Volkswagen Arteon TDi240 R-Line 4M
" Über Passat "
El Arteon viene a culminar el proceso de diferenciación que ya inició su precedente, el Volkswagen CC, que prescindió en su nombre de la denominación Passat que antes sí llevaba. El caso es que sin ser totalmente distintos… sí que hay diferencias.
Y empiezo por lo obvio: la estética.
Las líneas de familia de Volkswagen están presentes en el Arteon, lo que le hace ser tan parecido a un Passat como lo pudiera ser un Golf actual. Cada plancha es distinta de la berlina convencional y en cada trazo prima el dinamismo sobre la función marcando músculo y haciendo evidente su configuración de “coupé de cuatro puertas”. Cinco si contamos el práctico portón que añade este Arteon.
También es sensiblemente más grande que el Passat, sobre todo a lo largo y un poco a lo ancho, y su altura, aunque parezca más bajo, es la misma que la del modelo con el que comparte plataforma. Así se le ve un modelo muy bien plantado sobre el asfalto, un poquito mastodóntico tal vez pero con una presencia muy deportiva y amenazante.
Nuestro coche contaba con el acabado R-Line que incluye detalles lacados en negro y unas llantas específicas de 19 pulgadas, con un diseño a medio camino entre moderno y futurista. También contábamos con el color Yellow Mellow (es el nombre que le pega) que creo que no está disponible en el “Passat normal”. Lejos de parecer estridente o, hablando claro, feo, es una pintura de lo más recomendable ya que varía de tono con la luz haciendo unos reflejos muy bonitos que agradeció enormemente nuestro fotógrafo (harto ya de coches blancos). Tiene un sobre coste de 1.000 euros, pero yo, seguro, sería la que elegiría.
Abrimos la puerta sin montante (ninguna lo tiene. El rollo coupé obliga) y al tomar asiento es donde más Passat descubrimos. Bueno, no exactamente al tomar asiento, pues la postura de conducción es claramente más baja e igual de buena, pero sí al enfrentarnos con todo lo que vemos y tocamos a nuestro alrededor.
Mismos materiales en el mismo salpicadero, consola e instrumentación. Esto es bastante bueno pero se echa de menos mayor distinción. Hasta conserva el bonito reloj analógico superior.
El equipamiento de serie de este coche ya es abundante per se en esta versión tope de gama, aún así contamos con opcionales como el techo panorámico, que se agradece para dar luminosidad a un cockpit en el que el negro es la tónica dominante –a excepción de las inserciones de aluminio-.
El cuadro digital que asoma tras el volante R-Line (más grueso que el normal) es ya conocido y tras el descubrimiento inicial, prácticamente ni lo vuelves a tocar. Por ello siempre digo que, si viene de serie vale, pero no merece la pena pagar por él.
Sobre todo cuando tenemos Head Up Display y un equipo multimedia con un pantallón de ….. pulgadas. Que no es que se vea bien, es que lo difícil es no verlo.
Los mandos de la climatización siguen en escalón aparte y franqueando la palanca de cambios hay botones para diversos accesorios montados, como los modos de conducción.
Hay una bandejita con tapa donde solía estar el cenicero, un par de posavasos con cortinilla, bolsas en las puertas de mediano tamaño y un buen hueco bajo el apoyabrazos central. La visibilidad es aceptable en todos los ángulos, aunque la caída del pilar A nos puede condicionar en la incorporaciones con tráfico en diagonal y la luneta trasera va muy tendida y muy tintada. Ambas faltas se solucionan con el avisador de objetos en el ángulo muerto y la cámara de visión trasera, respectivamente.
En las plazas de atrás es donde vemos más de Arteon que de Passat.
El espacio para los pies es excelente, el ancho no está mal, pero el prominentísimo túnel de transmisión se lo pondrá difícil al pasajero central.
Si la altura del Arteon en su punto más alto, como ya dije es igual a la del Passat, la caída mucho más acusada del techo antes del pilar C sí que reduce ciertamente el espacio para las cabezas de los pasajeros. Sin embargo, yo lo esperaba peor y no es nada dramático. La gente de hasta metro setenta y cinco no notará mucha diferencia, la verdad.
Hay salidas de aire independientes, las plazas de los extremos pueden tener calefacción y noté el mullido de los asientos duro para mi gusto. Pero seguramente sea porque estuviera mucho menos usado que el de las butacas anteriores.
Seguimos con las diferencias y nos vamos al maletero, que pierde algo de capacidad para ofrecer mayor versatilidad en base a su enorme portón de accionamiento eléctrico y rematado con un bonito y pequeño alerón. El espacio es prácticamente rectangular, con algún hueco y gancho a sus lados. Hay un ligero escalón al acercarnos a los respaldos delanteros, que son abatibles 60/40, y bajo la base hay una oquedad con forma de rueda pero sin rueda, donde se pueden dejar pequeños objetos ocultos a la vista de curiosos. Aunque ya dije que con tintado exhaustivo de las lunas poco van a ver…
En el apartado mecánico el Arteon sólo equipa los propulsores “top” de la gama. 2.0TSi 190/280 en gasolina, 2.0TDi140 que me parece muy poco para este coche, y el mismo TDi pero con doble turbo, lo que le lleva a alcanzar los 240CV, siempre asociado a un cambio automático DSG de 7 relaciones y tracción total 4Motion.
