Prueba del Nissan X-Trail 2.0dCi aut.

Bajo el pomposo nombre “Nissan Safety Shield” la marca japonesa aglutina las ultimas tecnologías disponibles en materia de seguridad activa y pasiva. La mayoría ya las pudimos descubrir en el pequeño y vivaz Micra tiempo atrás, y poco a poco van llegando al resto de integrantes de la gama, como al Qashqai. Por ende y por ser el mismo modelo pero más grande, el X-Trail no podía ser menos ni quedarse atrás, y buen momento es su restyling para sumarle equipo.



Pero ¿qué es este escudo de seguridad?. Muy sencillo: Sistema de frenado de emergencia con detección de peatones + Cámaras 360 con aviso de tráfico cruzado + Avisador de objetos en el ángulo muerto + Control de carril + Control de velocidad adaptativo + Luz de curva + Sistema de aparcamiento asistido y, por último, Alerta de fatiga.

No es moco de pavo y sobre todo cuando te lo llevas de serie en el acabado Tekna que llevaba nuestro coche de pruebas. Cualquier marca Premium te pediría entre 2.500 y 5.000 euros tanto por la suma de los elementos uno a uno como si vienen en paquete. Pero como digo una cosa, digo la otra: alguno de estos elementos no son tan precisos en este coche como en otros… más caros. Pero funcionan, y siempre será mejor tenerlos que carecer de ellos, aunque sea en su versión “low cost”.



En la marca también nos dicen que en breve saldrá el sistema ProPilot 1.0 que coordinará control de velocidad con radar, cámaras y control de carril para proporcionar esa suerte de “conducción autónoma” de pacotilla que algunos modelos de su competencia ya ofrecen. Nuestro coche de prensa no contaba aún con ello.

Lo que sí teníamos de puertas adentro era un interior retocado, donde lo que más se ve es el nuevo volante, más pequeño, más moderno y más bonito, al estilo Micra, así como se nota que hay materiales de mejor apariencia en las zonas menos visibles y yo creo que el cuero también lo han cambiado pues este se me antojó distinto, pero tal vez fuera sólo el pespunte que ahora lleva en contraste.



Lo que se nota menos –de hecho, me lo chivaron- es que el sistema operativo del equipo multimedia se ha mejorado. Y no es que vaya mal, pues funciona con total y absoluta corrección (además tiene un buen equipo de sonido con reproductor de CD…) pero se le comienza a notar algo “añejo”. Cosa totalmente normal pues cuando empezamos a “jugar” con la tecnología corremos el riesgo de quedarnos desfasados cada seis meses.

En el exterior las novedades se centran en el frontal, con un nuevo paragolpes con cromados y antinieblas mejor encastrados, una parrilla más grande con el radar oculto tras el logo de la marca y unos faros completos de LED y adaptativos en esta versión (que no sé si también forman parte del mencionado escudo de seguridad inteligente).



En el perfil hay nuevas llantas y retrovisores, mientras que en la zaga los retoques son harto discretos y se limitan a un paragolpes más elegante y unos pilotos oscurecidos con luces de posición LED.

En interior del coche sigue siendo un interior versátil y apropiado para cinco pasajeros, pues el túnel central apenas sobresale del suelo de las plazas traseras. Es luminoso –merced al enorme techo panorámico de serie- y está muy bien equipado y bien acabado.



El maletero es, a su vez, muy grande. De formas regulares y aprovechables y portón eléctrico con plano de carga cercano al suelo. Lo único criticable es que la toldilla cubre equipajes nos ha dado algo por saco al ponerla y quitarla y que, al contar con 7 plazas en este coche de prensa, la base del maletero no quedaba totalmente plana.
Respecto a la tercera fila, decir que sus asientos están desproporcionados con el tamaño de sus posibles pasajeros. Es decir, son enormes para aquellos a los que vamos a llevar y que tendrán ciertos problemas para colocar sus pies, a menos que echemos la banqueta precedente hacia delante a tope. Pero vamos, como plazas eventuales o para niños, son muy buenas.
Obviamente, con ellas desplegadas, el espacio dedicado a la carga merma de manera considerable quedándose en apenas 150 litros útiles. Suele pasar.



Antes de ponernos en marcha, decir que este X-Trail cuenta como planta motriz con el propulsor 2 litros diesel de la alianza Nissan-Renault con 177 CV para esta versión y cambio automático por variador continuo X-Tronic. Es lo mismo que me encontré hace no mucho en el nuevo Renault Koleos y tenía curiosidad por ver si había diferencia entre uno y otro, aunque son casi-casi el mismo coche.

Fundamentalmente lo que se nota entre ambos es un mejor aislamiento interior del modelo francés. El caso es que el motor no es especialmente rumoroso, pero el tipo de cambio empleado obliga a ir pisando el acelerador algo más de la cuenta con la siguiente repercusión sonora. Por lo demás decir que es muy progresivo, tiene buena respuesta y potencia de sobra. No he probado la versión 1.6dCi con este X-Tronic, pero me dicen que resulta netamente más lenta y decepcionante. Total, que si quieres automático, mejor optar por este motor más grande.



El consumo en todo caso se ha mantenido en unos razonables 7,2 litros a los 100 kms recorridos en uso mixto. No hay modos de conducción, pero sí un botón ECO que no estoy seguro de lo que hace. El Koleos al que hice mención antes consumió medio litro más, ya que se trataba de una unidad 4x4 y este Nissan era 4x2.

En todo ámbito, sea dentro o incluso fuera del asfalto, el X-Trail es un vehículo cómodo en base a una suspensión blanda y de enormes recorridos. La dirección es otro tanto de lo mismo pero logra transmitir lo que hay entre el asfalto y el volante y los frenos, mejor que ambas cosas.

Con todo, el “nuevo” X-Trail es un SUV versátil, amplio, seguro, tranquilo y bien equipado. Un buen coche que con un buen precio de 39.600 euros (que será menos en base a múltiples ofertas y campañas a pie de concesionario) de sobra merece el éxito que está teniendo. Sobre todo ahora que a igualdad de “seguridad y modernidad”, cuenta con motores más potentes que abren brecha con el Qashqai.