Volkswagen T-Roc 1.0TSi
" Golf de batalla "
Sobre la plataforma del Golf, Volkswagen nos ofrece un SUV más cercano quizá al Polo por planteamiento y algunos detalles de acabado. O eso, o se trata de la versión menos refinada y aguerrida de dicho compacto.
La voracidad con la que el mercado devora “crossovers” de todo tipo hace que los fabricantes saquen uno nuevo casi cada dos meses, de manera que el peldaño de acceso a la gama SUV del fabricante de Wolfsburgo que ocupaba este modelo ha sido cubierto hace escasas fechas por el recién presentado T-Cross.
Visto el uno y probado el otro, me da que a los alemanes les va a pasar lo que a los galos de Citroën, cuyo C4 Cactus se quedó un tanto descolgado con la llegada del C3 Aircross que, aunque más pequeño, era mejor coche en todo…hasta que se replanteó el Cactus (ahora como “berlina” ¿?) gracias a un restyling urgente.
Sea como fuere, lo que hoy tenemos aquí es un T-Roc con motor 1.0TSi de 116 CV y cambio manual en acabado Advance Style.
Exteriormente, a pesar de su altura, el “Roc” parece un modelo más compacto que el Golf del que deriva, y vemos que así es con los datos en la mano. Es más corto (dos cms.), un poco más ancho (otros dos cms.) y claro, más alto.
Lo que sí mejora es la estética, más personalizable, musculosa, campera y moderna. Sobre todo si montamos los faros LED opcionales, que incluyen esa luz de día tan chula en forma de trapecio en el morro, lograremos un frontal muy expresivo. Y la vista lateral, con esos pasos de rueda tan marcados, piden una llanta mayor que la monta de serie, algo como esas ruedas de 18” que nuestra unidad llevaba. La trasera es lo más soso del conjunto, aunque los detalles cromados de este acabado le dan un toque sofisticado. Obviamente, los dos agujeros en ambos extremos de los bajos del paragolpes son de adorno, pues el escape va oculto en el faldón y, por cierto, en posición transversal.
El interior de este modelo es una buena mezcla del Golf y del Polo.
Por un lado tenemos un buen espacio, una ubicación lógica de los mandos y un equipamiento a la última, incluida la instrumentación digital. Y por el otro, una calidad no más que correcta al encontrarnos por doquier plásticos duros, eso sí, bien ajustados. Es un detalle que chirría un tanto, pues no se trata de un coche “barato”. Pero el colmo del colmo lo descubrimos al comparar los adornos de las puertas delanteras y traseras y vemos cómo… ¡son distintos!. Sí, en las plazas delanteras estas molduras van acabadas en gris mate efecto aluminio oscuro e incluyen luz a lo largo, mienras que en las plazas posteriores lucen un efecto de fibra de carbono de todo a cien y no hay iluminación ni a lo largo ni a lo ancho. No me ha gustado este punto.
Lo que sí que hay son buenos huecos en puertas, consola central, entre los asientos, bajo ellos y tras los respaldos delanteros.
La postura al volante es un palmo más elevada que la del Golf, con lo que se logra ese efecto SUV hoy en día tan buscado y una mejor visibilidad hacia todos lados, aunque en la vertiente trasera yo recomendaría montar la cámara opcional con la que nosotros no contábamos.
El habitáculo es luminoso, el techo nos queda bastante lejos de la cabeza y todo está visible y a mano. Además de la pantalla del cuadro tenemos una gran pantalla multimedia (opcional) de manejo táctil. El climatizador, como en el resto de la familia Volkswagen, se sigue dejando a cargo de mandos independientes.
La tapicería de nuestro coche era la textil de serie y tenía pinta de aguantarlo todo sin mancharse. Los asientos resultan grandes y confortables, hay disponibles unos deportivos que no se yo si valdrán la pena.
