Kia XCeed 1.6CRDi
" Efecto multiplicador "
El nuevo XCeed se presenta como la interpretación más campera y desenfadada del Ceed del que deriva. Sin embargo, tras unos días conviviendo con él, queda claro que aunque parten de la misma base, este es un modelo que multiplica las cualidades de aquel. Quizá de ahí venga la X de su nombre…
No os voy a mentir. Como casi cada semana se presenta un nuevo SUV o una nueva versión “pseudoSUV” de un modelo existente, pasé por alto este XCeed creyendo que era un Ceed al que le habían aumentado ligeramente la altura y sumado unas protecciones plásticas en los bajos. Y como tampoco había visto hasta entonces ninguno rodando por nuestras carreteras, no fue hasta que me encontré con el que nos cedió amablemente Kia para la prueba que no caí en mi error.
Porque este XCeed goza de entidad en sí mismo. No es un modelo con plásticos pegados como antes decía, como pueden ser las versiones Stepway de Dacia y compañía. La marca coreana con este modelo ha pretendido hacer algo similar a lo que hizo en su día Mercedes Benz con el Clase A y GLA, con la diferencia que en el XCeed ni hay versiones 4x4 ni se las espera.
Empezando por el tamaño, el XCeed es más grande que el Ceed a secas.
Obviamente es más alto, pero también más largo y un poco más ancho, aunque tal vez sea esa la diferencia que se nota más desde fuera en base a su diseño rasgado de los pilotos traseros. A mi modo de ver, el X también suma ese punto de picante, de personalidad, que le falta al compacto del que toma su base y del que siempre he dicho que, siendo un coche fantástico, se me hace un tanto soso y falto de ambición en su planteamiento.
De lado, el XCeed en este acabado Emotion exhibe unas muy bonitas llantas y barras plateadas para la baca sobre el techo. De frente, me quedo con su mirada afilada y su iluminación de día estilo Porsche. Detrás, destaca la protección plateada de los bajos, los pilotos rasgados y los auxiliares en los extremos un tanto bajos y expuestos. El conjunto queda francamente logrado.
Y eso que nuestro coche se apuntaba a la moda del blanco en su carrocería, una pena, con todo lo que hay para elegir en su caso. Y eso se hace extensivo a su interior, que se puede coordinar con la pintura escogida en el exterior. Opción que tampoco teníamos en nuestro caso. Pero que la hay y en estos tiempos de “personalizarlo todo” es importante sobre todo cuando se quiere transmitir una imagen más “gamberra” y divertida.
Ya que estamos en el interior diré que los centímetros ganados en el interior no tienen su refrendo de puertas adentro… al menos en las plazas delanteras. Sí hay una ligera mejora en las de atrás pero en lo que de verdad se ha ganado es en maletero. Más de 30 litros anuncian y 28 de incremento hemos medido nosotros.
Los asientos son muy grandes y cómodos y traen una tapicería específica. Que yo hubiera aprovechado para poner una “X” en lo reposacabezas aunque fuera sólo en los modelos más equipados. No sé, para darle un toque.
La postura al volante es bastante natural, y como pude pasar de un Ceed al XCeed para comparar, en el último resulta un poco más elevada pero inapreciable si no tienes oportunidad de bajarte de uno y subirte al otro. El cuadro que te vas a encontrar tras el bonito volante multifunción es el mismo, con una gran pantalla digital plena de información entre los relojes analógicos. También es común la exageradamente ancha pantalla multimedia. Pero está muy bien que la hayan “achatado por los polos”, porque dado lo alta que va, si la hubieran crecido a lo alto, habría incomodado la visión por el parabrisas. Ahora ya contempla Apple Car Play y Android Auto. El climatizador conserva los mandos convencionales y bajo él hay una bandeja que ofrece carga por inducción para el teléfono móvil amén de la conexiones multimedia oportunas.
Entre los asientos no hay demasiada cosa. Botones del start&stop y del asistente de aparcamiento alrededor de la palanca de cambios, un par de posavasos y los mandos del freno de mano y el AutoHold (que retiene el coche por ejemplo en un atasco sin estar pisando el freno continuamente).
La calidad de los materiales raya a un gran nivel con plásticos blandos y plásticos duros revestidos y mi única queja es acerca de la manía de insistir con las inserciones de “negro piano” que siempre están llenan de polvo o marcas de dedos.
Atrás hay dos buenas plazas siendo la central un poco “chuchurría”. Hay espacio para pies pues el suelo es casi plano, y el final de la consola central que incluye los aireadores para estas plazas tampoco molesta en exceso, sin embargo las formas del asiento no son tales, y el que ocupe esta plaza lo hará sobre una butaca corta y dura. Al menos no es estrecha.
El maletero es ancho y profundo y su plano de carga queda muy cerca del suelo. Bajo su piso incluye una práctica rueda de emergencia.
