Test Mazda 3 2.0DISI Sportive
" DI-SI a la gasolina "
Este DISI tan divertido en la denominación del modelo no indica que su conductor sea fan de la mitad de eisi-disi (AC/DC), ni la letra D aunque parezca mentira, hace referencia al combustible Diesel. Hablamos de inyección directa en un motor atmosférico de gasolina. ¿Te acuerdas de ellos?
Reconozco que no me he cruzado con muchos Mazda 3 nuevos, por ello y por la dificultad a la hora de probarlos (pocas unidades de prensa y todas “reservadas”) no le llegué a prestar demasiada atención. Otro coche japonés, y poco más.
Sin embargo un ejemplar dos litros cinco puertas apareció un día en mi parking con placa alemana y el depósito casi lleno. Y sus llaves en mi bolsillo.
Antes de montarme dediqué un rato a observar el bonito color azul que lucía este coche de prueba. Al principio resulta chillón, pero una vez te acostumbras, es un color curioso como pocos. Muy aparente bajo la luz tenue de un atardecer de invierno.
Otro vistazo al Mazda y apreciamos cómo la marca busca dar sensación de movimiento incluso con el coche parado. Líneas para arriba, líneas para abajo, un remate aquí, otro allá, un pliegue difuso, una abertura sutil… Atractivo, pero puede resultar recargado.
Pero para recargado el volante: 19 botones alberga el aro. Todos muy bien distribuidos y facilitando mucho las funciones una vez en marcha, pero al principio, asusta.
Del interior decir que presenta unos materiales y ajustes al más alto nivel, que a pesar de la mencionada profusión de accionadores todo está en su sitio y que la postura al volante sería encomiable de no ser porque los reposacabezas delanteros, incluso en su posición más elevada, no me llegan más allá de la nuca. ¿Es un coche para bajitos? Tal vez, pues me costó tres intentos regular volante y asiento hasta que pude ver con claridad, sin la parte superior del aro del volante en medio, el tablero de instrumentos.
Buen mullido de asientos con la banqueta un poco corta, pero recogen bien el cuerpo. Y atrás, el mal aprovechamiento de espacio al que nos tiene acostumbrados la marca: El coche por fuera es más grande que un Golf y por dentro resulta casi tan pequeño como un Clio. Bueno, no pasa nada, esto también le ocurre a otras marcas, pero conviene tenerlo en cuenta si los cinco ocupantes que va a albergar la carrocería están creciditos. Me vuelve a la cabeza la hipótesis de coche para pequeños “hobbits”.
Pero nos empezamos a mover y la cosa mejora, pues si este coche tiene algo grande, es su motor.
Este motor de gasolina (sí, aún existen) de dos litros de cilindrada se aleja de la tendencia actual del “downsizing” y los “turbillos” para ofrecer una respuesta lineal cuajada de suavidad, hasta tal punto que con el climatizador puesto y la radio bajita, cuesta saber si el coche está en marcha. Eso puede ser porque muchas veces no lo estará. Sí amigos, este 2.0DISI es el único coche de su gama que puede equipar el sistema i-stop de la marca que detiene el motor en los semáforos y lo vuelve a arrancar al pisar el embrague. Es similar al star&stop que ya equipan otros coches y no voy a insistir en lo “fenomenal” que me parece este invento. Sólo diré que con un botón a la izquierda del volante se puede desconectar.
Pero con el motor apagado el coche no tiene ni la mitad de gracia que con él encendido, asi que, sigamos en marcha. Apurando su caja de seis velocidades el ruido, sobre todo aerodinámico, se hace notar, no obstante, no molesta. En autopista va bien, sin alardes ni excesos. En carreteras rápidas va mejor, y en recorridos lentos y sinuosos, se le atragantan los apoyos sin llegar a ser violento ni peligroso. El freno motor es excesivo en todos los casos. Levantas el pie del acelerador y, tras unos segundos, parece que “te han metido la reductora”. La suspensión filtra, traga y transmite y la dirección va bien, con un autocentrado mucho más contundente que el de la generación anterior.
