Skoda Octavia Scout TSi
" Ida y vuelta "
Con la actualización de la gama Octavia, el Scout, además de unos cambios menores, recuperó el nombre de que había prescindido apenas un par de años antes. En cualquier caso, comprobamos si sigue siendo el mismo modelo atractivo y versátil de siempre.
Está claro que la llegada de la versión Scout del Skoda Superb obligó a la marca checa a reubicar este coche dentro de la gama Octavia, cosa sencilla, pues siempre y a pesar de querer ir por libre, ha formado parte de ella.
El rediseño de dicho modelo adoptado poco tiempo atrás afecta de la misma manera a la versión Scout, con lo que encontramos nuevas ópticas delanteras (a no todo el mundo le gusta ese faro partido) y traseras, pero sobre todo a la adopción de nuevos sistemas de “infoentreteniemiento”, es decir, las pantallas disponibles en la consola central del coche. Así, en la opción básica (Bolero) y superior (Colubus, creo) es de 8” pulgadas con manejo táctil, y en la tope de gama (Admunsen) ofrece 9,2”, aunque todas ofrecen la posible integración de Apple Carplay y/o Android Auto, así como WiFi en el nivel superior. A ver, todo esto es estupendo. Nosotros contábamos con la opción más económica y la resolución y posibilidades son fantásticas y, dado que conserva más botones físicos (dos roscas) y unos táctiles muy sencillitos, nos parece la opción más adecuada para no distraerse. Y es de serie.
Bueno, puesto que con el interior estamos, continuamos de puertas adentro.
El espacio es lo que mejor describe esta faceta del coche. Espacio y sosería, se podría añadir. De lo primero hay en todas la plazas, especialmente en las de atrás, a lo ancho, a lo largo y a lo alto. Y esto no se consigue en detrimento del maletero, que con 610 litros de capacidad sigue siendo inmenso. Y tiene dos niveles y rueda de repuesto de emergencia, aunque creo que la marca te hace pagar por ella.
En las plazas delanteras todo está en su sitio, aunque el volante sigue estando un poco inclinado para mi gusto. Todo es funcional y tanto materiales y ajustes rayan a gran altura, pero resulta harto aburrido y convencional, o soso, como ya he dicho. Pero no deja de ser una apreciación personal. Igual que lo del cuadro. Acostumbrado últimamente como estoy a filigranas digitales en ese apartado, las esferas con agujas de toda la vida y el ordenador de en medio se me antojan un producto del pasado. Y como digo eso también añado: ofrecen de una manera seguramente más clara y eficaz la misma información que esas pantallas de última generación tras el volante. Que vamos que, a menos que te pases la vida usando el modo de navegación de la misma, no les veo sentido.
Para esta prueba hemos escogido la motorización de gasolina 1.8TSi de 180CV. Junto a ella el Scout ofrece el sempiterno 2.0TDi de 150 que probamos la vez anterior y el mismo bloque pero con más potencia (184) que también pudimos conducir en el Octavia RS TDi. Aunque la oferta en la gama del modelo del que deriva es infinitamente más amplia, con estas tres opciones para esta ranchera campera, va de sobra.
Este bloque gasolina va asociado inseparablemente al cambio DSG de seis velocidades primando de esta manera el confort y la suavidad sobre todas las cosas. De hecho, igual lo prima demasiado.
Es imprescindible seleccionar el modo Sport del coche para sacarle toda la chicha al motor y, diría más, hasta es recomendable poner el mando en el carril secuencial del cambio… aunque te arrepientas casi de inmediato ya que el Grupo Volkswagen insiste en ponerlo “al revés” a mi juicio (subir marcha empujar/bajar marcha tirar. Yo lo entiendo mejor de la otra manera, al estilo BMW). Tampoco hay levas. Así las cosas, menos más que no pusieron la séptima velocidad que sí tiene el Octavia automático desde sus motores más humildes.
Pero si lo que queremos es rodar tranquilos, el modo Normal nos irá perfecto. Perezoso pero muy suave, muy agradable y bien filtrado. Y el consumo entra dentro de lo razonable habiendo marcado 8,1 litros de media a los 100 kilómetros recorridos en uso mixto durante la prueba. Hay que tener en cuenta que carga con tracción 4x4, carrocería elevada y neumáticos “eco” (con tecnología de “autosellado”, por cierto). Todo ello, más allá del pequeño incremento del consumo con respecto a un Octavia Combi normal, no afecta a su comportamiento.
