Mercedes Benz GLE 350de 4Matic
" Rizando el rizo "
La marca de la estrella es de las pocas –por no decirla única- que se ha atrevido a electrificar motores diesel o, mejor dicho, ponerles un enchufe. Así logra sumar una etiqueta Cero a una motorización recientemente caída en desgracia.
Recuerdo que una década atrás, cuando todo tenía que ser diesel “porque sí”, probé un Peugeot diesel híbrido convencional. Y la verdad es que iba bastante bien, pero duró poco. Apenas tres años después de su lanzamiento había desparecido por sus pobres resultados comerciales. Probablemente, como otros, lo que fue es un adelantado a su tiempo. Aunque también hay que decir que entonces los coches de gasóleo no estaban tan afinados como ahora y no llevaban del todo bien las paradas y arranques constantes a los que obligaba la hibridación.
Porque la idea no es mala. Lo pero que tienen los híbridos y aún más los híbridos “enchufables” es su pobre rendimiento en vías rápidas o cuando sus baterías de agotan, pero si disponemos de un propulsor eficiente como son los diesel de última generación para tirar del conjunto, la desventaja se atenúa. Y así sucede en este coche como luego veremos.
Pero antes me siento obligado a mencionar que según me he sentado a escribir estas líneas (marzo ´23), Mercedes Benz me acaba de remitir la noticia de su “nueva” Clase GLE. Vaya puntería.
Afortunadamente, las diferencias de este GLE 2023 con el GLE 2022 que aquí te traemos son francamente escasas. A saber: Retoques de diseño en los paragolpes y parrilla, nueva “firma lumínica” (luces de día), nuevos colores y llantas opcionales disponibles, el volante tan chulo que desde el Clase C se está extendiendo a toda la gama, dos pijadas de conectividad (MBUX más listo) y “retoquines minimísimos” en lo que se refiere a motores. A este 350de se le eleva ligeramente la cilindrada (de 1.950 c.c. a 1.992) y gana 13 caballos. También obtiene 7 kilómetros “extra” en funcionamiento puramente eléctrico, pasando de 96 (WLTP) a 103 merced a una “optimización del rendimiento de las baterías”. Que para mí que lo que han hecho ha sido ir con algo más de tiento en la prueba de homologación. Por lo demás, consumo, dimensiones, prestaciones… Nada cambia. Con lo que valgan estas líneas del “viejo” GLE para el “nuevo” GLE que, por otro lado, no se espera que se entreguen las primeras unidades hasta finales de este año mientras que del “nuestro” todavía queda stock.
Bueno, vamos a lo que vamos.
Por supuesto nuestro coche viene de todo equipado y configurado con mucho gusto, lo que acerca su factura peligrosamente a los 95.000 euros. Una locura, desde luego, pero es que todos los precios de los coches hoy en día son verdadero escándalo. Y, como digo, en línea con su competencia.
Lo primero que me tiró hacia atrás fue descubrir a nuestros pies esos “rodillos” de goma que ofrece el paquete AMG. 315 de ancho llega el angelito en el eje trasero. Lo que en su día calzaba un Lamborghini Diablo SV. Y además en llanta de 21” en este Mercedes SUV. Toma ya. Anticipé un comportamiento comprometido… Hasta que recordé que estaba en un Mercedes. La verdad es que incluso con semejante monta de neumáticos la suspensión de este GLE se lo traga todo sin rechistar.
De igual manera el interior del coche se “tragará” cinco ocupantes a total confort. Las plazas delanteras con amplias, con unos buenos butacones, y las traseras disponen de bastante espacio a lo ancho y a lo largo, sin que la altura tampoco sea un problema a pesar de contar con el –enorme- techo panorámico.
Lo ajustes son muy buenos y los materiales empleados no desmerecen. La instrumentación es digital a través de una pantalla corrida que a su derecha engloba el multimedia. Está muy bien y es más que suficiente. No ha lugar fastidiar el diseño por montar la innecesaria y pantagruélica “televisión” que lleva el Clase C, el S y los eléctricos. Otro detalle que me gusta mucho, junto a la existencia de mandos físicos en la consola, es el mando satélite entre los asientos, con apoyamanos y todo. Y me place aún más saber que en el “nuevo” GLE lo han mantenido. Y es que aunque sea como punto de orientación, resulta harto práctico. Como prácticas serían sus cuatro tomas USB disponibles (dos adelante, dos atrás) si no todas fueran del tipo C. Que digo que alguna convencional podrían haber dejado.
