Nissan Qashqai e-power
" Larga vida al rey "
El SUV compacto de Nissan recibe una ligera actualización para mantenerse vigente en uno de los segmentos más competitivos del mercado, uno que, curiosamente, inventó él.
Guste más o guste menos, es innegable que el Qashqai es uno de esos automóviles emblemáticos que marcó un antes y un después. Un modelo que, dentro de quince o vente años, merecerá reconocimiento y hasta una entrada en nuestra personal sección de “El Retrovisor”.
Porque antes de él, el concepto de SUV compacto no era más que eso: un concepto. Pero su aparición, a inicios del siglo XXI lo cambió todo abriendo un camino y todas y cada una de las marcas han seguido con más o menos acierto.

Y desde entonces, el Qashqai (por cierto, ya tiene mérito triunfar con un nombre tan rebuscado) vive asediado por la competencia. Coreanos, europeos… y ahora chinos, le plantan cara desde cada esquina del cuadrilátero, haciendo que su reinado, como inventor del segmento y top de ventas, se haya tambaleado más de una vez… Sin llegar a caer. El “Rey Qash”, más allá de los problemas de su marca, sigue dispuesto a reinar por unos cuantos años más.
Otra cosa es la batalla que hay por debajo, la de los SUVs urbanos, nicho al que se ha desplazado la guerra con toda su artillería, pero eso, es cosa de la “plebe” sobre la que este Nissan asienta sus dominios. “Estáis ahí, porque yo estoy aquí”, parece decir desde las alturas.
Bajando ya al mundo más prosaico, diremos que esta actualización le ha venido de fábula al coche oriental. Suma modernidad y buenas ideas a un coche que ya era netamente bueno, lo que lo hace aún mejor. Esto, aunque parezca de “Perogrullo”, no siempre es así.

En el exterior del coche hay unos toques aquí y allá, nuevos colores, nuevas llantas y, especialmente, nuevas ópticas delanteras y traseras full LED, los faros del morro, con tecnología matricial que ilumina que da gusto.
En el interior sucede igual, pinceladas y detalles siendo lo especialmente noticiable la mejora que ha sufrido su sistema multimedia, que de golpe y porrazo lo ha convertido en uno de mis favoritos.
A nivel motriz, el Qashqai incorpora la planta motriz “híbrida” e-power que ya probamos en el X-Trail, y vuelvo a decir que me parece reinventar la rueda.
Porque este sistema, el de un motor de gasolina que funciona como generador para alimentar una batería que a su vez alimenta unos motores eléctricos que son los que, en efecto mueven el vehículo, es tan antiguo como las locomotoras diesel –funcionan así- o los coches eléctricos de rango extendido (BMW i3 REX e i8),con la salvedad de que aquí no hay enchufe por ninguna parte. Gracias a Dios.
No obstante, me parece un planteamiento interesante. De hecho, mucho más que para lucir simplemente la etiqueta ECO que le otorga la DGT.

Por un lado tenemos la suavidad e inmediatez en la respuesta que proporciona un automóvil eléctrico, y por el otro, la tranquilidad que otorga el contar con un motor de gasolina que se “recarga” en minuto y medio en cualquier surtidor de 95 octanos.
Son 190 caballos a las ruedas delanteras de pura seda. Porque demás, la puesta en marcha del motor térmico, a menos que el coche esté frío o solicitemos toda la aceleración disponible, pasa del todo desapercibida. Tampoco hay caja de cambios como tal, es de pares de engranajes de relaciones variables, con lo que nos ahorramos los tirones entre una y otra marcha. La pequeña batería cuenta con 2,1 kwh de capacidad y nunca jamás se llega a agotar merced al generador que la alimenta. Así, los consumos, sin llegar a ser –sobre el papel- los de un híbrido con enchufe –que ya sabemos que son mentira- se quedan en unos modestos 5-5,5 litros a los 100 kilómetros recorridos en uso combinado. 5,4 es lo que conseguimos nosotros en nuestro recorrido mixto. Bastante bien para un coche de 1.700 kilos en orden de marcha.