Las plazas traseras tienen suficiente espacio para acomodar a dos adultos de talla grande o tres medianos. Su cota de ancho es especialmente destacable. Hay salidas de aire independientes y un túnel central prominente merced a la existencia de las versiones 4Motion. Ni la banqueta ni el respaldo se pueden regular, siendo el último elemento abatible 60/40.
Llegamos al maletero y abrimos su tapa de accionamiento eléctrico (opcional). El hueco es muy bueno y se puede mejorar ya que su bandeja tiene dos alturas (no disponible en versiones 4x4). El plano de carga no obstante es algo elevado pues una vez superado el paragolpes hay que pasar por encima de otro pequeño escalón. Nada dramático, pero ahí está. No hay ganchos donde colgar las bolsas pero sí argollas donde enganchar los pulpos. A todo esto, los T-Roc con tracción integral pierden del orden de 50 litros de capacidad en este hueco.
El motor 1.0TSi que llevamos bajo el capó es el mismo que ya probamos en su día en el nuevo Polo, sólo que entonces condujimos su versión de 95CV y aquí tenemos 115 (116 decía nuestro llavero de VW) como versión básica de gasolina.
Aquel pequeño tricilíndrico nos dejó muy buen sabor de boca que aquí ha sabido mantener. Es un bloque refinado y voluntarioso. Le gusta girar alto de vueltas pero sabe ir despacio con suavidad, o con esa suavidad y sonido característico de estos propulsores “downsizing”. Corre lo justo consumiendo lo mínimo. Nosotros hemos hecho 6,1 litros a los 100 kms recorridos de uso mixto. Obviamente su mayor tamaño/peso y ese ligero aumento de potencia nos han dado como resultado ese medio litro “y algo” de más con respecto al Polo del que hablábamos.
Las prestaciones, como digo, son correctas. No es un coche rápido pero tampoco es un coche lento, aunque para sacarle todo el jugo hay que jugar con su cambio de marchas, porque los desarrollos son tan largos que de cara a recuperar velocidad con solvencia en, pongamos, una autopista de 80 a 115km/h con un repecho o a media carga, vas a tener que bajar de sexta a cuarta. Al menos el manejo de este elemento es agradable, con recorridos bien marcados e inserciones firmes, que no duras.
Como duras tampoco son las suspensiones. De hecho, incluso con estas gomas opcionales tienden a blandas, lo cual redunda en el confort sin restar aplomo en su pisada ni generar movimientos parásitos de la carrocería al afrontar curvas lentas de carretera secundaria. Al compartir plataforma con el Golf, el T-Roc también ofrece un sistema sencillo en el eje trasero de rueda tirada/eje rígido en sus versiones básicas, que se ve mejorado por un esquema independiente con estabilizadora en los motores más prestacionales. En cualquier caso, su rendimiento es satisfactorio.
El asilamiento del interior, en materia de confort dinámico y acústico, es correcto pero no está, ni de cerca, al nivel del compacto del que deriva.
Los frenos están a la altura de las prestaciones del coche al igual que la dirección.
Realmente este T-Roc se conduce como un Golf básico.
Y es que además de plataforma, motores y tamaño por los pelos, comparte en gran medida sus precios… excepto en la versiones de entrada, que son del orden de 2.000 euros más elevadas, como su carrocería: 24.470 euros cuesta este T-Roc por 22.510 del Golf en versión 5 puertas. Un poco menos equipado, también es cierto. Sin embargo, cuando nos ponemos aspiracionales en motores o acabados, las tornas cambian y caen del lado del "crossover". Por poco, pero sale más a cuenta. Con lo que si “te matan” este tipo de vehículos y precisas de algo más de tamaño y maletero pero te basta la calidad de un Polo, el T-Roc es una buena opción entre ambos.
Visto el uno y probado el otro, me da que a los alemanes les va a pasar lo que a los galos de Citroën, cuyo C4 Cactus se quedó un tanto descolgado con la llegada del C3 Aircross que, aunque más pequeño, era mejor coche en todo…hasta que se replanteó el Cactus (ahora como “berlina” ¿?) gracias a un restyling urgente.