Eso y los mandos táctiles del volante multifunción, que más de una vez he activado sin querer al estar maniobrando, son mis únicas quejas de puertas adentro.
El maletero de 490 litros de capacidad es pequeño, pero lleva las baterías alojadas en su base. No obstante, eso no es lo peor. Lo más malo es que como este modelo viene con todos los posibles cargadores en su bolsa correspondiente, además del compresor del kit reparapinchazos, cuenta con que siempre vas a llevar cincuenta litros ocupados. A menos que te la juegues y dejes uno de los adaptadores en casa. Y verás como luego te haga falta…
Lo que queda claro, y así lo he comentado con otros compañeros, es que el GLE, desde fuera, parece más pequeño que un BMW X5, por ejemplo. Sin embargo, con las dimensiones en la mano y sus capacidades interiores, la cosa queda tremendamente pareja. Sin duda se debe a la apariencia más masiva del de Múnich en comparación con las líneas más redondeadas del de Stuttgart.
A pesar de la denominación del modelo “350”, éste se trata de un cuatro cilindros. El mismo cuatro cilindros que en otros modelos se etiquetan como 220d. Un propulsor, sea cual sea su nombre, francamente solvente. No vibra nada, suena lo justo, gasta muy poco y corre lo suyo. Pero en este coche no seremos conscientes de lo que hay bajo el capó hasta que se agote al batería o hundamos el pie en el acelerador de forma inmisericorde. Y es que hasta ese punto, con el modo confort seleccionado, el coche siempre rodará en eléctrico mientras duren las pilas (y tengan más de un 10% de autonomía). De ese modo es cuando se muestra lo bien hecho que está hecho este coche y el buen hacer de su cambio automático de 7 velocidades a la hora de entenderse con el mecanismo eléctrico. Nos movemos de manera indolente sobre el asfalto. Como ya dije, la suspensión filtra muy bien, los frenos apenas notan el efecto regenerativo y la dirección es una mezcla curiosa entre directa y suave.
Pongo una rueda en autopista y selecciono el modo “BL” (battery level) que promete mantener el nivel de batería hasta que lo deselecciones. Pero algo falla, el motor diesel está en marcha pero la batería se sigue gastando. Otra cosa que noto es que para compensar, a la que levanto el pie del acelerador un rato más o menos largo, los frenos se ponen a recuperar energía. No llega al uso del “one pedal” (se acelera o se frena en función pises o levantes tu pie del acelerador) de algunos eléctricos, pero si lo sabes administrar, se le parece. Por cierto que un momento dado me pareció que el coche era capaz de advertir la presencia de un coche delante, de la proximidad de una rotonda o de un stop para activar la recarga, pero pude comprobar que no, que no era adivino, al “casi” saltarme un ceda el paso.
Vale. Y llego a donde voy y de los cuatro postes de carga dos no funcionan y los restantes están ocupados. De hecho, por los mismo coches que el día anterior, que ya los tengo fichados… Vale, no pasa nada. Luego voy a otro parking donde hay enchufes y puedo cargar. Pues llego allí y más de lo mismo. Uno fuera de servicio y el resto ocupados. Y 12 kms de autonomía. Pues parece que si no doy con la tecla de cargar en marcha, se acabaron por hoy las pilas. Qué rabia.
Y es que en los modos de Mercedes no se contempla una opción de carga con el motor de combustión como sí tienen otros muchos (Skoda, a bote pronto se me ocurre). Y ya hemos visto que el BL no funciona del todo. El caso es que al montarme, recuerdo que cuando probé el E300e me encontré con el mismo fastidio…, y di con su solución: modo Sport. ¿Funcionará en el GLE?
Pues sí, funciona.
El modo Sport arranca el motor de combustión nada más activarlo, y sólo tira del eléctrico en aceleraciones muy fuertes, donde necesitemos de los 320CV combinados y nos sólo de los 194 que ofrece por sí mismo el de combustión. Pero mientras circulemos a velocidad de crucero por autopista… Se usa el remanente de energía para cargar las baterías. Y bastante bien, por cierto. Más rápido que en un enchufe convencional (en el que el GLE se puede tirar sus cinco horas, por cierto).
Lo que también recuerdo es que el E300e aquello echaba a perder el consumo de combustible, sin embargo, en este coche dado su ciclo diesel, la cosa no se hace ni llamativa.