No me extenderé mucho más en el apartado dinámico porque, sin llegar a destacar en nada, es un coche que da gusto conducir. Acelera bien, frena bien, se maneja con facilidad, trasmite seguridad y pisa con aplomo cuidando el confort de sus pasajeros. Tampoco le observamos ninguna mala reacción llevado al límite en el circuito de handling. Sus ruedas, a pesar de ser grandes, tienen una sección relativamente estrecha, con lo que se comportó de una manera algo más ágil de la que nos esperábamos.
Por otro lado, las prestaciones no son para echar cohetes, pero este Qashqai tampoco aspira a ser el más deportivo del segmento.
Lo que pretende es ser el más completo. El que más y mejor aporte por la cantdad de dinero más razonable. Ya sabéis que “barato”, no queda nada de nada.
Así, desde que te sientas a sus mandos descubres un coche bien pensado y mejor ejecutado. La calidad y apariencia de sus materiales es muy buena. Sus ajustes están cuidados y la ergonomía es la adecuada. Todo está a mano y entre confiar todos los mandos a una gran pantalla o llenar el salpicadero de botones, Nissan ha encontrado el camino de en medio.

La pantalla se lleva buena parte de su protagonismo, pero hay mandos físicos para el climatizador y entradas directas a las opciones más recurrentes (cámaras, equipo de sonido, ajustes de la pantalla…). Cuenta también con un cargador de inducción y un par de accionadores junto al mando del cambio que se refieren al “e-pedal” (el coche frena solo cuando se levanta el pie del acelerador, no lo recomiendo), freno de mano, aparcamiento asistido y modos de conducción (eléctrico forzado, normal y sport. Poca diferencia en estos dos últimos).
El cuadro es digital, vistoso, completo aunque no fui capaz de que me mostrase el funcionamiento en tiempo real del sistema propulsor y el volante tiene una buena cantidad de botones, alguno muy práctico, como para desconectar sin perderse en menús y submenús el control de carril y el molestísimo avisador de límites de velocidad.

Los asientos, al menos en esta versión N-Design son una pasada de buenos. Es una apreciación personal, pero de una persona que tiene la “espalda catastrófica” (término preocupantemente médico). Al nivel de BMW y algunos Renault y Ford.
También me gustan mucho las inserciones de Alcántara (o símil) en el salpicadero y puertas.
Ahora hablaré del equipo multimedia.
Alojado en una pantalla de 12,3 pulgadas el sistema operativo ahora corre a cargo de Android Automotive. Lo que quiere decir que cuenta con aplicaciones nativas como Google Maps o Google Assistant para darle instrucciones al coche sin usar tu teléfono. También tiene Alexa, pero no sufras si tu dispositivo es un IOS (iphone, como es mi caso), porque también se conecta de forma inalámbrica y es 100% compatible.
Pero vamos, que yo con lo que me quedo es con la claridad de sus menús, la facilidad de su manejo, lo ajustado de su interface, su fantástica definición… y chorraditas que a mí me chiflan como que te ofrezca en tiempo real la letra de las canciones que suena en la radio. Así puedes hacer karaoke con tu acompañante.
Mi segundo gadget favorito tras el amplificador de tu propia voz de los Skoda.

Las plazas traseras son amplias y confortables en todas las cotas. Incluida la de la altura a pesar de contar con el techo panorámico. Hay un resalto central por la posición de la batería, pero queda espacio para que el ocupante de en medio descanse sus pies a los lados de él.
El maletero, con 480 litros está muy bien para el tamaño del coche, y es que lo exiguo de su batería no le resta capacidad al hueco como sí ocurre en la mayoría de híbridos “enchufables”. Aquí los que se “comen” el hueco bajo el piso son el subwoofer del equipo de sonido y el kit reparapinchazos. La apertura de la tapa está motorizada de serie.

En el apartado de precio y opciones los 40.000 euros que te piden por este modelo, con este motor y acabado (enero 2025) se me antojan bastante interesantes pues lo lleva todo de serie y lo puede enriquecer por 3.000 eurillos más montando el pack Premium + techo solar, que incluye los asientos eléctricos con calefacción, el equipo de sonido Bosé y el Head Up display. Yo lo pondría.
Así, para quien quiera conducir un coche completo, casi de leyenda y autentica sangre azul del segmento, creo que la compra de un Qashqai hará sus delicias.
De otra parte, a un nivel más mundano, es cierto que salen alternativas hasta debajo de las piedras, sin embargo su sistema de propulsión lo hace singular. Quizá no tanto como para que sea definitivo, pero todo suma.

Porque antes de él, el concepto de SUV compacto no era más que eso: un concepto. Pero su aparición, a inicios del siglo XXI lo cambió todo abriendo un camino y todas y cada una de las marcas han seguido con más o menos acierto.