Sea como fuere, lo que hoy tenemos aquí es un T-Roc con motor 1.0TSi de 116 CV y cambio manual en acabado Advance Style.
Exteriormente, a pesar de su altura, el “Roc” parece un modelo más compacto que el Golf del que deriva, y vemos que así es con los datos en la mano. Es más corto (dos cms.), un poco más ancho (otros dos cms.) y claro, más alto.
Lo que sí mejora es la estética, más personalizable, musculosa, campera y moderna. Sobre todo si montamos los faros LED opcionales, que incluyen esa luz de día tan chula en forma de trapecio en el morro, lograremos un frontal muy expresivo. Y la vista lateral, con esos pasos de rueda tan marcados, piden una llanta mayor que la monta de serie, algo como esas ruedas de 18” que nuestra unidad llevaba. La trasera es lo más soso del conjunto, aunque los detalles cromados de este acabado le dan un toque sofisticado. Obviamente, los dos agujeros en ambos extremos de los bajos del paragolpes son de adorno, pues el escape va oculto en el faldón y, por cierto, en posición transversal.
El interior de este modelo es una buena mezcla del Golf y del Polo.
Por un lado tenemos un buen espacio, una ubicación lógica de los mandos y un equipamiento a la última, incluida la instrumentación digital. Y por el otro, una calidad no más que correcta al encontrarnos por doquier plásticos duros, eso sí, bien ajustados. Es un detalle que chirría un tanto, pues no se trata de un coche “barato”. Pero el colmo del colmo lo descubrimos al comparar los adornos de las puertas delanteras y traseras y vemos cómo… ¡son distintos!. Sí, en las plazas delanteras estas molduras van acabadas en gris mate efecto aluminio oscuro e incluyen luz a lo largo, mienras que en las plazas posteriores lucen un efecto de fibra de carbono de todo a cien y no hay iluminación ni a lo largo ni a lo ancho. No me ha gustado este punto.
Lo que sí que hay son buenos huecos en puertas, consola central, entre los asientos, bajo ellos y tras los respaldos delanteros.
La postura al volante es un palmo más elevada que la del Golf, con lo que se logra ese efecto SUV hoy en día tan buscado y una mejor visibilidad hacia todos lados, aunque en la vertiente trasera yo recomendaría montar la cámara opcional con la que nosotros no contábamos.
El habitáculo es luminoso, el techo nos queda bastante lejos de la cabeza y todo está visible y a mano. Además de la pantalla del cuadro tenemos una gran pantalla multimedia (opcional) de manejo táctil. El climatizador, como en el resto de la familia Volkswagen, se sigue dejando a cargo de mandos independientes.
La tapicería de nuestro coche era la textil de serie y tenía pinta de aguantarlo todo sin mancharse. Los asientos resultan grandes y confortables, hay disponibles unos deportivos que no se yo si valdrán la pena.
Las plazas traseras tienen suficiente espacio para acomodar a dos adultos de talla grande o tres medianos. Su cota de ancho es especialmente destacable. Hay salidas de aire independientes y un túnel central prominente merced a la existencia de las versiones 4Motion. Ni la banqueta ni el respaldo se pueden regular, siendo el último elemento abatible 60/40.
Llegamos al maletero y abrimos su tapa de accionamiento eléctrico (opcional). El hueco es muy bueno y se puede mejorar ya que su bandeja tiene dos alturas (no disponible en versiones 4x4). El plano de carga no obstante es algo elevado pues una vez superado el paragolpes hay que pasar por encima de otro pequeño escalón. Nada dramático, pero ahí está. No hay ganchos donde colgar las bolsas pero sí argollas donde enganchar los pulpos. A todo esto, los T-Roc con tracción integral pierden del orden de 50 litros de capacidad en este hueco.
El motor 1.0TSi que llevamos bajo el capó es el mismo que ya probamos en su día en el nuevo Polo, sólo que entonces condujimos su versión de 95CV y aquí tenemos 115 (116 decía nuestro llavero de VW) como versión básica de gasolina.