Os paso los datos de consumo que hemos obtenido jugando con sus modos en nuestro recorrido de uso mixto: Con el modo Confort activado y batería al 90%: 4,4 litros a los 100 kms recorridos en uso mixto. Con el BL activado: 5,8 l/100. Con el Sport activado y cargando batería (del 15 al 25%) 6,9 l/100kms. Muy bien, ciertamente. Como veis, en el peor de los casos, tenemos el consumo de un diesel convencional. El de uno muy bueno, porque no nos olvidemos de que tiene que tirar de más de dos toneladas y media de peso.
Añadir que el depósito de combustible, a pesar de ser pequeño, nos permite autonomías cercanas a los 700 kms y que, el dato de 97kms en eléctrico es bastante real –siendo además líder en este aspecto-, ya que yo cubrí 82 y aún me quedaban un pelín de pilas (para 10 kms decía el ordenador).
Dicho esto y a pesar de lo poco que me gustan los coches con enchufe, me parece que aunar en un mismo modelo 4x4 de verdad el motor diesel, el propulsor eléctrico y la carga en poste de enormes baterías además de rizar el rizo es una idea razonable. Una apuesta por un combustible que todavía tiene mucho que decir y que, en esta mecánica, se rebela como eficiente entre los eficientes.
Por supuesto todo tiene un precio y el de este Mercedes es tan estratosférico como los del resto de modelos del segmento. Parte de los 77.000 euros pero cuenta con otros 10.000 en equipamiento opcional para dejarlo a la altura de lo que se “espera”. ¿Compensa? Pues mira, si necesitas imperiosamente la etiqueta Cero, lujo, confort, buena capacidad, y no quieres arruinarte en combustible a la que se acabe la batería, sí. Si no, compra un GLE300d a secas que el nuevo es MHEV ahorrándote dinero y ganando espacio en el maletero.
Porque la idea no es mala. Lo pero que tienen los híbridos y aún más los híbridos “enchufables” es su pobre rendimiento en vías rápidas o cuando sus baterías de agotan, pero si disponemos de un propulsor eficiente como son los diesel de última generación para tirar del conjunto, la desventaja se atenúa. Y así sucede en este coche como luego veremos.
Pero antes me siento obligado a mencionar que según me he sentado a escribir estas líneas (marzo ´23), Mercedes Benz me acaba de remitir la noticia de su “nueva” Clase GLE. Vaya puntería.
Afortunadamente, las diferencias de este GLE 2023 con el GLE 2022 que aquí te traemos son francamente escasas. A saber: Retoques de diseño en los paragolpes y parrilla, nueva “firma lumínica” (luces de día), nuevos colores y llantas opcionales disponibles, el volante tan chulo que desde el Clase C se está extendiendo a toda la gama, dos pijadas de conectividad (MBUX más listo) y “retoquines minimísimos” en lo que se refiere a motores. A este 350de se le eleva ligeramente la cilindrada (de 1.950 c.c. a 1.992) y gana 13 caballos. También obtiene 7 kilómetros “extra” en funcionamiento puramente eléctrico, pasando de 96 (WLTP) a 103 merced a una “optimización del rendimiento de las baterías”. Que para mí que lo que han hecho ha sido ir con algo más de tiento en la prueba de homologación. Por lo demás, consumo, dimensiones, prestaciones… Nada cambia. Con lo que valgan estas líneas del “viejo” GLE para el “nuevo” GLE que, por otro lado, no se espera que se entreguen las primeras unidades hasta finales de este año mientras que del “nuestro” todavía queda stock.
Bueno, vamos a lo que vamos.
Por supuesto nuestro coche viene de todo equipado y configurado con mucho gusto, lo que acerca su factura peligrosamente a los 95.000 euros. Una locura, desde luego, pero es que todos los precios de los coches hoy en día son verdadero escándalo. Y, como digo, en línea con su competencia.
Lo primero que me tiró hacia atrás fue descubrir a nuestros pies esos “rodillos” de goma que ofrece el paquete AMG. 315 de ancho llega el angelito en el eje trasero. Lo que en su día calzaba un Lamborghini Diablo SV. Y además en llanta de 21” en este Mercedes SUV. Toma ya. Anticipé un comportamiento comprometido… Hasta que recordé que estaba en un Mercedes. La verdad es que incluso con semejante monta de neumáticos la suspensión de este GLE se lo traga todo sin rechistar.