Y desde entonces, el Qashqai (por cierto, ya tiene mérito triunfar con un nombre tan rebuscado) vive asediado por la competencia. Coreanos, europeos… y ahora chinos, le plantan cara desde cada esquina del cuadrilátero, haciendo que su reinado, como inventor del segmento y top de ventas, se haya tambaleado más de una vez… Sin llegar a caer. El “Rey Qash”, más allá de los problemas de su marca, sigue dispuesto a reinar por unos cuantos años más.
Otra cosa es la batalla que hay por debajo, la de los SUVs urbanos, nicho al que se ha desplazado la guerra con toda su artillería, pero eso, es cosa de la “plebe” sobre la que este Nissan asienta sus dominios. “Estáis ahí, porque yo estoy aquí”, parece decir desde las alturas.
Bajando ya al mundo más prosaico, diremos que esta actualización le ha venido de fábula al coche oriental. Suma modernidad y buenas ideas a un coche que ya era netamente bueno, lo que lo hace aún mejor. Esto, aunque parezca de “Perogrullo”, no siempre es así.

En el exterior del coche hay unos toques aquí y allá, nuevos colores, nuevas llantas y, especialmente, nuevas ópticas delanteras y traseras full LED, los faros del morro, con tecnología matricial que ilumina que da gusto.
En el interior sucede igual, pinceladas y detalles siendo lo especialmente noticiable la mejora que ha sufrido su sistema multimedia, que de golpe y porrazo lo ha convertido en uno de mis favoritos.
A nivel motriz, el Qashqai incorpora la planta motriz “híbrida” e-power que ya probamos en el X-Trail, y vuelvo a decir que me parece reinventar la rueda.
Porque este sistema, el de un motor de gasolina que funciona como generador para alimentar una batería que a su vez alimenta unos motores eléctricos que son los que, en efecto mueven el vehículo, es tan antiguo como las locomotoras diesel –funcionan así- o los coches eléctricos de rango extendido (BMW i3 REX e i8),con la salvedad de que aquí no hay enchufe por ninguna parte. Gracias a Dios.
No obstante, me parece un planteamiento interesante. De hecho, mucho más que para lucir simplemente la etiqueta ECO que le otorga la DGT.

Por un lado tenemos la suavidad e inmediatez en la respuesta que proporciona un automóvil eléctrico, y por el otro, la tranquilidad que otorga el contar con un motor de gasolina que se “recarga” en minuto y medio en cualquier surtidor de 95 octanos.
Son 190 caballos a las ruedas delanteras de pura seda. Porque demás, la puesta en marcha del motor térmico, a menos que el coche esté frío o solicitemos toda la aceleración disponible, pasa del todo desapercibida. Tampoco hay caja de cambios como tal, es de pares de engranajes de relaciones variables, con lo que nos ahorramos los tirones entre una y otra marcha. La pequeña batería cuenta con 2,1 kwh de capacidad y nunca jamás se llega a agotar merced al generador que la alimenta. Así, los consumos, sin llegar a ser –sobre el papel- los de un híbrido con enchufe –que ya sabemos que son mentira- se quedan en unos modestos 5-5,5 litros a los 100 kilómetros recorridos en uso combinado. 5,4 es lo que conseguimos nosotros en nuestro recorrido mixto. Bastante bien para un coche de 1.700 kilos en orden de marcha.

No me extenderé mucho más en el apartado dinámico porque, sin llegar a destacar en nada, es un coche que da gusto conducir. Acelera bien, frena bien, se maneja con facilidad, trasmite seguridad y pisa con aplomo cuidando el confort de sus pasajeros. Tampoco le observamos ninguna mala reacción llevado al límite en el circuito de handling. Sus ruedas, a pesar de ser grandes, tienen una sección relativamente estrecha, con lo que se comportó de una manera algo más ágil de la que nos esperábamos.
Por otro lado, las prestaciones no son para echar cohetes, pero este Qashqai tampoco aspira a ser el más deportivo del segmento.
Lo que pretende es ser el más completo. El que más y mejor aporte por la cantdad de dinero más razonable. Ya sabéis que “barato”, no queda nada de nada.
Así, desde que te sientas a sus mandos descubres un coche bien pensado y mejor ejecutado. La calidad y apariencia de sus materiales es muy buena. Sus ajustes están cuidados y la ergonomía es la adecuada. Todo está a mano y entre confiar todos los mandos a una gran pantalla o llenar el salpicadero de botones, Nissan ha encontrado el camino de en medio.

