaría por una suspensión más firme para minimizar el balanceo propio de estas carrocerías, aunque con ello perdiera el “rodar de seda”.



Hablando de poner y quitar, hablemos del equipamiento y del precio. En los 27.000 euros que nos piden por este coche caben un sinfín de dispositivos de seguridad, así como el equipo standard de cualquier otro compacto generalista, pero deja demasiadas cosas en opción, como el bluetooth, clima bi-zona (el de serie es de una sola zona), control y regulador de velocidad, etc..
Bien cierto es que sólo se trata de una cuestión de dinero, y en función del montante que queramos añadir a nuestro B obtendremos un monovolumen “topedeportivo”, “topelegante”, “topesofisticado” o “topeaustero”(ésta es la opción que menos dinero necesita). En cualquier caso obtendremos un coche amplio, agradable de conducir y muy bien acabado. Quizá nunca sea el líder del mercado, pero sí que es una opción digna de tener en cuenta.