London Motor Show 2008
Como cada año, regreso del British International Motor Show con un sabor de boca agridulce, un Salón del Automóvil cuya calidad no hace justicia a la pasión que los ingleses sienten por los coches.
En la parte edulcorada diré que sí estuvo a la altura la presentación mundial que en Vauxhall (Opel por estos lares) hicieron de su “supervectra”, el Insignia, del cual, tras mucho mirarlo y escrutarlo concluí que lo que menos me gusta de dicho coche es su nombre, es como llamarlo “Chapa”, “Pin” o “Etiqueta”. Salvada esta consideración, en el Motor Show lo pude ver por dentro, por fuera, por arriba, por abajo, por un lado, por otro… pero no probarlo, para eso parece que aún tendré que esperar a la vuelta del verano. Para dicha toma de contacto dinámica he solicitado el modelo que se me antoja más interesante: un V6 de gasolina con tracción 4x4, que si bien no es una novedad en la marca (ya existió un Vectra y un Calibra con tracción integral en la década de los 90) me gustará ver cómo han evolucionado la técnica. Y, a ser posible, en configuración 5 puertas, la cual puesta al lado de la berlina, apenas difiere en dos detalles ofreciendo mucha mayor practicidad.
Pues nada, ahí estaban entre guapas y amables azafatas casi una decena de “Insignias” en el stand de Vauxhall, de todos los colores y a tope de equipamiento (incluidas unas descomunales ruedas de 20” que, también sea dicho, le quedan estupendamente).
Otra de las novedades presentadas estaba en la zona de Ford, hablo del feroz Focus RS. En su configuración definitiva de 300cv y tracción delantera (con diferencial, al menos), sumado a sus aditamentos aerodinámicos y color verde chillón no pasaba desapercibido. “Kinky” (raro), “Weird” (más raro todavía), “Punky”, “Brutal” o “Glossy” (deslumbrante) eran los adjetivos más repetidos a su alrededor. En GB las versiones más deportivas de Ford son aclamadas casi como religión, por lo que… ¿qué mejor sitio para mostrar su RS más radical que éste? Y parece que a los súbditos de la Reina Isabel les gustó el “engendro”. En mi opinión les ha quedado un poco “macarra” (aunque lo pidas de otro color) y su precio en nuestro mercado lo convertirá en un producto minoritario. Sin embargo, habiendo probado el anterior RS, el actual Focus ST y casi abrumado por lo extraordinario de su manejo, cuento con ansia los días que faltan para ponerme a su volante. No obstante, su comercialización no está prevista hasta el año que viene.
También pude tantear el prototipo (al 90% definitivo) del Hyundai Coupé, que poco o casi nada tiene que ver con lo conocido hasta ahora bajo su mismo nombre. Hablamos ya de un coupé deportivo con tracción trasera y hasta 300cv (que parece la cifra mágica en nuestros días). Obviamente, su precio crecerá considerablemente.
Por otro lado estaba el Qashqai +2, que suma dos plazas a sus cinco actuales (y quizá sume también dos meses más a su agotador tiempo de espera para la entrega…). Asimismo me acerqué a un expositor que levantaba gran expectación y retraté un nuevo Lotus llamado Evora (no confundir con Ébola) que me parece que aquí, en España, nos va dar lo mismo, pues se pueden contar con los dedos de una mano los Elise, Exige y Europa vendidos en los que va de año.
Muy bonito (el mejor diría yo) el Stand de Alfa Romeo, con todos sus modelos (MiTo, 147, 159, Brera, Spyder y GT) en rojo brillante. Bien ambientado y con bastante público.
En el espacio reservado a SEAT se podía contemplar la versión tres puertas-“coupé” del nuevo Ibiza en un color naranja estridente (también había uno en azul) y con una estupenda apariencia que seguro hará las delicias de los más jóvenes, pues suma a todas las cualidades de la versión 5 puertas una estética muy acertada (muy al estilo Kia ProCee´d, por cierto).
Bueno, pues dicho esto…empezamos con la parte “agri”. Y puesto que ya he dicho lo que he visto, es menester añadir lo que no he visto, es decir, las ausencias.
Las marcas con “algo nuevo” que decidieron prescindir del evento han sido… (cojo aire y carrerilla): Audi (con su nuevo Q5 o A4 avant, de cuyos carteles está forrado todo Londres), BMW (tendrán que venir a España para conocer el nuevo X6), Chrysler, Dodge (y su nuevo Caliber SRT4, por no hablar del Journey), Fiat (¿quizá piensan que su 500 no puede hacer competencia al Mini?), Lancia (otra ocasión perdida de mostrar el nuevo –y bizarro- Delta), Mitsubishi (¿Evo… qué?), Porsche (es cierto que allí consideran su Cayenne “an ugly Chelsea Tractor”), Skoda (y su nuevo Superb), Ssanyong, Smart, Subaru, Volkswagen (con sus dos recientes “superestrenos”, el Passat CC y el Sciroco) y Volvo (XC60).
