"Opciones de pago permanente"
Los llamados equipamientos por suscripción se han venido introduciendo de manera sutil y discreta en los vehículos más modernos como excepción. Sin embargo ahora, parece que quiere ser la norma.
A lo mejor un día vuestro coche os dice que el navegador del que habíais disfrutado hasta ahora no está disponible, o el control por voz, o los servicios en línea, a menos que renovéis una “suscripción” de la que no sabíais nada hasta ese momento.
Esto le está pasando en nuestros días a bastante gente. Creyeron que se llevaban un coche equipado con tal y cual cosa y nadie les advirtió que, si bien efectivamente los accesorios estaban instalados y activados, a partir del segundo o tercer año había que renovar la suscripción para seguir usando lo que hasta ese momento ya incluía el coche. O sea, una cuota más que sumar a la cuota del vehículo si esta financiado o un gasto adicional al importe que se pagó en su día por él. Por la cara.
Y ya no estamos hablando tan sólo de sistemas multimedia, sino que los fabricantes se han vuelto más voraces –y descarados- y ahora te hacen pagar cuota por la calefacción de los asientos, un aumento de potencia en el caso de los eléctricos, asistentes de conducción o el eje direccional trasero, entre otras cosas. Lo que encarece aún más unos precios de coches nuevos que ya son de inicio para echarse a temblar al poner el primer pie en un concesionario.
Respecto a los motivos que esgrimen las marcas para justificar semejante burla al consumidor está el brindar “la máxima personalización a cada cliente, permitiéndole pagar por lo que quiere en cada momento y teniendo la posibilidad de prescindir de ello cuando no lo necesita”. Vamos, que te llevas un modelo con “X” equipamiento y la posibilidad de hacerle un “upgrade” a “X+1” o superior. Y luego volver a “X” cuando te canses o lo vayas a vender. Que yo no digo que la idea sea mala, pero sí que el planteamiento está viciado. ¿Por qué? Porque tú ya te llevas un coche con un equipo “X+1”, pero no te lo dicen. Cuando vence el servicio tu vehículo no se queda igual que si no suscribes, sino que se viene a menos, con lo que pagarás la cuota religiosamente para mantener las características del modelo que sacaste años atrás del concesionario. Que es lo que hacen el 99% de los usuarios que se han encontrado con este inconveniente. Eso y enfadarse, claro.
Los fabricantes, muchos de ellos tristemente Premium, han descubierto que les sale a cuenta estandarizar equipamientos que hasta ese momento eran opcionales y cobrar luego por su uso. O peor, instalar dichos equipamientos como opciones a la carta por un importe asequible y cobrar luego de un tiempo “de cortesía” por su uso. Es decir, donde antes por ejemplo la calefacción de los asientos delanteros era una opción de 900 euros, ahora es de 525 con una cuota de 90 euros al año a partir del vigésimo cuarto mes de antigüedad del coche.
Y como los españoles “aguantamos” de media con el mismo coche 13 años… Te va a salir ir con el culo caliente por un pico.
Para concluir, puestos a analizar la tecnología que permite esto -lo que les va a encantar a los más “conspiranoicos”- tenemos que hablar del 5G, las pantallas y las actualizaciones OTA (Over The Air). Porque cuanto más funciones tenga tu modelo aglutinadas en una pantalla, más susceptibles serán de “desaparecer” (un botón físico es más difícil de eliminar) merced a una “actualización remota”, y más cuanto más “conectado” este tu coche a ese ente oscuro llamado “el internet de las cosas”.
Es frustrante y como digo, creo que va a ser un práctica que irá a más. En algunos eléctricos ya alcanza cotas surrealistas, como condicionarte el tiempo/potencia de recarga sino has pagado la mensualidad correspondiente.
Mi consejo es que antes de comprar un coche os aseguréis bien de qué es de serie, qué es opcional y qué es de suscripción para haceros una idea clara de cuánto os va a costar el automóvil, o al menos no llevaros una sorpresa en el momento en que os quedéis sin algo que dabas por sentado que teníais.