Bajo el capó este X tiene el archiconocido bloque 1.6 diesel de 136CV que también probamos en su hermano Ceed. Y lo mismo que dije sobre aquel es aplicable en aplicable e este caso. Y ahora os podría hacer ir a buscar la prueba en cuestión… pero no seré tan canalla. Mejor os lo resumo: Es un bloque satisfactorio. Parece mejor aislado que el del Ceed pues ni vibra ni suena en exceso a menos que fuerces la mecánica, cosa que no le gusta en absoluto pues es algo perezoso subiendo de vueltas. No es un portento prestacional pero se defiende. No hay modos de conducción ni se les echa de menos. Hemos medido 6,4 litros a los 100 kms recorridos en uso mixto. Una décima más que en el Ceed con el mismo motor y caja de cambios. Un cambio de 6 velocidades correcto. Buen tacto, inserciones suaves aunque recorridos algo largos.
Eso mismo le pasa a la suspensión. Si en el compacto ya peca de algo blanda, en este coche, al subir un par de centímetros la altura, han aumentado el recorrido del muelle. Con lo que es todavía más confortable y exhibe buen aplomo en vías rápidas y autopista, pero se le atragantan un tanto las carreteras de curvas cerradas. Eso sí, no hay ni la más mínima tendencia al “flaneo”. Seguramente porque sus ruedas tienen un planteamiento más asfáltico que otra cosa. La dirección también es suave y los frenos cumplen con el uso acorde con el coche.
Con todo el XCeed me parece un coche tremendamente recomendable. Como ya dije, coge la buena base del Ceed y multiplica sus cualidades ofreciendo algo más de espacio y diferenciación estética. No es fácil sacarle “peros” sobre todo en este tope de gama con un equipamiento de serie que ya quisieran para sí SUV Premium. Viene con todos los asistentes de conducción incluso con un medidor de atención del conductor, amén de todos los detalles de confort (descomunal techo panorámico incluido) y chorradillas de conectividad. El precio, justo por debajo de los 30.000 euros incluso, a nada que nos ofrezcan un descuento razonable, me parece interesante. Y por supuesto, cuenta con sus siete años de garantía como es habitual en Kia.
Solo acabar diciendo que durante el tiempo que estuvo con nosotros, sufrimos, en lo referente al tiempo, los peores días de este otoño hasta la fecha. Por eso las fotos –y por ese color blanco algo insulso- no le hacen justicia.
Porque este XCeed goza de entidad en sí mismo. No es un modelo con plásticos pegados como antes decía, como pueden ser las versiones Stepway de Dacia y compañía. La marca coreana con este modelo ha pretendido hacer algo similar a lo que hizo en su día Mercedes Benz con el Clase A y GLA, con la diferencia que en el XCeed ni hay versiones 4x4 ni se las espera.
Empezando por el tamaño, el XCeed es más grande que el Ceed a secas.
Obviamente es más alto, pero también más largo y un poco más ancho, aunque tal vez sea esa la diferencia que se nota más desde fuera en base a su diseño rasgado de los pilotos traseros. A mi modo de ver, el X también suma ese punto de picante, de personalidad, que le falta al compacto del que toma su base y del que siempre he dicho que, siendo un coche fantástico, se me hace un tanto soso y falto de ambición en su planteamiento.
De lado, el XCeed en este acabado Emotion exhibe unas muy bonitas llantas y barras plateadas para la baca sobre el techo. De frente, me quedo con su mirada afilada y su iluminación de día estilo Porsche. Detrás, destaca la protección plateada de los bajos, los pilotos rasgados y los auxiliares en los extremos un tanto bajos y expuestos. El conjunto queda francamente logrado.
Y eso que nuestro coche se apuntaba a la moda del blanco en su carrocería, una pena, con todo lo que hay para elegir en su caso. Y eso se hace extensivo a su interior, que se puede coordinar con la pintura escogida en el exterior. Opción que tampoco teníamos en nuestro caso. Pero que la hay y en estos tiempos de “personalizarlo todo” es importante sobre todo cuando se quiere transmitir una imagen más “gamberra” y divertida.
Ya que estamos en el interior diré que los centímetros ganados en el interior no tienen su refrendo de puertas adentro… al menos en las plazas delanteras. Sí hay una ligera mejora en las de atrás pero en lo que de verdad se ha ganado es en maletero. Más de 30 litros anuncian y 28 de incremento hemos medido nosotros.
Los asientos son muy grandes y cómodos y traen una tapicería específica. Que yo hubiera aprovechado para poner una “X” en lo reposacabezas aunque fuera sólo en los modelos más equipados. No sé, para darle un toque.
La postura al volante es bastante natural, y como pude pasar de un Ceed al XCeed para comparar, en el último resulta un poco más elevada pero inapreciable si no tienes oportunidad de bajarte de uno y subirte al otro. El cuadro que te vas a encontrar tras el bonito volante multifunción es el mismo, con una gran pantalla digital plena de información entre los relojes analógicos. También es común la exageradamente ancha pantalla multimedia. Pero está muy bien que la hayan “achatado por los polos”, porque dado lo alta que va, si la hubieran crecido a lo alto, habría incomodado la visión por el parabrisas. Ahora ya contempla Apple Car Play y Android Auto. El climatizador conserva los mandos convencionales y bajo él hay una bandeja que ofrece carga por inducción para el teléfono móvil amén de la conexiones multimedia oportunas.
