Ahorrar combustible con SEAT
" Uno de los ingenieros del Centro Técnico de Seat nos da una serie de sencillos consejos muy útiles a la hora de ahorrar unos valiosos litros de combustible en el día a día "
Ahorrar combustible en nuestro día a día es posible siguiendo una serie de consejos prácticos para lograr una conducción eficiente. Concretamente, “el ahorro puede llegar a un 20%, lo que para un conductor que recorre unos 20.000 kilómetros anuales significa aproximadamente unos 300 euros”, según explica Ángel Suárez, ingeniero del Centro Técnico de SEAT.
Las pautas a seguir, según este experto, son muy sencillas de aplicar, pero implican un cambio de hábitos en nuestra conducción diaria. Los errores más comunes y que revierten en el consumo de combustible son circular bruscamente en ciudad, y con marchas cortas en carretera. Concretamente, en ciudad tendemos a “pegar acelerones y frenazos bruscos, y ello penaliza nuestro consumo”. Para evitarlos, “es muy importante la anticipación”, por ejemplo al divisar un semáforo en rojo, ante el cual deberemos detenernos suavemente utilizando el freno motor y quitando el pie del acelerador.
Sobre la utilización de las marchas, el ingeniero del Centro Técnico de SEAT recomienda moverse entre 1.200 y 1.300 revoluciones, por lo que a partir de la segunda velocidad hay que intentar, siempre que se pueda, que el cambio de marchas sea lo más rápido posible. “Si al llegar a 1.500 revoluciones ya hemos puesto tercera, a 40 km/h podemos estar circulando en cuarta, a unas 1.200 revoluciones ponemos la quinta velocidad, y a 60 km/h la sexta”. A pesar de ello, debemos tener en cuenta que a partir de 80 km/h, y aunque circulemos en sexta, “tendremos que dar un golpe de pedal, lo que significa inyectar más combustible al motor” y, por lo tanto, más consumo.
Ponerse en marcha también debe hacerse siguiendo unas pautas. “No es necesario calentar el motor ni acelerar. Pisamos el embrague, giramos contacto y salimos en primera, pero cambiando rápidamente a segunda velocidad”, explica Suárez.
Previamente a coger el coche, es necesario hacer una serie de verificaciones. Un estado óptimo de los neumáticos es fundamental, por lo que hay que evitar circular cuando están excesivamente gastados y comprobando periódicamente la presión de inflado. Además, tampoco podemos sobrecargar el vehículo. “Siempre debemos distribuir la carga correctamente en el maletero, y en el caso de que necesitemos llevar un cofre portaequipajes debemos ser conscientes que esto penalizará nuestro consumo”, añade el ingeniero.
Al llegar el buen tiempo nos asalta la duda: ¿qué consume más, circular con la ventanilla bajada o poner el aire acondicionado? Lo más recomendable es bajar la ventanilla a bajas velocidades y, a partir de los 80km/h, es preferible circular con la ventana cerrada y el aire acondicionado activado.
Finamente, otro aspecto nada despreciable a tener en cuenta es el punto muerto. “Muchas veces nos encontramos con gente que coloca punto muerto ante una bajada. Este concepto es erróneo, ya que en ese momento el motor está desconectado de la caja de cambios y sí tenemos consumo. El procedimiento adecuado es utilizar el freno motor, es decir, con la marcha puesta, levantamos el pie del acelerador y, de esta manera, no habrá consumo”, concluye Suárez.
Una serie de consejos para conseguir una ahorro en nuestros bolsillos sin olvidar, por otro lado, que redundarán en una mayor seguridad en nuestra conducción y en una mejora para el medio ambiente.
Las pautas a seguir, según este experto, son muy sencillas de aplicar, pero implican un cambio de hábitos en nuestra conducción diaria. Los errores más comunes y que revierten en el consumo de combustible son circular bruscamente en ciudad, y con marchas cortas en carretera. Concretamente, en ciudad tendemos a “pegar acelerones y frenazos bruscos, y ello penaliza nuestro consumo”. Para evitarlos, “es muy importante la anticipación”, por ejemplo al divisar un semáforo en rojo, ante el cual deberemos detenernos suavemente utilizando el freno motor y quitando el pie del acelerador.
Sobre la utilización de las marchas, el ingeniero del Centro Técnico de SEAT recomienda moverse entre 1.200 y 1.300 revoluciones, por lo que a partir de la segunda velocidad hay que intentar, siempre que se pueda, que el cambio de marchas sea lo más rápido posible. “Si al llegar a 1.500 revoluciones ya hemos puesto tercera, a 40 km/h podemos estar circulando en cuarta, a unas 1.200 revoluciones ponemos la quinta velocidad, y a 60 km/h la sexta”. A pesar de ello, debemos tener en cuenta que a partir de 80 km/h, y aunque circulemos en sexta, “tendremos que dar un golpe de pedal, lo que significa inyectar más combustible al motor” y, por lo tanto, más consumo.
Ponerse en marcha también debe hacerse siguiendo unas pautas. “No es necesario calentar el motor ni acelerar. Pisamos el embrague, giramos contacto y salimos en primera, pero cambiando rápidamente a segunda velocidad”, explica Suárez.
Previamente a coger el coche, es necesario hacer una serie de verificaciones. Un estado óptimo de los neumáticos es fundamental, por lo que hay que evitar circular cuando están excesivamente gastados y comprobando periódicamente la presión de inflado. Además, tampoco podemos sobrecargar el vehículo. “Siempre debemos distribuir la carga correctamente en el maletero, y en el caso de que necesitemos llevar un cofre portaequipajes debemos ser conscientes que esto penalizará nuestro consumo”, añade el ingeniero.
Al llegar el buen tiempo nos asalta la duda: ¿qué consume más, circular con la ventanilla bajada o poner el aire acondicionado? Lo más recomendable es bajar la ventanilla a bajas velocidades y, a partir de los 80km/h, es preferible circular con la ventana cerrada y el aire acondicionado activado.
Finamente, otro aspecto nada despreciable a tener en cuenta es el punto muerto. “Muchas veces nos encontramos con gente que coloca punto muerto ante una bajada. Este concepto es erróneo, ya que en ese momento el motor está desconectado de la caja de cambios y sí tenemos consumo. El procedimiento adecuado es utilizar el freno motor, es decir, con la marcha puesta, levantamos el pie del acelerador y, de esta manera, no habrá consumo”, concluye Suárez.
Una serie de consejos para conseguir una ahorro en nuestros bolsillos sin olvidar, por otro lado, que redundarán en una mayor seguridad en nuestra conducción y en una mejora para el medio ambiente.