Test Suzuki Swift 1.3GLX 5p
" Más o menos lo mismo "
En nuestro país el Swift sigue siendo un desconocido a pesar de tratarse de un modelo interesante. Pero… ¿Tan interesante como sus rivales de toda la vida?
Sí pero no. Lo cual necesita una explicación. Vamos a ello.
Este pequeño Suzuki de 376 centímetros de largo es algo más grande que un Nissan Micra, sin embargo es algo más ligero y su pequeño motor gasolina de 92cv lo mueve con una alegría que ya quisieran para sí muchos utilitarios diesel más potentes.
Eso, unido a un comportamiento ágil y cómodo, amén de una estética atractiva y poco vista, lo debería poner a la cabeza de su competencia entre los coches urbanos.
Pero no es así. Y tampoco su abultado equipamiento en este acabado parece ayudar, ni los tres años de garantía que ofrece su marca, ni su consumo de mechero o los trecemil y pico euros que cuesta, antes del descuento que a buen seguro te harán.
Entonces… ¿Cuál es el problema?
A nivel de usuario o comprador, puede ser lo exótico del modelo y lo relativamente exótico de la marca. Y por supuesto su nutrida –y muy similar- competencia.
Y a nivel de probador…
Este coche es fantástico mientras se mueve en urbano, pero una vez en carretera su suspensión tan agradecida con los baches y obras en ciudad hace que el Swift se desestabilice demasiado a la hora de hacer curvas. Su motor, un prodigio de suavidad y entrega asido a una caja de cambios manual de cinco marchas (con una quinta relación XXL) se vuelve ruidoso cuando queremos sacarle punta, y el consumo, en el orden de los 6 litros y medio, se nos ha ido a 8,3l/100 kms.
Frenar frena bien, incluso se percibe claramente como levanta el culete al pisar a fondo el pedal de en medio, pero sus pinzas y discos en las cuatro ruedas se agotan con excesiva facilidad.
Respecto a la “vida interior” da gran sensación de amplitud, y es que el Suzuki mide metro y medio de alto, casi como un mini-monovolumen. La anchura no es de sus mejores cotas pero cuatro adultos podrán acomodarse sin demasiadas apreturas. El maletero de 213 litros de capacidad se nos antojó pequeño, pero regular en sus formas y bien resuelto. Hay huecos en las puertas donde dejar las cosas y los plásticos del salpicadero y paneles son duros pero de buena apariencia.
El volante, a pesar de no ser de cuero, tiene buen tacto.
Los mandos son claros y de fácil manejo.
Los asientos tienen un mullido más bien poco mullido y a la larga pueden cansar. Pero es que este coche no esta pensado para viajes “a la larga”.
En definitiva, nos encontramos con un modelo con prácticamente los mismos pros y contras que casi cualquier “micro-urbano” de la competencia.
Como atributo diferencial juega con las cartas de su garantía, originalidad y estética.
Atributos de interés, sin duda, pero muchos subjetivos y que parece que en nuestro mercado no hacen una “mano ganadora”.
Casi cualquier alternativa será tan buena como él, y él será tan bueno como casi cualquier alternativa. Cómpralo si te gusta y ya está, que en este segmento, todos -o casi todos- acaban por ofrecer más o menos lo mismo.
NUESTRA NOTA: 6.5
Cosas a favor
Estética
Equipamiento de serie
Habitabilidad
Cosas en contra
Motor ruidoso al exigirle
Consumo en conducción “alegre”
Quinta marcha demasiado larga
MOTOR
- Cilindrada: 1.328 c.c.
- Potencia: 92 CV CEE
- Par: 11,8 mkg
- Tracción: delantera
- Caja de cambios: manual 5 marchas
Dimensiones
- Largo/ancho/alto: 376/169/150 cms
- Peso: 980 kgs
- Ruedas: 185/60/R15
- Maletero: 213 L
- Cap. Depósito: 45 L
Prestaciones
- Velocidad máxima: 175 km/h
- Aceleración 0-100km/h: 11 seg
- Consumo medio oficial: 6 l/100 kms
Equipamiento
- Equipamiento: ABS, EDB, 4 airbags, aire acondicionado, cierre cemtralizado, dirección asistida, elevalunas eléctricos delanteros, cierre con mando a distancia, llantas de aleación, faros antiniebla, equipo de audio CD, asientos traseros abatibles...