De frenos, suficientes para detener un compacto de pero liviano, como es el caso.
Y una sensación: Este coche siempre me pareció que corría más de lo que en realidad lo hacía. Esto seguro que lo agradecen tus puntos del carnet y tu bolsillo a la hora de poner gasolina. 8,2 litros de gasolina a los 100 kms recorridos durante la prueba no son mucho, pero tampoco es de los mejores. Pero recuerda, es un dos litros sin sobre alimentación. Con inyección directa de combustible, eso sí.
En fin, tras un par de días de test montado en el coche (bueno, no de seguido) me bajo de él con el convencimiento de que efectivamente es “uno más”. Pero uno más a tener en cuenta, no a descartar en el reñido segmento de los compactos.
Quizá su precio de 23.250 euros se nos antoje excesivo, pero es que por ese precio, y en este acabado, hasta el navegador (con pantalla pequeñita –pa´chasco-) es de serie.
Incluso si lo queremos equipado hasta los topes, por 1.500 euros Mazda nos da el Pack Sportive Premium, que consta de faros bixenon adaptativos, equipo de audio Bosé con cargador de cds, conexión IPod y bluetooth ampliado. Buena oferta.
Pero es que también son muy buenas en general las ofertas de su competencia, con coche que van tan bien o mejor como él y pensados para gente de talla y estatura normal. Difícil lo tiene este bonito japonés. No sé, entre él y el nuevo Opel Astra, por ejemplo, me quedo con el teutón 1.6 Turbo sin dudarlo. Y lo siento por su color azul pitufo.
Sin embargo un ejemplar dos litros cinco puertas apareció un día en mi parking con placa alemana y el depósito casi lleno. Y sus llaves en mi bolsillo.
Antes de montarme dediqué un rato a observar el bonito color azul que lucía este coche de prueba. Al principio resulta chillón, pero una vez te acostumbras, es un color curioso como pocos. Muy aparente bajo la luz tenue de un atardecer de invierno.
Otro vistazo al Mazda y apreciamos cómo la marca busca dar sensación de movimiento incluso con el coche parado. Líneas para arriba, líneas para abajo, un remate aquí, otro allá, un pliegue difuso, una abertura sutil… Atractivo, pero puede resultar recargado.
Pero para recargado el volante: 19 botones alberga el aro. Todos muy bien distribuidos y facilitando mucho las funciones una vez en marcha, pero al principio, asusta.
Del interior decir que presenta unos materiales y ajustes al más alto nivel, que a pesar de la mencionada profusión de accionadores todo está en su sitio y que la postura al volante sería encomiable de no ser porque los reposacabezas delanteros, incluso en su posición más elevada, no me llegan más allá de la nuca. ¿Es un coche para bajitos? Tal vez, pues me costó tres intentos regular volante y asiento hasta que pude ver con claridad, sin la parte superior del aro del volante en medio, el tablero de instrumentos.
Buen mullido de asientos con la banqueta un poco corta, pero recogen bien el cuerpo. Y atrás, el mal aprovechamiento de espacio al que nos tiene acostumbrados la marca: El coche por fuera es más grande que un Golf y por dentro resulta casi tan pequeño como un Clio. Bueno, no pasa nada, esto también le ocurre a otras marcas, pero conviene tenerlo en cuenta si los cinco ocupantes que va a albergar la carrocería están creciditos. Me vuelve a la cabeza la hipótesis de coche para pequeños “hobbits”.
Pero nos empezamos a mover y la cosa mejora, pues si este coche tiene algo grande, es su motor.
