by AUTODOMINIS

Prueba del Opel Insignia 1.6Turbo Sport 5p

Opel Insignia 1.6Turbo Sport 5p

" Insignia de Plata "

Condecoración de segundo orden por salir airoso en la lucha cuerpo a cuerpo contra sus adversarios. Eso es lo mínimo que se le puede otorgar a este Opel, pero ¿Por qué de segundo orden?


Bien, vaya por adelantado que una medalla es una medalla, y aunque esta Insignia se popularizó entre las tropas de Hitler a partir de 1942… vamos a prescindir del detalle para no fastidiarme el titular, pues también muchas otras hubieron.



Y que vaya también por adelantado que, junto con el Citroën C5 actual, no hay dos coches que hayan dejado más atrás a sus predecesores que éstos.
Sí, el Opel Insignia no comparte más con el anterior Opel Vectra que el tener cuatro ruedas y un volante. A partir de ahí, todo nuevo. Todo mejor. Todo mucho mejor.
Y no seré yo el que diga que el Opel Vectra era un coche malo (ya lo dicen muchos otros por mí), pero tampoco voy a decir que fuera un coche bueno. Era, aceptable. Punto.

Pero este Insignia es otra cosa. No hace falta más que darle un vistazo. Su porte es mucho más sólido, más fluido, más trabajado, más afilado y, sobre todo, más bonito.
Esto, insisto como cada vez que lo digo, es un valor subjetivo. Pero es curioso cómo en los últimos coches que he probado y que me han resultado de agraciada estética, muchos han coincidido conmigo. Respecto a este Opel, me lo han llegado a comparar con un Passat CC. Aunque han matizado que el Volkswagen es “más coche”. Pues chincha-rabiña que el mío tiene portón atrás y el tuyo no, les digo yo.



Más coche o menos coche el Insignia está muy bien hecho. Sus 483 cms de largo por un metro ochenta y cinco de ancho quedan perfectamente armonizados con una zaga que, en este caso y por ser versión 5 puertas, resulta afilada y deportiva.
Como deportivas son sus llantas de 18” de serie con este acabado. ¿Exageradas? En absoluto. Sus pasos de rueda son tan pronunciados y musculosos que ponerle menos a este coche sería como ponerle zapatitos de baile a Mike Tyson. De hecho, Opel contempla opción de hasta 20 pulgadas sin despeinarse.

Visto por fuera, merecería Insignia de Oro y diamantes, pero al pasar al interior vamos perdiendo kilates. Bien, no es que su interior no sea bueno o resulte desagradable. Todo es cuestión de detalles. Por ejemplo, los ciento cuarenta y cuatro mil botones que, distribuidos por doquier, incluye este coche. Al menos son grandes y claritos, pero marean. Además tal profusión carece de sentido pues habiendo vivido unos cuantos días con el Opel, me he dado cuenta que sólo utilizaba la misma media docena.
Por cierto, entre tanto botón no hay uno marcado como “off” para el climatizador bizona que por otro lado, tampoco tiene “medios grados”.



La instrumentación es clara y el manejo del ordenador de a bordo oscuro. No he sido capaz de poner a cero el totalizador parcial de kilómetros por más que lo he intentado. El botón-rosca del volante para cambiar de fuente (radio-cd-aux) es impreciso y el manejo del mando que regula los retrovisores ofrece una postura poco natural.
La regulación lumbar de los asientos deberían prohibirla, pues va de dolor agudo de cervicales hasta la baja por lumbalgia de una semana.
Por otro lado hay mucho plástico negro a la vista y las inserciones decorativas decoran muy poco.
Y añadir que el parktronic es una pesadilla de pitidos que volverá esquizofrénico al más pintado pues tampoco dispone de pantalla donde contrastar por dónde te la vas a dar.

¡Menudo desastre estarás pensando!

Pues no, ni mucho menos. No es fácil sacarle defectos a este coche. He tenido que ser muy metódico y quisquilloso para llegar a tales conclusiones y centrarme en la anécdota, el detalle, pues desde fuera y una vez puestos en marcha, todo son parabienes.



¡Porque qué rodar tiene este coche amigos! Estabilidad, al lado de esta palabra deberían poner una foto del Insignia en el diccionario. Imperturbable, muestra el mismo aplomo a 80 que a 180 o a 280 km/h (si los cogiera). Es un tragamillas perfecto, con un esquema de suspensión fantástico y una puesta a punto del chasis con la que ni tan siquiera pudo soñar el olvidado Vectra. Y para paladares que gustan de sabores más modernos hablaremos del FlexRide de Opel, que viene a ser una suspensión regulable y también viene de serie. Tenemos modo Sport, Tour y Normal, en el que arranca el coche por defecto. De entre los dos últimos apenas hay diferencia, pues sigue siendo una experiencia placentera conducir este coche con cualquiera de los dos modos activados, mientras que en Sport la cosa cambia de manera sensible. De hecho cambia, y mucho, la sensibilidad del acelerador y con qué alegría sube de vueltas. También se endurecen los muelles y la dirección, pero poco (ni falta que hace). Eso por no hablar de lo que sin duda es lo más importante que puede ofrecer esta configuración: la iluminación del cuadro se vuelve roja. Parece una tontería, de hecho lo es, pero es una tontería que gusta. Quiero decir que puedes vivir sin ella, pero mejor si la tienes.