Es un coche noble que no ofrece movimiento feos de carrocería. También es cierto que sus ayudas electrónicas están a la que salta para frenar pertinentemente nuestros ímpetus. Frena muy bien y la dirección transmite lo justo, como es corriente en nuestros días. La suspensión, 30 mm más alta que la berlina, se traga lo que le eches, aunque el eje trasero cuando vamos de vacío tienda a rebotar en alguna banda anti velocidad.
Para moverse en ciudad también vale, pues no es un coche aparatoso como un SUV compacto y su visibilidad es bastante buena. Y en este entorno es donde su suavidad –parsimonia- en el rodar se agradece.
Y claro, como hay una tecla Offroad (y un ayudante de descensos como novedad) nos echamos al campo confiando en sus protecciones de bajos, su sistema 4motion y su buena altura al suelo.
A ver, el Scout, Octavia Scout, es un coche para hacer pistas forestales y algún camino no muy estrecho, pero no es un todo terreno. De hecho, el modo mencionado lo único que hace es modificar un poco las leyes del cambio y hacer que intervenga un poco más en la acción el eje trasero. Pero no vas a poder vadear ríos ni subir trialeras. Es más, teniendo un Octavia Combi 1.8TSi 4x4 DSG sólo se justifica la compra del Scout si transitas con frecuencia por carreteras en muy mal estado… o porque “mola” bastante. Y eso lo entiendo. Y tampoco vas a quedarte muy lejos de donde se vayan a atascar los crossover, todo caminos o como les llamen hoy en día a los coches del segmento de moda. Ante cualquiera de ellos escojo una ranchera de estas con los ojos cerrados.
Y aunque los 34.000 euros sin descuento -que lo hay y es muy bueno- a pagar por este coche parezcan muchos, su relación calidad/espacio/equipamiento/precio es insuperable, sobre todo cuando decides completarlo con esas opciones prácticas tan de la marca como el rascador de hielo o la papelera. Un coche muy majo este Scout de la familia Octavia, lo que siempre fue en su día y ahora ha vuelto.
El rediseño de dicho modelo adoptado poco tiempo atrás afecta de la misma manera a la versión Scout, con lo que encontramos nuevas ópticas delanteras (a no todo el mundo le gusta ese faro partido) y traseras, pero sobre todo a la adopción de nuevos sistemas de “infoentreteniemiento”, es decir, las pantallas disponibles en la consola central del coche. Así, en la opción básica (Bolero) y superior (Colubus, creo) es de 8” pulgadas con manejo táctil, y en la tope de gama (Admunsen) ofrece 9,2”, aunque todas ofrecen la posible integración de Apple Carplay y/o Android Auto, así como WiFi en el nivel superior. A ver, todo esto es estupendo. Nosotros contábamos con la opción más económica y la resolución y posibilidades son fantásticas y, dado que conserva más botones físicos (dos roscas) y unos táctiles muy sencillitos, nos parece la opción más adecuada para no distraerse. Y es de serie.
Bueno, puesto que con el interior estamos, continuamos de puertas adentro.
El espacio es lo que mejor describe esta faceta del coche. Espacio y sosería, se podría añadir. De lo primero hay en todas la plazas, especialmente en las de atrás, a lo ancho, a lo largo y a lo alto. Y esto no se consigue en detrimento del maletero, que con 610 litros de capacidad sigue siendo inmenso. Y tiene dos niveles y rueda de repuesto de emergencia, aunque creo que la marca te hace pagar por ella.
En las plazas delanteras todo está en su sitio, aunque el volante sigue estando un poco inclinado para mi gusto. Todo es funcional y tanto materiales y ajustes rayan a gran altura, pero resulta harto aburrido y convencional, o soso, como ya he dicho. Pero no deja de ser una apreciación personal. Igual que lo del cuadro. Acostumbrado últimamente como estoy a filigranas digitales en ese apartado, las esferas con agujas de toda la vida y el ordenador de en medio se me antojan un producto del pasado. Y como digo eso también añado: ofrecen de una manera seguramente más clara y eficaz la misma información que esas pantallas de última generación tras el volante. Que vamos que, a menos que te pases la vida usando el modo de navegación de la misma, no les veo sentido.
Para esta prueba hemos escogido la motorización de gasolina 1.8TSi de 180CV. Junto a ella el Scout ofrece el sempiterno 2.0TDi de 150 que probamos la vez anterior y el mismo bloque pero con más potencia (184) que también pudimos conducir en el Octavia RS TDi. Aunque la oferta en la gama del modelo del que deriva es infinitamente más amplia, con estas tres opciones para esta ranchera campera, va de sobra.
Este bloque gasolina va asociado inseparablemente al cambio DSG de seis velocidades primando de esta manera el confort y la suavidad sobre todas las cosas. De hecho, igual lo prima demasiado.