Este motor de gasolina (sí, aún existen) de dos litros de cilindrada se aleja de la tendencia actual del “downsizing” y los “turbillos” para ofrecer una respuesta lineal cuajada de suavidad, hasta tal punto que con el climatizador puesto y la radio bajita, cuesta saber si el coche está en marcha. Eso puede ser porque muchas veces no lo estará. Sí amigos, este 2.0DISI es el único coche de su gama que puede equipar el sistema i-stop de la marca que detiene el motor en los semáforos y lo vuelve a arrancar al pisar el embrague. Es similar al star&stop que ya equipan otros coches y no voy a insistir en lo “fenomenal” que me parece este invento. Sólo diré que con un botón a la izquierda del volante se puede desconectar.
Pero con el motor apagado el coche no tiene ni la mitad de gracia que con él encendido, asi que, sigamos en marcha. Apurando su caja de seis velocidades el ruido, sobre todo aerodinámico, se hace notar, no obstante, no molesta. En autopista va bien, sin alardes ni excesos. En carreteras rápidas va mejor, y en recorridos lentos y sinuosos, se le atragantan los apoyos sin llegar a ser violento ni peligroso. El freno motor es excesivo en todos los casos. Levantas el pie del acelerador y, tras unos segundos, parece que “te han metido la reductora”. La suspensión filtra, traga y transmite y la dirección va bien, con un autocentrado mucho más contundente que el de la generación anterior.
De frenos, suficientes para detener un compacto de pero liviano, como es el caso.
Y una sensación: Este coche siempre me pareció que corría más de lo que en realidad lo hacía. Esto seguro que lo agradecen tus puntos del carnet y tu bolsillo a la hora de poner gasolina. 8,2 litros de gasolina a los 100 kms recorridos durante la prueba no son mucho, pero tampoco es de los mejores. Pero recuerda, es un dos litros sin sobre alimentación. Con inyección directa de combustible, eso sí.
En fin, tras un par de días de test montado en el coche (bueno, no de seguido) me bajo de él con el convencimiento de que efectivamente es “uno más”. Pero uno más a tener en cuenta, no a descartar en el reñido segmento de los compactos.
Quizá su precio de 23.250 euros se nos antoje excesivo, pero es que por ese precio, y en este acabado, hasta el navegador (con pantalla pequeñita –pa´chasco-) es de serie.
Incluso si lo queremos equipado hasta los topes, por 1.500 euros Mazda nos da el Pack Sportive Premium, que consta de faros bixenon adaptativos, equipo de audio Bosé con cargador de cds, conexión IPod y bluetooth ampliado. Buena oferta.
Pero es que también son muy buenas en general las ofertas de su competencia, con coche que van tan bien o mejor como él y pensados para gente de talla y estatura normal. Difícil lo tiene este bonito japonés. No sé, entre él y el nuevo Opel Astra, por ejemplo, me quedo con el teutón 1.6 Turbo sin dudarlo. Y lo siento por su color azul pitufo.
NUESTRA NOTA: 7
Cosas a favor
Estética original
Suavidad de marcha
Equipamiento de serie
Cosas en contra
Asientos deportivos pequeños
Muchos botones
Maletero y plazas de atrás pequeñas
MOTOR
- Cilindrada: 1.999 c.c.
- Potencia: 151 CV CEE
- Par: 19,5 mkg
- Tracción: delantera
- Caja de cambios: manual 6 velocidades
Dimensiones
- Largo/ancho/alto: 446/175/147 cms
- Peso: 1.270 kgs
- Ruedas: 205/50R17
- Maletero: 340 L
- Cap. Depósito: 55 L
Prestaciones
- Velocidad máxima: 206 km/h
- Aceleración 0-100km/h: 10,4 seg
- Consumo medio oficial: 6,8 l/100kms
Equipamiento
- Equipamiento: ABS, EDB, BAS, ESP, TCS, 6 airbags, asiento trasero abatible, ordenador, volante de cuero regulable multifunción, retrovisores eléctricos calefactables y plegables, bluetooth, climatizador bizona, control de velocidad, control de aparcamiento trasero, faros antiniebla, faros y limpiaparabrisas automáticos, llantas de 17", asientos deportivos, asistente de cambio de carril, control de presión de los neumáticos, navegador, equipo CD-Mp3-Aux in...