De igual manera el interior del coche se “tragará” cinco ocupantes a total confort. Las plazas delanteras con amplias, con unos buenos butacones, y las traseras disponen de bastante espacio a lo ancho y a lo largo, sin que la altura tampoco sea un problema a pesar de contar con el –enorme- techo panorámico.
Lo ajustes son muy buenos y los materiales empleados no desmerecen. La instrumentación es digital a través de una pantalla corrida que a su derecha engloba el multimedia. Está muy bien y es más que suficiente. No ha lugar fastidiar el diseño por montar la innecesaria y pantagruélica “televisión” que lleva el Clase C, el S y los eléctricos. Otro detalle que me gusta mucho, junto a la existencia de mandos físicos en la consola, es el mando satélite entre los asientos, con apoyamanos y todo. Y me place aún más saber que en el “nuevo” GLE lo han mantenido. Y es que aunque sea como punto de orientación, resulta harto práctico. Como prácticas serían sus cuatro tomas USB disponibles (dos adelante, dos atrás) si no todas fueran del tipo C. Que digo que alguna convencional podrían haber dejado.
Eso y los mandos táctiles del volante multifunción, que más de una vez he activado sin querer al estar maniobrando, son mis únicas quejas de puertas adentro.
El maletero de 490 litros de capacidad es pequeño, pero lleva las baterías alojadas en su base. No obstante, eso no es lo peor. Lo más malo es que como este modelo viene con todos los posibles cargadores en su bolsa correspondiente, además del compresor del kit reparapinchazos, cuenta con que siempre vas a llevar cincuenta litros ocupados. A menos que te la juegues y dejes uno de los adaptadores en casa. Y verás como luego te haga falta…
Lo que queda claro, y así lo he comentado con otros compañeros, es que el GLE, desde fuera, parece más pequeño que un BMW X5, por ejemplo. Sin embargo, con las dimensiones en la mano y sus capacidades interiores, la cosa queda tremendamente pareja. Sin duda se debe a la apariencia más masiva del de Múnich en comparación con las líneas más redondeadas del de Stuttgart.
A pesar de la denominación del modelo “350”, éste se trata de un cuatro cilindros. El mismo cuatro cilindros que en otros modelos se etiquetan como 220d. Un propulsor, sea cual sea su nombre, francamente solvente. No vibra nada, suena lo justo, gasta muy poco y corre lo suyo. Pero en este coche no seremos conscientes de lo que hay bajo el capó hasta que se agote al batería o hundamos el pie en el acelerador de forma inmisericorde. Y es que hasta ese punto, con el modo confort seleccionado, el coche siempre rodará en eléctrico mientras duren las pilas (y tengan más de un 10% de autonomía). De ese modo es cuando se muestra lo bien hecho que está hecho este coche y el buen hacer de su cambio automático de 7 velocidades a la hora de entenderse con el mecanismo eléctrico. Nos movemos de manera indolente sobre el asfalto. Como ya dije, la suspensión filtra muy bien, los frenos apenas notan el efecto regenerativo y la dirección es una mezcla curiosa entre directa y suave.
Pongo una rueda en autopista y selecciono el modo “BL” (battery level) que promete mantener el nivel de batería hasta que lo deselecciones. Pero algo falla, el motor diesel está en marcha pero la batería se sigue gastando. Otra cosa que noto es que para compensar, a la que levanto el pie del acelerador un rato más o menos largo, los frenos se ponen a recuperar energía. No llega al uso del “one pedal” (se acelera o se frena en función pises o levantes tu pie del acelerador) de algunos eléctricos, pero si lo sabes administrar, se le parece. Por cierto que un momento dado me pareció que el coche era capaz de advertir la presencia de un coche delante, de la proximidad de una rotonda o de un stop para activar la recarga, pero pude comprobar que no, que no era adivino, al “casi” saltarme un ceda el paso.
Vale. Y llego a donde voy y de los cuatro postes de carga dos no funcionan y los restantes están ocupados. De hecho, por los mismo coches que el día anterior, que ya los tengo fichados… Vale, no pasa nada. Luego voy a otro parking donde hay enchufes y puedo cargar. Pues llego allí y más de lo mismo. Uno fuera de servicio y el resto ocupados. Y 12 kms de autonomía. Pues parece que si no doy con la tecla de cargar en marcha, se acabaron por hoy las pilas. Qué rabia.
