Jeep Avenger 1.2T 100 Summit
" Para la aventura del día a día "
Jeep pone a la venta su modelo más pequeño hasta la fecha. Un SUV urbano que conserva en cierta medida el espíritu campero de la marca adecuándolo a su vez a entornos más urbanos.
El Avenger de Jeep se sitúa, por tamaño, justo debajo del Renegade, un modelo que, desde su lanzamiento, fue un gran éxito para la marca de Stellantis. Quizá por ello el formato aplicado al desarrollar este nuevo coche haya sido muy similar. Al igual que con aquel, con el Avenger se trata de ofrecer la máxima esencia Jeep en un formato pequeño, o más pequeño todavía. El caso es que, desde el punto de vista estético, la intención ha sido bien resuelta, pues el Avenger parece mucho más grande de lo que es. Sus formas cuadradas, los abultamientos de su carrocería, las protecciones en los pasos de rueda, las grandes llantas y su altura notable lo despegan del segmento de urbanos al uso para entrar por la puerta chica en el de crossovers asfálticos.
También hay que reconocer la atención al detalle que la marca “italo-americana” pone en sus modelos en forma de “huevos de pascua” o pequeños símbolos escondidos. Así, en este coche encontramos el dibujo de un niño mirando el cielo con un telescopio en una esquina del parabrisas, la silueta de una montaña oculta tras el limpia trasero o el evocador frente del legendario Willys por diversos puntos (morro, llantas…). Son cositas que te alegran la vista, como el color de la carrocería de nuestro coche de pruebas, un amarillo que ya conocíamos de otros productos del grupo y que, poco a poco, nos va ganando.
Con todo, el Avenger es un Jeep de lo más pintón. Un coche que ha gustado a todo aquel que nos ha visto con él durante esos días, lo que ratifica el acierto en su diseño.
En el interior también se filtra la alegría de puerta afuera, sobre todo si pides el salpicadero en color. El volante es bonito y muy agradable de manejar, la instrumentación es digital, el tapizado de los asientos resulta vistoso y acogedor y tenemos una gran pantalla multimedia sobre el salpicadero acompañada de botones físicos. Quizá todo esto nos nuble el juicio durante un segundo y no apreciemos que tanto los materiales empleados como sus ajustes son sólo correctos. Prácticamente todo el interior de coche está hecho a base de plástico duro, y sus remates no son todo lo limpios que nos gustarían. De la misma manera que la instrumentación digital es bastante básica y los menús de la pantalla multimedia sean redundantes y algo liosos de utilizar por primera vez.
Pero bueno, al menos lo que no es discutible es que en este nivel de acabado su equipamiento de serie es más que abundante, con cargador de móvil por inducción incluido. También hay un montón de huecos para dejar cosas por todas partes, aunque a la bandeja del salpicadero le falte algún tapizado para que las cosas dejadas en ella no deslicen y los posavasos centrales sean profundos pero demasiado estrechos. Los asientos son comodísimos y hay lucecitas de colores en el salpicadero y las puertas. Configurables en una docena de colores.
La postura al volante es absolutamente adecuada, el espacio suficiente y la visibilidad, nítida en todos los ángulos, que se mejora a su vez con el sistema de cámaras 360.
Las plazas de atrás son otro cantar. Empezamos con el mando de apertura de puertas oculto en el pilar C. Una solución que a mí no me acaba de gustar. Luego, las propias puertas no abren demasiado, lo que obliga a hacer cierto escorzo para entrar y, una vez en el interior, descubriremos que estas plazas están pensadas más para dos que para tres a menos que estos sean niños. Tampoco hay lujo ninguno. Una salida USB y listo. Ni salidas de aire ni una iluminación adicional. Funcional, todo lo más.
El maletero es una oquedad regular con 380 litros de capacidad. El suelo dispone de doble altura y el plano de carga no es elevado. La tapa es de accionamiento eléctrico en este acabado. Los respaldos de los asientos de abaten 60/40.
Y llegados a este punto, algunos podríais pensar que este Jeep me está gustando “lo justo o incluso menos”. Pues nada de eso. Basta con poner en perspectiva lo pequeños defectos que le he sacado para darse cuenta de lo contrario. Y esa perspectiva viene marcada por su tamaño –no olvidemos que es un modelo de apenas 4 metros de largo- y por su precio, de 26.200 euros que, aunque puedan parecer muchos euros para un coche pequeño, hoy por hoy lo convierten en un auténtico “chollo”.
Con ello en mente, al Avenger me está gustando. Bastante, la verdad. Pero sigamos, porque la cosa mejora.
El motor escogido para esta prueba es el 1.2T de tres cilindros ya conocido del grupo. Lo probamos hace tiempo en el Opel Corsa y nos gustó una barbaridad por lo bien que funcionaba, lo mucho que corría y lo poco que gastaba.