Y esa fue precisamente la unidad que llegó a nuestro garaje.
Como piedra de toque inicial usé las sensaciones que en su día me brindó el Passat 2.0TSi 280 4M Variant que probamos tiempo atrás. Pero pronto tuve que variar de muestra. Aquel TSi era un auténtico deportivo que bramaba a través de sus auténticas salidas de escape (las del Arteon son de pega. Odio esta tendencia actual) cuando apurabas las marchas sintiéndote en perfecta comunión con el coche. En el Arteon es distinto. Suena mucho peor, pero bueno, eso no hace falta ni decirlo, y su entrega de potencia es mucho más lineal y discreta. Se podría resumir en esa excusa tan manida que casi todos hemos puesto alguna vez que nos ha parado la Guardia Civil afeándonos el exceso de velocidad: “pues no me había dado cuenta”.
Este überpassat va tan sobre raíles y su entrega de par es tan constante que si nos descuidamos, quedaremos retratados en la imagen de algún radar traicionero.
La dirección se nota un poco pesada porque el coche lo es, y en las rutas secundarias se le atragantan un tanto los cambios de apoyo rápidos, con un comportamiento más cercano al de una berlina de representación que al de un cupé deportivo. La suspensión filtra mucho. Lleva el tren adaptativo DCC de serie, que a mí me encanta, y sus diferentes durezas asociadas a los distintos modos de conducción disponibles lo mantienen más cerca del confort que de tarados Sport invivibles. Los frenos resultan solventes a la hora de detener los casi 1.800 kilos del coche, aunque no impresionan, y el cambio, es tan bueno como todos los DSG de última generación, con ese modo “a vela” en conducción ECO cada vez más logrado. El consumo medio medido ha sido de 7,7 litros a los 100kms recorridos de uso mixto en modo Normal. No está nada mal dada la potencia, tamaño y peso del coche. Su start&stop también es de los que arrancan cuando el radar frontal detecta que inicia la marcha el coche que nos precede (ya lo comenté en la prueba del Polo en recientes fechas).
Me he dejado para el final el sistema 4Motion, ya que gracias a este “año de nieves” y a que “nuestras oficinas” (me mola decir esto de “nuestras”, aunque en realidad sólo tenemos una y chiquita) están a pie de AP-6… no ha habido día que no hayamos tirado de tracción total.
Y bueno, pues es lo de siempre. Con las ruedas equivocadas (grandes y de verano), no hay tracción integral infalible. Sí, aporta un plus de motricidad en suelos deslizantes y un plus de seguridad y dinamismo en toda condición, pero cuando las cosas se ponen “feas de verdad”… nosotros avanzamos con las cuatro ruedas patinando donde otros lo hacen con sólo dos. Y nos afectan de la misma manera los cierres al tráfico de la vía.
Concluyo ya con su precio, que sube de los 51.000 euros. Es caro pero es el acabado superior de la gama con el motor diesel más potente. Y sale muy equipado de serie.
Si compensa o no con respecto a la berlina ya es cosa de cada uno. Más que cosas –o coches- distintas yo al Arteon lo considero un Passat mejorado vestido de gimnasio. Gana algo en todos los aspectos, sobre todo en exclusividad, y no pierde casi en ningún terreno.
NUESTRA NOTA: 8.5
Cosas a favor
Concepto y estética
Aplomo y confort
Motor y cambio
Cosas en contra
Diseño interior de Passat
Comportamiento aburguesado
Precio algo elevado (por 10 euros más te llevas el TSi280…)
MOTOR
- Cilindrada: 1.968 c.c.
- Potencia: 240 CV CEE
- Par: 500 NM
- Tracción: integral permanente
- Caja de cambios: automática 7 velocidades
Dimensiones
- Largo/ancho/alto: 486/187/145 cms
- Peso: 1.753 kgs
- Ruedas: 245/40R19
- Maletero: 563 l
- Cap. Depósito: 66 l
Prestaciones
- Velocidad máxima: 245 km/h
- Aceleración 0-100km/h: 6,5 seg
- Consumo medio oficial: 5,9 l/100kms
Equipamiento
- Equipamiento: ABS, BAs, EDB, ESP, TCS, 6 airbags + de rodilla conductor, frenado automático de emergencia, control y limitador de velocidad activo, control de carril, sensor de luces y limpias, faros LED, Hill Holder, luces largas automáticas, llamada de emergencia, cámara trasera, cuadro digital, selección de modos de conducción, suspensión adaptativa, navegador con pantalla multimedia de 7", tapicería específica...