De dirección ya he dicho que va bien pues transmite lo que debe a través de un tacto oportuno y que resulta ágil. El cambio de 6 marchas es una gozada de accionar… despacio. Hacerlo rápido sólo lleva a dos resultados: 1) Pensar que no vale la pena y 2) Eso no es tercera sino primera. “Vísteme despacio que tengo prisa, dicen”.



En autopista impecable, en carretera extraordinario, en curvas firme –aunque sin demasiada cintura-, seguro como el que más y frenando a la altura de los mejores.
Recuperamos la Insignia de Oro ¿No?

Pues no.

Ahora toca hablar del motor: “motor pequeño con turbo grande ande o no ande” parece ser el dicho que actualmente están empleando las marcas con el dichoso “downsizing”.
Y esto, con la excesiva aspiración de Opel de sacarle 180CV a este “milseiscientos” de gasolina nos da como resultado un coche con muy pocos bajos, muy buenos medios y ningún alto. Franja de utilización óptima: entre 2.000 y 4.500 rpm. Mientras nos mantengamos ahí todo irá bien, pues es un propulsor voluntarioso. Y ruidoso, por cierto.

Si le queremos sacar más deberemos jugar con la marchas para mantener el ritmo y que las revoluciones no decaigan, y practicar este tipo de conducción tiene su repercusión en el consumo: 9,7 l/100kms de media. Demasiado. Su hermano 2.0 Turbo calca ese registro rodando al mismo ritmo. Esto es lo que nadie cuenta del mencionado “downsizing”. Si tenemos más motor, más par y más potencia disponible más abajo, no necesitamos revoluciones para ir rápido. El ir despacio ya es otro cantar.
Pero bueno, esto no es un problema del Insignia ni de su motor, sino de todos los motores turbo-enanos actuales. No le quitamos entonces demasiados puntos al Opel.



Y para ir concluyendo seguimos sacando cosas buenas como el Opel Eye (opcional) que lee las señales de velocidad de la carretera y funciona extraordinariamente bien. O el sistema AFL Plus de iluminación (opcional también) con bixenon. En serio, este sistema es de lo mejor en faros que he probado los últimos años (aunque mi chica diga que la luz en curva sólo ilumina los bichos de la cuneta). Y me gusta mucho el asistente de aparcamiento que mide los huecos, y gracias al cielo lo hace de manera holgada y te indica las maniobras. Para torpes como yo este sistema es el Maná caído del cielo. El navegador (opcional) es bueno y claro, pues es lo único que se maneja con dos botones. Los asientos de serie sujetan muy bien, las plazas de atrás son buenas para tres personas y el maletero es grande y regular, contando con un generoso portón que deja un hueco en el que casi cabe un piano de cola.



Y el precio: 27.550 euros, un chollo (o quizá no en los tiempos que corren, pero eso no es culpa suya). Más de 31.000 la unidad probada, también lo reconozco. Con lo que yo, personalmente, me ahorraría… los asientos eléctricos con la regulación lumbar y me rascaría los bolsillos para escoger el 2.0 Turbo Sport 5p, que sí que puede optar a la Insignia de Oro y también, que sé que te gusta, tiene doble salida de escape y pone “Turbo” sobre la tapa de su maletero.


NUESTRA NOTA: 8
Valoracion prueba 8
Cosas a favor

Estabilidad a prueba de bombas
Estética y 5 puertas
Equipamiento completo y opciones interesantes

Cosas en contra

Motor estresado
Consumo muy sensible
Botones, botones y más botones

motor
MOTOR
  • Cilindrada: 1.598 c.c.
  • Potencia: 180 CV CEE
  • Par: 23,4 mkg
  • Tracción: delantera
  • Caja de cambios: manual 6 velocidades
dimensiones
Dimensiones
  • Largo/ancho/alto: 483/185/149 cms
  • Peso: 1.503 kgs
  • Ruedas: 245/45/R18
  • Maletero: 530 L
  • Cap. Depósito: 70 L
prestaciones
Prestaciones
  • Velocidad máxima: 225 km/h
  • Aceleración 0-100km/h: 8,9 seg
  • Consumo medio oficial: 7,7 l/100kms
equipamiento
Equipamiento
  • Equipamiento: ABS, EDB, ESP, TCS, 6 airbags, climatizador bizona, bluetooth, control de velocidad, ordenador de a bordo, CD-Mp3-Aux-in, faros antiniebla, apoyabrazos trasero, asientos deportivos multiregulables, llantas de 18", FlexRide, suspensión rebajada, pedales de aluminio, escape deportivo...

"Bonus Gallery"
Fotografías del Opel Insignia 1.6Turbo Sport 5p

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