Como veis, son todos los que están, pero ni mucho menos están todos los que son. Esto para quien denoste nuestros salones de Madrid o Barcelona, mucho mejor nutridos e infinitamente mejor montados, porque ahora voy con eso.
Que el Excel (Exposition Center of London) esté bastante apartado del centro y no muy bien comunicado pase, pero que la mitad de la exposición (la parte interactiva) esté al aire libre en una ciudad en la que llueve 300 días al año… ¡Es de subnormales!
Por supuesto, los tres días en que fuimos, llovió. De esa manera quedaba muy desmerecido el circuito Drift (que consistía en subirte en un Caterham con un piloto desquiciado y empezar a hacer trompos), la Mazda Zoom Zoom Challenge (dar vueltas con un Mx5 en un minicircuito) o la minúscula zona de Karting. Cuando casi “me llevan los demonios” es al ver la amplia extensión con la que contaba… ¡una exposición de autocaravanas! Lamentable. Menos mal que a su lado había una zona con los coches reales de la fantástica película de Disney “Cars” (que ya tenemos de gira por España). Y al lado de los puestos de comida (Fish n´chips y poco más) encontrábamos el área dedicada a VX Racing, el especialista en Vauxhall de competición que adornaba su Village con un espléndido Vauxhall-Holden VXR8 (una berlina con el motor del Corvette). Una pena que se encontraran al lado de los urinarios portátiles.
Para redondear la jugada, el British International Motor Show se fundía con el Motor Show Music Festival, con actuaciones (también al aire libre) de grupos punteros como UB40, Alice Cooper, Deep Purple, Chicago o Meat Loaf. Buenísimos todos ellos, gente joven con ganas de triunfar como veis (ja, ja!).
Pero el caso es que una cosa es un salón de automóviles y otra el Rock in Rio, y no siempre mezclando dos cosas buenas te va a salir una mejor.
De la exposición y exhibición de lanchas a motor no voy a hablar porque me la perdí mientras me guarecía de la lluvia.
En definitiva, un British Motor Show marcado por las ausencias, las carencias y del tiempo la inclemencia. Me traigo tres o cuatro novedades y el convencimiento de que en España y quién lo diría, para estas cosas somos mucho más serios.
En la parte edulcorada diré que sí estuvo a la altura la presentación mundial que en Vauxhall (Opel por estos lares) hicieron de su “supervectra”, el Insignia, del cual, tras mucho mirarlo y escrutarlo concluí que lo que menos me gusta de dicho coche es su nombre, es como llamarlo “Chapa”, “Pin” o “Etiqueta”. Salvada esta consideración, en el Motor Show lo pude ver por dentro, por fuera, por arriba, por abajo, por un lado, por otro… pero no probarlo, para eso parece que aún tendré que esperar a la vuelta del verano. Para dicha toma de contacto dinámica he solicitado el modelo que se me antoja más interesante: un V6 de gasolina con tracción 4x4, que si bien no es una novedad en la marca (ya existió un Vectra y un Calibra con tracción integral en la década de los 90) me gustará ver cómo han evolucionado la técnica. Y, a ser posible, en configuración 5 puertas, la cual puesta al lado de la berlina, apenas difiere en dos detalles ofreciendo mucha mayor practicidad.
Pues nada, ahí estaban entre guapas y amables azafatas casi una decena de “Insignias” en el stand de Vauxhall, de todos los colores y a tope de equipamiento (incluidas unas descomunales ruedas de 20” que, también sea dicho, le quedan estupendamente).
Otra de las novedades presentadas estaba en la zona de Ford, hablo del feroz Focus RS. En su configuración definitiva de 300cv y tracción delantera (con diferencial, al menos), sumado a sus aditamentos aerodinámicos y color verde chillón no pasaba desapercibido. “Kinky” (raro), “Weird” (más raro todavía), “Punky”, “Brutal” o “Glossy” (deslumbrante) eran los adjetivos más repetidos a su alrededor. En GB las versiones más deportivas de Ford son aclamadas casi como religión, por lo que… ¿qué mejor sitio para mostrar su RS más radical que éste? Y parece que a los súbditos de la Reina Isabel les gustó el “engendro”. En mi opinión les ha quedado un poco “macarra” (aunque lo pidas de otro color) y su precio en nuestro mercado lo convertirá en un producto minoritario. Sin embargo, habiendo probado el anterior RS, el actual Focus ST y casi abrumado por lo extraordinario de su manejo, cuento con ansia los días que faltan para ponerme a su volante. No obstante, su comercialización no está prevista hasta el año que viene.
