¿Y tú de quién eres?
Corren tiempos convulsos para los fabricantes de automóviles, y muchos buscan unirse para hacerse más fuertes. O comprarse, o absorberse, o venderse, o simplemente desaparecer. Parece que todo vale menos quedarse quieto.
El batacazo más gordo lo protagonizó hace días GM, con su anuncio de quiebra y su intención de convertirse en una compañía “más apañada” bajo tutela gubernamental.
Mal asunto.
Pero las cosas al parecer no pintan mucho mejor para el resto de fabricantes. Ponemos un poco de orden en el “Maremagnum informativo “de recientes fechas y os contamos por dónde van los tiros.
Empezamos con Fiat, que parece que se lo quiere comprar todo.
Tras la adquisición de Chrysler con Jeep y Dodge incluidos la italiana busca una parte del pastel de la alemana caída: Opel ahora en manos mayoritarias del proveedor de componentes canadiense Magna (con capital ruso).
Asimismo su Consejero Delegado Sergio Marchionne ve con buenos ojos una fusión Fiat- Peugeot-Citroën, que le convertiría en el mayor fabricante de vehículos europeo, pudiendo además poner un pie en oriente con la compra de Suzuki. Suma y sigue.
Y es que el mandamás de este grupo vaticina un futuro con sólo media docena de fabricantes de automóviles: uno americano, uno alemán, uno japonés, otro japonés pero con padre europeo, otro en China y un último europeo que quiere ser Fiat.
Sergio, socio, relájate un poquito, que este panorama que nos pintas parece propio de una película de supervillanos queriendo dominar el mundo…
Por su parte PSA pone ojitos tiernos a BMW, la cuál ha tenido que reducir su márgenes y desde hace tiempo comparte motores con los franceses. Amén de unificar compras de componentes con Mercedes para aquilatar la factura.
Porsche por otro lado corre el riesgo de convertirse en el “cazador-cazado”. Iba a por Volkswagen y parece que se va a quedar como estaba, con el 50% de la marca de Wolfsburg… y 10.000 millones de su deuda. Pero eso no es nada, ¡peor es que ahora tengan un Porsche Diesel!
Por cierto que Volkswagen también quiere “algo” de Opel, si le dejan.
Las dos marcas suecas, Saab y Volvo están las pobres al borde del abismo. A Fiat (cómo no) le hace “tilín” Saab, pero Ford lo tiene más difícil para colocar Volvo, pues su idea era colocarla junto con Land Rover y Jaguar a Tata, el fabricante indio, pero no cuela.
Nissan quiere estrechar lazos con Renault y la americana Hummer ha caído en manos de un grupo de inversión chino con tanta experiencia en automoción como tengo yo en danza moderna (ninguna). Al menos prometen mantener plantas y trabajadores.
En fin, mucho ruido y veremos al final cuántas nueces.
Los expertos a este respecto se dividen en dos facciones: los que piensan que serán los orientales los que se “llevarán el gato al agua”, y los que creen que los europeos saldrán reforzados con puntuales alianzas estratégicas. Yo de momento soy más de estos últimos.
El tiempo nos dirá.
El batacazo más gordo lo protagonizó hace días GM, con su anuncio de quiebra y su intención de convertirse en una compañía “más apañada” bajo tutela gubernamental.
Mal asunto.
Pero las cosas al parecer no pintan mucho mejor para el resto de fabricantes. Ponemos un poco de orden en el “Maremagnum informativo “de recientes fechas y os contamos por dónde van los tiros.
Empezamos con Fiat, que parece que se lo quiere comprar todo.
Tras la adquisición de Chrysler con Jeep y Dodge incluidos la italiana busca una parte del pastel de la alemana caída: Opel ahora en manos mayoritarias del proveedor de componentes canadiense Magna (con capital ruso).
Asimismo su Consejero Delegado Sergio Marchionne ve con buenos ojos una fusión Fiat- Peugeot-Citroën, que le convertiría en el mayor fabricante de vehículos europeo, pudiendo además poner un pie en oriente con la compra de Suzuki. Suma y sigue.
Y es que el mandamás de este grupo vaticina un futuro con sólo media docena de fabricantes de automóviles: uno americano, uno alemán, uno japonés, otro japonés pero con padre europeo, otro en China y un último europeo que quiere ser Fiat.
Sergio, socio, relájate un poquito, que este panorama que nos pintas parece propio de una película de supervillanos queriendo dominar el mundo…
Por su parte PSA pone ojitos tiernos a BMW, la cuál ha tenido que reducir su márgenes y desde hace tiempo comparte motores con los franceses. Amén de unificar compras de componentes con Mercedes para aquilatar la factura.
Porsche por otro lado corre el riesgo de convertirse en el “cazador-cazado”. Iba a por Volkswagen y parece que se va a quedar como estaba, con el 50% de la marca de Wolfsburg… y 10.000 millones de su deuda. Pero eso no es nada, ¡peor es que ahora tengan un Porsche Diesel!
Por cierto que Volkswagen también quiere “algo” de Opel, si le dejan.
Las dos marcas suecas, Saab y Volvo están las pobres al borde del abismo. A Fiat (cómo no) le hace “tilín” Saab, pero Ford lo tiene más difícil para colocar Volvo, pues su idea era colocarla junto con Land Rover y Jaguar a Tata, el fabricante indio, pero no cuela.
Nissan quiere estrechar lazos con Renault y la americana Hummer ha caído en manos de un grupo de inversión chino con tanta experiencia en automoción como tengo yo en danza moderna (ninguna). Al menos prometen mantener plantas y trabajadores.
En fin, mucho ruido y veremos al final cuántas nueces.
Los expertos a este respecto se dividen en dos facciones: los que piensan que serán los orientales los que se “llevarán el gato al agua”, y los que creen que los europeos saldrán reforzados con puntuales alianzas estratégicas. Yo de momento soy más de estos últimos.
El tiempo nos dirá.