La pantalla se lleva buena parte de su protagonismo, pero hay mandos físicos para el climatizador y entradas directas a las opciones más recurrentes (cámaras, equipo de sonido, ajustes de la pantalla…). Cuenta también con un cargador de inducción y un par de accionadores junto al mando del cambio que se refieren al “e-pedal” (el coche frena solo cuando se levanta el pie del acelerador, no lo recomiendo), freno de mano, aparcamiento asistido y modos de conducción (eléctrico forzado, normal y sport. Poca diferencia en estos dos últimos).
El cuadro es digital, vistoso, completo aunque no fui capaz de que me mostrase el funcionamiento en tiempo real del sistema propulsor y el volante tiene una buena cantidad de botones, alguno muy práctico, como para desconectar sin perderse en menús y submenús el control de carril y el molestísimo avisador de límites de velocidad.

Los asientos, al menos en esta versión N-Design son una pasada de buenos. Es una apreciación personal, pero de una persona que tiene la “espalda catastrófica” (término preocupantemente médico). Al nivel de BMW y algunos Renault y Ford.
También me gustan mucho las inserciones de Alcántara (o símil) en el salpicadero y puertas.
Ahora hablaré del equipo multimedia.
Alojado en una pantalla de 12,3 pulgadas el sistema operativo ahora corre a cargo de Android Automotive. Lo que quiere decir que cuenta con aplicaciones nativas como Google Maps o Google Assistant para darle instrucciones al coche sin usar tu teléfono. También tiene Alexa, pero no sufras si tu dispositivo es un IOS (iphone, como es mi caso), porque también se conecta de forma inalámbrica y es 100% compatible.
Pero vamos, que yo con lo que me quedo es con la claridad de sus menús, la facilidad de su manejo, lo ajustado de su interface, su fantástica definición… y chorraditas que a mí me chiflan como que te ofrezca en tiempo real la letra de las canciones que suena en la radio. Así puedes hacer karaoke con tu acompañante.
Mi segundo gadget favorito tras el amplificador de tu propia voz de los Skoda.

Las plazas traseras son amplias y confortables en todas las cotas. Incluida la de la altura a pesar de contar con el techo panorámico. Hay un resalto central por la posición de la batería, pero queda espacio para que el ocupante de en medio descanse sus pies a los lados de él.
El maletero, con 480 litros está muy bien para el tamaño del coche, y es que lo exiguo de su batería no le resta capacidad al hueco como sí ocurre en la mayoría de híbridos “enchufables”. Aquí los que se “comen” el hueco bajo el piso son el subwoofer del equipo de sonido y el kit reparapinchazos. La apertura de la tapa está motorizada de serie.

En el apartado de precio y opciones los 40.000 euros que te piden por este modelo, con este motor y acabado (enero 2025) se me antojan bastante interesantes pues lo lleva todo de serie y lo puede enriquecer por 3.000 eurillos más montando el pack Premium + techo solar, que incluye los asientos eléctricos con calefacción, el equipo de sonido Bosé y el Head Up display. Yo lo pondría.
Así, para quien quiera conducir un coche completo, casi de leyenda y autentica sangre azul del segmento, creo que la compra de un Qashqai hará sus delicias.
De otra parte, a un nivel más mundano, es cierto que salen alternativas hasta debajo de las piedras, sin embargo su sistema de propulsión lo hace singular. Quizá no tanto como para que sea definitivo, pero todo suma.

NUESTRA NOTA: 9.5

Cosas a favor
Agrado mecánico
Comportamiento dinámico
Precio, equipamiento y acabados
Cosas en contra
Avisador de límites de velocidad pesadísimo.
¿Menú funcionamiento del sistema híbrido?
E-pedal poco progresivo

MOTOR
- Cilindrada: 1.498 c.c.
- Potencia: 190 CV CEE
- Par: 330 NM
- Tracción: delantera
- Caja de cambios: automática relaciones variables

Dimensiones
- Largo/ancho/alto: 442/184/162 cms
- Peso: 1.687 kgs
- Ruedas: 235/45R20
- Maletero: 379 l
- Cap. Depósito: 55 l

Prestaciones
- Velocidad máxima: 170 km/h
- Aceleración 0-100km/h: 7,9 seg
- Consumo medio oficial: 5,3 l/100 kms

Equipamiento
- Equipamiento: ABS, BAS, ESP, TCS, 6 airbags + central delantero, sistema de frenado de emergencia, control de carril, avisador de objetos en el ángulo muerto, control de velocidad activo, asistente de aparcamiento automático, lector de señales de tráfico, cámaras de visión 360, luces LED matriciales, acceso y arranque sin llave, climatizador dual, revestimientos interiores en Alcántara, calefacción en el volante, WIFi, Google Maps, conectividad Apple/Android inalámbrica, alarma...