Y es que en los modos de Mercedes no se contempla una opción de carga con el motor de combustión como sí tienen otros muchos (Skoda, a bote pronto se me ocurre). Y ya hemos visto que el BL no funciona del todo. El caso es que al montarme, recuerdo que cuando probé el E300e me encontré con el mismo fastidio…, y di con su solución: modo Sport. ¿Funcionará en el GLE?
Pues sí, funciona.
El modo Sport arranca el motor de combustión nada más activarlo, y sólo tira del eléctrico en aceleraciones muy fuertes, donde necesitemos de los 320CV combinados y nos sólo de los 194 que ofrece por sí mismo el de combustión. Pero mientras circulemos a velocidad de crucero por autopista… Se usa el remanente de energía para cargar las baterías. Y bastante bien, por cierto. Más rápido que en un enchufe convencional (en el que el GLE se puede tirar sus cinco horas, por cierto).
Lo que también recuerdo es que el E300e aquello echaba a perder el consumo de combustible, sin embargo, en este coche dado su ciclo diesel, la cosa no se hace ni llamativa.
Os paso los datos de consumo que hemos obtenido jugando con sus modos en nuestro recorrido de uso mixto: Con el modo Confort activado y batería al 90%: 4,4 litros a los 100 kms recorridos en uso mixto. Con el BL activado: 5,8 l/100. Con el Sport activado y cargando batería (del 15 al 25%) 6,9 l/100kms. Muy bien, ciertamente. Como veis, en el peor de los casos, tenemos el consumo de un diesel convencional. El de uno muy bueno, porque no nos olvidemos de que tiene que tirar de más de dos toneladas y media de peso.
Añadir que el depósito de combustible, a pesar de ser pequeño, nos permite autonomías cercanas a los 700 kms y que, el dato de 97kms en eléctrico es bastante real –siendo además líder en este aspecto-, ya que yo cubrí 82 y aún me quedaban un pelín de pilas (para 10 kms decía el ordenador).
Dicho esto y a pesar de lo poco que me gustan los coches con enchufe, me parece que aunar en un mismo modelo 4x4 de verdad el motor diesel, el propulsor eléctrico y la carga en poste de enormes baterías además de rizar el rizo es una idea razonable. Una apuesta por un combustible que todavía tiene mucho que decir y que, en esta mecánica, se rebela como eficiente entre los eficientes.
Por supuesto todo tiene un precio y el de este Mercedes es tan estratosférico como los del resto de modelos del segmento. Parte de los 77.000 euros pero cuenta con otros 10.000 en equipamiento opcional para dejarlo a la altura de lo que se “espera”. ¿Compensa? Pues mira, si necesitas imperiosamente la etiqueta Cero, lujo, confort, buena capacidad, y no quieres arruinarte en combustible a la que se acabe la batería, sí. Si no, compra un GLE300d a secas que el nuevo es MHEV ahorrándote dinero y ganando espacio en el maletero.
NUESTRA NOTA: 9
Cosas a favor
Comportamiento dinámico
Equipamiento, acabados y tracción 4Matic
Consumo muy bajo en cualquier circunstancia
Cosas en contra
Maletero pequeño
Depósito pequeño
Sin modo específico carga térmica
MOTOR
- Cilindrada: 1.950 c.c.
- Potencia: 320 CV CEE
- Par: 400 NM
- Tracción: integral permanente
- Caja de cambios: automática 7 velocidades
Dimensiones
- Largo/ancho/alto: 492/194/179 cms
- Peso: 2.655 kgs
- Ruedas: 275/45R21 315/40R21 Op.
- Maletero: 490 l
- Cap. Depósito: 65 l
Prestaciones
- Velocidad máxima: 230 km/h
- Aceleración 0-100km/h: 6,9 seg
- Consumo medio oficial: 0,7 l/100 kms
Equipamiento
- Equipamiento: ABS, BAS, EDB, TCS, 6 airbags + de rodilla conductor, Hill Holder, sistema de frenada de emergencia, attention assist, climatizador bizona, control de ángulo muerto, control de carril, control de velocidad, control de descensos, asientos delanteros eléctricos, faros LED, sensor de luces y limpias, luces largas automáticas, lector de señales de tráfico, modos de conducción, cables de carga, navegador, instrumentación digital...