"Cierta contradicción"
Ya tenemos las cifras de ventas de automóviles del año 2018 y en ellas… no hay tanto SUV como parece.
De hecho, de entre los 10 vehículos más vendidos en nuestro país sólo dos pertenecen a dicho segmento. Un nicho que no dejamos de oír que “está de moda” o “es el más importante” cuando lo que se nos quiere –o debe- decir es que, básicamente, es el que mayor crecimiento genera. Pero claro, partiendo de la base de que hace 10 años era un producto desconocido… no es difícil mejorar a cada ejercicio.
Más complicado lo tienen los urbanos y los compactos, pues siempre han existido y aún así, siguen siendo los más demandados por el público “de verdad”. Así, el número uno en ventas durante 2018 en España ha sido el Seat León y en Europa, el Volkswagen Golf. Dos viejos conocidos que pasan por encima a la corriente “crossover” que nos dicen imparable. Pero es que éstos no quedan ni segundos, pues esa plaza es para el, también Seat, pequeño Ibiza; y el Qashqai ha de conformarse con la tercera plaza casi empatado con el Dacia Sandero.
Pero espera que sigo. El quinto es el Renault Mègane, y continuamos con el Clio, Volkswagen Polo y Golf, rematando con el Citroën C4 y, aquí sí, el Peugeot 3008 como el décimo más vendido de la lista.
Vaya, tanto se quieren y se venden que… ¿sólo dos han entrado en la lista? Y en Europa, más de lo mismo, que el segundo es el Mègane…
Algunos nos dicen que es el “canal profesional” (flotas de empresa y alquiladoras) el que tergiversa los datos, pero ventas son ventas y además, yo manejo los números “desagregados”.
Igual lo que pasa es que la gente a la hora de gastarse su buen dinero en un coche, se deja de modas y apuesta por lo que de verdad funciona y que gracias a esa tendencia al modelo SUV, cierta o no, reciben buenos descuentos.
Pero no negaré que es un concepto en crecimiento. Ahora bien, ¿queda muy lejos su techo?. Pues yo creo que no, que esta algo más cerca de lo que piensan sus fabricantes ya que las nuevas legislaciones cada vez más exigentes en materia de contaminación y la querencia de la gente a que su coche consuma menos, los está lastrando un tanto pues no son coches tan eficientes como un compacto de gasolina (o de lo que sea). Por ello, cuidado, no vaticino un descalabro pero sí una lenta desaceleración en sus ventas. Al menos los grandes y los medianos, porque los pequeños (Arona, Ecosport, 500X, Captur y compañía) son coches de toda la vida con protecciones plásticas en los pasos de rueda y altura aumentada un par de centímetros. Lo suficiente para fastidiar la aerodinámica mientras nos creemos los reyes de la carretera.
En fin, veremos. Pero está claro que hay cierta contradicción entre aquello que se oye de “todo el mundo prefiere un SUV” y lo que se compra de manera efectiva.
Y otra cosa más, aunque esta dentro del perfil “corporativo”.
Tengo no pocos compañeros que no dejan de quejarse de que de un tiempo a esta parte, en este mundillo prácticamente solo probamos todocaminos.
Yo les respondo que puede parecer verdad, pero que no siempre es así y que de todas formas lo que a mí más me duele es ver los motores cada vez más menguados y las plataformas más indistinguibles. Así como a los más jóvenes les digo que den las gracias, que siempre puede ser peor, que ellos al menos no vivieron la fiebre del monovolumen que a mí sí me toco sufrir en los “lejanos” años 90.