Aquel pequeño tricilíndrico nos dejó muy buen sabor de boca que aquí ha sabido mantener. Es un bloque refinado y voluntarioso. Le gusta girar alto de vueltas pero sabe ir despacio con suavidad, o con esa suavidad y sonido característico de estos propulsores “downsizing”. Corre lo justo consumiendo lo mínimo. Nosotros hemos hecho 6,1 litros a los 100 kms recorridos de uso mixto. Obviamente su mayor tamaño/peso y ese ligero aumento de potencia nos han dado como resultado ese medio litro “y algo” de más con respecto al Polo del que hablábamos.
Las prestaciones, como digo, son correctas. No es un coche rápido pero tampoco es un coche lento, aunque para sacarle todo el jugo hay que jugar con su cambio de marchas, porque los desarrollos son tan largos que de cara a recuperar velocidad con solvencia en, pongamos, una autopista de 80 a 115km/h con un repecho o a media carga, vas a tener que bajar de sexta a cuarta. Al menos el manejo de este elemento es agradable, con recorridos bien marcados e inserciones firmes, que no duras.
Como duras tampoco son las suspensiones. De hecho, incluso con estas gomas opcionales tienden a blandas, lo cual redunda en el confort sin restar aplomo en su pisada ni generar movimientos parásitos de la carrocería al afrontar curvas lentas de carretera secundaria. Al compartir plataforma con el Golf, el T-Roc también ofrece un sistema sencillo en el eje trasero de rueda tirada/eje rígido en sus versiones básicas, que se ve mejorado por un esquema independiente con estabilizadora en los motores más prestacionales. En cualquier caso, su rendimiento es satisfactorio.
El asilamiento del interior, en materia de confort dinámico y acústico, es correcto pero no está, ni de cerca, al nivel del compacto del que deriva.
Los frenos están a la altura de las prestaciones del coche al igual que la dirección.
Realmente este T-Roc se conduce como un Golf básico.
Y es que además de plataforma, motores y tamaño por los pelos, comparte en gran medida sus precios… excepto en la versiones de entrada, que son del orden de 2.000 euros más elevadas, como su carrocería: 24.470 euros cuesta este T-Roc por 22.510 del Golf en versión 5 puertas. Un poco menos equipado, también es cierto. Sin embargo, cuando nos ponemos aspiracionales en motores o acabados, las tornas cambian y caen del lado del "crossover". Por poco, pero sale más a cuenta. Con lo que si “te matan” este tipo de vehículos y precisas de algo más de tamaño y maletero pero te basta la calidad de un Polo, el T-Roc es una buena opción entre ambos.
NUESTRA NOTA: 7.5
Cosas a favor
Carrocería versátil
Motor agradable y económico
Estética
Cosas en contra
Detalles de acabado
Precio respecto al Golf
Prestaciones discretas
MOTOR
- Cilindrada: 999 c.c.
- Potencia: 115 CV CEE
- Par: 200 NM
- Tracción: delantera
- Caja de cambios: manual 6 velocidades
Dimensiones
- Largo/ancho/alto: 423/181/157 cms
- Peso: 1.195 kgs
- Ruedas: 215/50R18 op.
- Maletero: 445 l
- Cap. Depósito: 50 l
Prestaciones
- Velocidad máxima: 187 km/h
- Aceleración 0-100km/h: 10,1 seg
- Consumo medio oficial: 5,1 l/100kms
Equipamiento
- Equipamiento: ABS, BAS, EDB, ESP, TCS, 6 Airbags, sistema de frenada de emergencia con detección de peatones, asistente de mantenimiento de carril, control de aparcamiento delantero y trasero, control de velocidad adaptativo, ordenador de a bordo, sensor de luces y limpias, Hill holder, iluminación ambiental, cromados exteriores, faros antiniebla con luz de giro, barras en el techo...