Es imprescindible seleccionar el modo Sport del coche para sacarle toda la chicha al motor y, diría más, hasta es recomendable poner el mando en el carril secuencial del cambio… aunque te arrepientas casi de inmediato ya que el Grupo Volkswagen insiste en ponerlo “al revés” a mi juicio (subir marcha empujar/bajar marcha tirar. Yo lo entiendo mejor de la otra manera, al estilo BMW). Tampoco hay levas. Así las cosas, menos más que no pusieron la séptima velocidad que sí tiene el Octavia automático desde sus motores más humildes.
Pero si lo que queremos es rodar tranquilos, el modo Normal nos irá perfecto. Perezoso pero muy suave, muy agradable y bien filtrado. Y el consumo entra dentro de lo razonable habiendo marcado 8,1 litros de media a los 100 kilómetros recorridos en uso mixto durante la prueba. Hay que tener en cuenta que carga con tracción 4x4, carrocería elevada y neumáticos “eco” (con tecnología de “autosellado”, por cierto). Todo ello, más allá del pequeño incremento del consumo con respecto a un Octavia Combi normal, no afecta a su comportamiento.
Es un coche noble que no ofrece movimiento feos de carrocería. También es cierto que sus ayudas electrónicas están a la que salta para frenar pertinentemente nuestros ímpetus. Frena muy bien y la dirección transmite lo justo, como es corriente en nuestros días. La suspensión, 30 mm más alta que la berlina, se traga lo que le eches, aunque el eje trasero cuando vamos de vacío tienda a rebotar en alguna banda anti velocidad.
Para moverse en ciudad también vale, pues no es un coche aparatoso como un SUV compacto y su visibilidad es bastante buena. Y en este entorno es donde su suavidad –parsimonia- en el rodar se agradece.
Y claro, como hay una tecla Offroad (y un ayudante de descensos como novedad) nos echamos al campo confiando en sus protecciones de bajos, su sistema 4motion y su buena altura al suelo.
A ver, el Scout, Octavia Scout, es un coche para hacer pistas forestales y algún camino no muy estrecho, pero no es un todo terreno. De hecho, el modo mencionado lo único que hace es modificar un poco las leyes del cambio y hacer que intervenga un poco más en la acción el eje trasero. Pero no vas a poder vadear ríos ni subir trialeras. Es más, teniendo un Octavia Combi 1.8TSi 4x4 DSG sólo se justifica la compra del Scout si transitas con frecuencia por carreteras en muy mal estado… o porque “mola” bastante. Y eso lo entiendo. Y tampoco vas a quedarte muy lejos de donde se vayan a atascar los crossover, todo caminos o como les llamen hoy en día a los coches del segmento de moda. Ante cualquiera de ellos escojo una ranchera de estas con los ojos cerrados.
Y aunque los 34.000 euros sin descuento -que lo hay y es muy bueno- a pagar por este coche parezcan muchos, su relación calidad/espacio/equipamiento/precio es insuperable, sobre todo cuando decides completarlo con esas opciones prácticas tan de la marca como el rascador de hielo o la papelera. Un coche muy majo este Scout de la familia Octavia, lo que siempre fue en su día y ahora ha vuelto.
NUESTRA NOTA: 9
Cosas a favor
Versatilidad y estética
Tracción 4x4 y detalles prácticos
Relación calidad/equipamiento/espacio/prec
Cosas en contra
Cambio conservador y motor tranquilo
Interior de aspecto demasiado sobrio y discreto
Muchas opciones (aunque asequibles todas ellas)
MOTOR
- Cilindrada: 1.798 c.c.
- Potencia: 180 CV CEE
- Par: 280 NM
- Tracción: integral permanente
- Caja de cambios: automática 6 velocidades
Dimensiones
- Largo/ancho/alto: 468/181/153 cms
- Peso: 1.522 kgs
- Ruedas: 225/45R18
- Maletero: 610 l
- Cap. Depósito: 55 l
Prestaciones
- Velocidad máxima: 216 km/h
- Aceleración 0-100km/h: 7,8 seg
- Consumo medio oficial: 6,8 l/100kms (NDEC)
Equipamiento
- Equipamiento: ABS, BAS, ESP, TCS, 6 airbags + de rodilla conductor, control de velocidad, sistema de frenado de emergencia, faros full LED, ordenador de a bordo, sensores de luces y limpias, pantalla táctil multimedia de 8", climatizador bizona, modo offroad con control de descensos, conectividad smartphone, barras en el techo, protecciones en los bajos, retrovisores eléctricos...