Entre los asientos no hay demasiada cosa. Botones del start&stop y del asistente de aparcamiento alrededor de la palanca de cambios, un par de posavasos y los mandos del freno de mano y el AutoHold (que retiene el coche por ejemplo en un atasco sin estar pisando el freno continuamente).
La calidad de los materiales raya a un gran nivel con plásticos blandos y plásticos duros revestidos y mi única queja es acerca de la manía de insistir con las inserciones de “negro piano” que siempre están llenan de polvo o marcas de dedos.
Atrás hay dos buenas plazas siendo la central un poco “chuchurría”. Hay espacio para pies pues el suelo es casi plano, y el final de la consola central que incluye los aireadores para estas plazas tampoco molesta en exceso, sin embargo las formas del asiento no son tales, y el que ocupe esta plaza lo hará sobre una butaca corta y dura. Al menos no es estrecha.
El maletero es ancho y profundo y su plano de carga queda muy cerca del suelo. Bajo su piso incluye una práctica rueda de emergencia.
Bajo el capó este X tiene el archiconocido bloque 1.6 diesel de 136CV que también probamos en su hermano Ceed. Y lo mismo que dije sobre aquel es aplicable en aplicable e este caso. Y ahora os podría hacer ir a buscar la prueba en cuestión… pero no seré tan canalla. Mejor os lo resumo: Es un bloque satisfactorio. Parece mejor aislado que el del Ceed pues ni vibra ni suena en exceso a menos que fuerces la mecánica, cosa que no le gusta en absoluto pues es algo perezoso subiendo de vueltas. No es un portento prestacional pero se defiende. No hay modos de conducción ni se les echa de menos. Hemos medido 6,4 litros a los 100 kms recorridos en uso mixto. Una décima más que en el Ceed con el mismo motor y caja de cambios. Un cambio de 6 velocidades correcto. Buen tacto, inserciones suaves aunque recorridos algo largos.
Eso mismo le pasa a la suspensión. Si en el compacto ya peca de algo blanda, en este coche, al subir un par de centímetros la altura, han aumentado el recorrido del muelle. Con lo que es todavía más confortable y exhibe buen aplomo en vías rápidas y autopista, pero se le atragantan un tanto las carreteras de curvas cerradas. Eso sí, no hay ni la más mínima tendencia al “flaneo”. Seguramente porque sus ruedas tienen un planteamiento más asfáltico que otra cosa. La dirección también es suave y los frenos cumplen con el uso acorde con el coche.
Con todo el XCeed me parece un coche tremendamente recomendable. Como ya dije, coge la buena base del Ceed y multiplica sus cualidades ofreciendo algo más de espacio y diferenciación estética. No es fácil sacarle “peros” sobre todo en este tope de gama con un equipamiento de serie que ya quisieran para sí SUV Premium. Viene con todos los asistentes de conducción incluso con un medidor de atención del conductor, amén de todos los detalles de confort (descomunal techo panorámico incluido) y chorradillas de conectividad. El precio, justo por debajo de los 30.000 euros incluso, a nada que nos ofrezcan un descuento razonable, me parece interesante. Y por supuesto, cuenta con sus siete años de garantía como es habitual en Kia.
Solo acabar diciendo que durante el tiempo que estuvo con nosotros, sufrimos, en lo referente al tiempo, los peores días de este otoño hasta la fecha. Por eso las fotos –y por ese color blanco algo insulso- no le hacen justicia.
NUESTRA NOTA: 9
Cosas a favor
Estética muy lograda
Ganancia de espacio
Relación calidad/equipamiento/precio
Cosas en contra
Suspensión blanda
Motor algo perezoso
Asiento incómodo plaza central trasera
MOTOR
- Cilindrada: 1.598 c.c.
- Potencia: 136 CV CEE
- Par: 280 NM
- Tracción: delantera
- Caja de cambios: manual 6 velocidades
Dimensiones
- Largo/ancho/alto: 439/182/148 cms
- Peso: 1.340 kgs
- Ruedas: 235/45R18
- Maletero: 426 l
- Cap. Depósito: 50 l
Prestaciones
- Velocidad máxima: 196 km/h
- Aceleración 0-100km/h: 10,6 seg
- Consumo medio oficial: 4,5 l/100 kms (NDEC)
Equipamiento
- Equipamiento: ABS, BAS, EDB, TCS, ESP con Hill Holder, 6 airbags, sistema de frenada de emergencia, sensores de parking delanteros y traseros, cámara trasera, faros LED, sensor de luces y limpias, control de carril, avisador de objetos en el ángulo muerto, control de velocidad, lector de señales de tráfico, techo panorámico, techo panorámico, acceso y arranque sin llave, navegador con pantalla central ampliada, luces largas automáticas...