Bien, pues aún montado en este Jeep ligeramente más grande y pesado, sus cualidades no se ven ni lo más mínimamente mermadas. Suena bien, empuja bien, y rara vez pasa de los seis litros y medio de consumo. 6,1 nos marcó a nosotros durante la prueba de 100 kms en uso mixto, lo que nos permite hacer más de 600 kms con una sola “carga” de dos minutos en un surtidor de gasolina de 95.
Este motor va unido obligatoriamente a una transmisión manual de seis velocidades, cuyo único problema es el indicador de cambio de marcha. Un desastre. Pretendía que a 60 por hora subiendo un repecho metiera sexta cuando el coche apenas se defendía en cuarta. Ni caso.
Por lo demás, su manejo y tacto son satisfactorios. Lo mismo que pasa con los frenos y con la dirección, que además añade un radio de giro encomiable, haciendo de las maniobra un juego de niños.
La suspensión, como todo buen Jeep, se lo traga todo a pesar de la generosa monta de llanta.
Sin duda el entorno favorito del Avenger es la ciudad, con razón tiene su versión 100x100 eléctrica, pero este coche no le hace ascos a las vías interurbanas, incluso a una buena tirada de kilómetros en autopista. A ver, el aplomo no es extraordinario, hay ciertos ruidos aerodinámicos, la dirección pasada cierta velocidad se vuelve inerme y los 100CV de potencia –aunque parece que hay más- no son para ir haciendo carreras, pero se defiende. Por cierto que entre los diversos modos de conducción no existe demasiada diferencia, a menos que, y aquí quería llegar, las cosas se compliquen.
Empecé hablando de espíritu Jeep y no me refería sólo a los detallitos estéticos de su herencia. Para la marca, hacer un coche 4x2 era prácticamente un sacrilegio, aunque bien sabían que los usuarios a los que está destinado este modelo poco o ningún uso harían de una tracción integral. Es más, sería una rémora en precio y peso, pero un Jeep con tracción a un solo eje… Algo debían pensar para satisfacer a todos.
Y en esto que se acordaron del “Grip Control” que en su día popularizó Peugeot, actualmente bajo el paraguas de Stellantis. Preguntaron a los francés y encontraron la solución perfecta para el Avenger. Así, el Jeep junto a los modos Sport, Normal y Eco, dispone de otros destinados a el Barro, la Nieve y la Arena. A través de ellos se regula el mapa motor, los ajustes del acelerador, el control de tracción y estabilidad para dotar al coche de motricidad en condiciones adversas. No es una tracción 4x4 pero es una buena solución de compromiso dadas las aspiraciones del coche. De hecho, si lo acompañasen con unas buenas ruedas con marcaje M+S podría dejar en la cuneta a varios SUV de campanillas. E incluso pensar en salir a hacer alguna pista de tierra, pues la altura al suelo del coche invita a ello.
Nosotros únicamente hemos probado el modo Barro metiendo el Avenger deliberadamente en unas profundas roderas estos días de lluvia. Y tras verificar que en modo Normal el avance era de lo más trabajoso y peligroso para el embrague, al activar el mencionado modo Barro, sin que aquello se convirtiera en un paseo por el parque, el coche salió del atolladero con bien, aunque luego hubiera que lavarlo a conciencia. A esto hay que añadir el control de descenso de pendientes del que dispone el coche a golpe de botón a la izquierda del volante. Un buen aliado y complemento imprescindible en todo 4x4 que se precie. Y todo de serie.
Ciertamente el Avenger pueda ser encuadrado como un producto Low Cost en determinados apartados pero en otros se muestra un urbano de lujo. Como por su motor, su abundante equipamiento, sus adornos o su motricidad ampliada. Y por el precio que piden por él, su interés de acrecienta. No dudo que vaya a ser un éxito de ventas, hasta yo, en otras circunstancias, pensaría en comprarme uno.
NUESTRA NOTA: 9
Cosas a favor
Estética y equipamiento
Motor agradable, potente y austero
Maniobrabilidad y modos de tracción
Cosas en contra
Materiales del interior pobres
Acceso y plazas traseras
Instrumentación algo básica
MOTOR
- Cilindrada: 1.199 c.c.
- Potencia: 101 CV CEE
- Par: 205 NM
- Tracción: delantera
- Caja de cambios: manual 6 velocidades
Dimensiones
- Largo/ancho/alto: 408/177/152 cms
- Peso: 1.255 kgs
- Ruedas: 215/55R18
- Maletero: 380 l
- Cap. Depósito: 44 l
Prestaciones
- Velocidad máxima: 180 km/h
- Aceleración 0-100km/h: 10,6 seg
- Consumo medio oficial: 5,6 l/100 kms
Equipamiento
- Equipamiento: ABS, BAS, EDB, ESP, TCS, Hill Holder, 6 airbags, asistente de frenado, modos de conducción con motricidad ampliada, control de carril, control de velocidad adaptativo, avisador de objetos en el ángulo muerto, sensor de luces y limpias, faros LED, acceso y arranque sin llave, climatizador, lector de señales de tráfico, instrumentación digital, luces ambiente, sensores de parking y cámara 360, apple carplay /android auto, portón trasero eléctrico, pantalla multimedia de 10,25"...