También pude tantear el prototipo (al 90% definitivo) del Hyundai Coupé, que poco o casi nada tiene que ver con lo conocido hasta ahora bajo su mismo nombre. Hablamos ya de un coupé deportivo con tracción trasera y hasta 300cv (que parece la cifra mágica en nuestros días). Obviamente, su precio crecerá considerablemente.
Por otro lado estaba el Qashqai +2, que suma dos plazas a sus cinco actuales (y quizá sume también dos meses más a su agotador tiempo de espera para la entrega…). Asimismo me acerqué a un expositor que levantaba gran expectación y retraté un nuevo Lotus llamado Evora (no confundir con Ébola) que me parece que aquí, en España, nos va dar lo mismo, pues se pueden contar con los dedos de una mano los Elise, Exige y Europa vendidos en los que va de año.
Muy bonito (el mejor diría yo) el Stand de Alfa Romeo, con todos sus modelos (MiTo, 147, 159, Brera, Spyder y GT) en rojo brillante. Bien ambientado y con bastante público.
En el espacio reservado a SEAT se podía contemplar la versión tres puertas-“coupé” del nuevo Ibiza en un color naranja estridente (también había uno en azul) y con una estupenda apariencia que seguro hará las delicias de los más jóvenes, pues suma a todas las cualidades de la versión 5 puertas una estética muy acertada (muy al estilo Kia ProCee´d, por cierto).
Bueno, pues dicho esto…empezamos con la parte “agri”. Y puesto que ya he dicho lo que he visto, es menester añadir lo que no he visto, es decir, las ausencias.
Las marcas con “algo nuevo” que decidieron prescindir del evento han sido… (cojo aire y carrerilla): Audi (con su nuevo Q5 o A4 avant, de cuyos carteles está forrado todo Londres), BMW (tendrán que venir a España para conocer el nuevo X6), Chrysler, Dodge (y su nuevo Caliber SRT4, por no hablar del Journey), Fiat (¿quizá piensan que su 500 no puede hacer competencia al Mini?), Lancia (otra ocasión perdida de mostrar el nuevo –y bizarro- Delta), Mitsubishi (¿Evo… qué?), Porsche (es cierto que allí consideran su Cayenne “an ugly Chelsea Tractor”), Skoda (y su nuevo Superb), Ssanyong, Smart, Subaru, Volkswagen (con sus dos recientes “superestrenos”, el Passat CC y el Sciroco) y Volvo (XC60).
Como veis, son todos los que están, pero ni mucho menos están todos los que son. Esto para quien denoste nuestros salones de Madrid o Barcelona, mucho mejor nutridos e infinitamente mejor montados, porque ahora voy con eso.
Que el Excel (Exposition Center of London) esté bastante apartado del centro y no muy bien comunicado pase, pero que la mitad de la exposición (la parte interactiva) esté al aire libre en una ciudad en la que llueve 300 días al año… ¡Es de subnormales!
Por supuesto, los tres días en que fuimos, llovió. De esa manera quedaba muy desmerecido el circuito Drift (que consistía en subirte en un Caterham con un piloto desquiciado y empezar a hacer trompos), la Mazda Zoom Zoom Challenge (dar vueltas con un Mx5 en un minicircuito) o la minúscula zona de Karting. Cuando casi “me llevan los demonios” es al ver la amplia extensión con la que contaba… ¡una exposición de autocaravanas! Lamentable. Menos mal que a su lado había una zona con los coches reales de la fantástica película de Disney “Cars” (que ya tenemos de gira por España). Y al lado de los puestos de comida (Fish n´chips y poco más) encontrábamos el área dedicada a VX Racing, el especialista en Vauxhall de competición que adornaba su Village con un espléndido Vauxhall-Holden VXR8 (una berlina con el motor del Corvette). Una pena que se encontraran al lado de los urinarios portátiles.
Para redondear la jugada, el British International Motor Show se fundía con el Motor Show Music Festival, con actuaciones (también al aire libre) de grupos punteros como UB40, Alice Cooper, Deep Purple, Chicago o Meat Loaf. Buenísimos todos ellos, gente joven con ganas de triunfar como veis (ja, ja!).
Pero el caso es que una cosa es un salón de automóviles y otra el Rock in Rio, y no siempre mezclando dos cosas buenas te va a salir una mejor.
De la exposición y exhibición de lanchas a motor no voy a hablar porque me la perdí mientras me guarecía de la lluvia.
En definitiva, un British Motor Show marcado por las ausencias, las carencias y del tiempo la inclemencia. Me traigo tres o cuatro novedades y el convencimiento de que en España y quién lo diría, para estas cosas somos mucho más serios.